jueves, 3 de octubre de 2019

Latinos en Hollywood: Andy García



En esta sección hemos hablado ya de ese arquetipo hollywoodense, “The Latin Lover”, y hemos conocido a sus grandes exponentes, Ricardo Montalbán y Fernando Lamas. Acabado su reinado en Hollywood se consideró que el modelo estaba fenecido. Parecía imposible que alguien llenase los zapatos de los amantes latinos y pudiese conquistar a mundos de ambos lados del Rio Grande. Eso cambió en Los 80 con la aparición de un cubano, clean cut, de ojos dulces y voz gentil. Ya saben de quien hablo, pues ahora recordemos como Andy García recuperó el cetro del Latín Lover.

Para 1980, los latinos habían dejado de ser la Cenicienta de las minorías estadounidenses. Se reconocía su poder político y contribución social, ya se hacían oír sus voces y su presencia aparecía en los medios. Incluso nacía la primera serie de televisión en inglés que giraba en torno a una familia cubana.

Fue en ” ¿Que Pasa USA?”” donde debutaba en 1978 un joven cubano de Miami que encarnaba a uno más de los muchos novios de Carmen (Ana Margo). Nadie podía predecir entonces que ese humilde Pepe en nueve años asombraría a los cinéfilos con su espectacular actuación en “Los Intocables”, que llegaría a adquirir fama internacional como actor (y director, productor y compositor) y que sería el último gran galán latino de Hollywood.
Ana Margo y Andy García

Andrés Arturo García Menéndez nació en abril de 1956, en La Habana, Cuba. Andy es el menor de los tres hijos del abogado Arturo García y de la maestra de inglés, Amalia Menéndez. La familia poseía cultivos de aguacate y los niños se criaron en un mundo de privilegios que acabaría con la llegada de Fidel Castro al poder.

Después que el nuevo gobierno expropió sus cultivos, privando a los Garcia-Menendez de su medio de vida, Arturo García tomó la decisión desesperada de sacar a su familia de Cuba. En 1961, junto a sus padres hermanos y abuelos, Andy García partió a un exilio permanente en Miami. Aunque los comienzos fueron difíciles, pronto Arturo inició un negocio de perfumería que permitiría a los García volver a tener un nivel de afluencia económica parecido al que gozaban en su isla natal.

Andy creció sin traumas ni nostalgias, adaptándose rápidamente al modo de vida norteamericano sin olvidar nunca sus raíces. En sus años de secundaria en Miami Beach Senior High School destacó por lo guapo y por su excelencia en basquetbol. Su entrenador es hoy otro actor y gran amigo de Andy, Mickey Rourke. Andy era tan bueno en el deporte que comenzó a planear convertirlo en una carrera profesional, pero sus sueños murieron en su penúltimo año de secundaria.

Andy contrajo una mononucleosis tan aguda que lo dejó seis meses sin fuerzas para levantar ni una pelota. Fue en ese entonces que le nació un súbito interés en la actuación. Comenzó a tomar clases de arte dramático que luego convertiría en su área de especialización en la Universidad Internacional de la Florida. Pronto tomaba parte en producciones teatrales locales, pero su sueño estaba al otro lado del país, en Hollywood.

En 1978, Andy García se trasladó a Los Ángeles. Comenzó ganándose la vida como camarero y yendo a cuanta audición se le presentara. Así participó en “¿Que Pasa USA?” y en el episodio piloto de la afamada serie “Hill Street Blues”. En 1983 debutaba en el cine en un pequeño rol en el filme sobre béisbol “Blue Skies Again”.

La vida personal del aspirante a actor también estaba llena de actividad. En 1982 conoció en un club a Maria Victoria “Marivi” Lorido y le propuso matrimonio esa misma noche. Aunque Marivi hoy bromea que Andy le andaba proponiendo matrimonio a todas las chicas presentes, fue ella quien lo acompañó al altar y la que ha sido su esposa desde entonces.
Andy y Marivi

En 1984, los Garcia-Lorido recibían a su primogénita, Dominik. Ese mismo año, su padre se convirtió en tema de conversación cinéfila gracias a su interpretación de un vendedor de drogas en “8 millones de maneras de morir”. La interpretación de Andy atrajo la atención de Brian de Palma, por entonces ocupado en la producción de su épica gansteril “Los Intocables”, basada en la famosa serie de televisión.

De Palma quería que el cubano diese vida al sicario Frank Nitti, pero Andy no deseaba encasillarse en el rol de maleante. Luchó hasta que le dieran el rol del policía italoamericano George Stone. 

Destacar en un filme que lleva como protagonistas a Kevin Costner y Sir Sean Connery, y a De Niro de villano es difícil, pero pronto todos estaban hablando de este nuevo galán latino.

Mi hermana Vicky y yo vimos “The Untouchables” en el Trylon de Rego Park, en su verano de estreno, en 1987. Fue uno de los highlights de uno de los mejores veranos de mi vida.  Hasta que se casó, Victoria tuvo un tremendo chongo en Kevin Costner. Yo, en cambio, en seguida caí rendida ante el sex-appeal García.

Al año siguiente, Andy apareció en tres trabajos muy diferentes entre sí. “Ruleta Americana” es una de esas películas que entonces se conocían como “hechas para irse directo a la tienda de videos”. Sin embargo, el retrato del depuesto presidente de un país latinoamericano, perseguido en Londres por sicarios de la CIA, la KGB y el gobierno que lo derrocó, fue un desafío para Andy que estuvo a la altura.

“Clinton and Nadine” o “Blood Money” es otro tipo de cuento hecho para el cable, lo que entonces significaba la novedad en la televisión de mostrar desnudos e incluir palabrotas. Esta es la historia de un hombre que al investigar la muerte de su hermano debe buscar la ayuda de una prostituta (Ellen Barkin).

Mencionaba al comienzo que los 80 fueron un horno para la confección de películas con temas latinos. La mejor de estas sería “Stand and Deliver”, la historia de los esfuerzos del maestro Jaime Escalante (Eduard J. Olmos) por elevar el nivel de una clase de chicos del Barrio.

Andy hace una aparición breve como el Dr. Ramírez representante de la Junta de Educación de Los Ángeles que viene a investigar si los alumnos de Escalante hicieron trampa en un examen estatal. Aunque solo son un par de escenas, el poder de ellas es la encapsulación de la tesis del filme.

Ramírez, guapo, bien vestido, de cuello y corbata, dueño de la retórica del hombre instruido, representa lo que un latino puede llegar a ser en Estados Unidos. El representa el poder del establishment, pero también el poder del inmigrante de infiltrarse en ese establishment con el tesón y amor al estudio que Escalante les ha predicado a sus alumnos quienes pueden ver en Ramírez no a un enemigo sino un modelo.

Con estos trabajos Andy García se había vuelto un rostro reconocible y atractivo para los espectadores y los grandes directores lo buscaban. En 1989 filma bajo las órdenes de Sir Ridley Scott, y junto a Michael Douglas, el noir “Black Rain”. Como el policía “sensato” que acompaña a su volátil compañero al Japón a entregar a un peligroso criminal, Andy exuda simpatía y sex-appeal. En su regreso al rol de policía italiano, su Vincent es lo mejor de un filme que se me hizo insoportable por lo antipático del protagonista.

1990 representará la cúspide de la fama de Andy García. Comenzó con la soberbia “Internal Affairs” como el policía honesto vs policía corrupto interpretado por Richard Gere. La siguió el filme independiente “Show of Force” donde interpretaba a un abogado boricua en esta dramatización de los hechos del Cerro Maravilla.

Sin embargo, el punto máximo del año ocurrió en diciembre. Después de catorce años, por fin Francis Ford Coppola presentaba otra secuela de “El Padrino”. La filmación de este final de la legendaria saga tuvo tropiezos y sorpresas, una de las ultimas fue la elección del director del actor que encarnaría a Vincent, hijo ilegitimo de Sonny Corleone.

Alec Baldwin, Matt Dillon, Nicholas Cage y Tom Cruise, entre otros, postularon para ese rol. Hasta Robert De Niro solicitó que se “envejeciera” al personaje para poder interpretarlo. Que la elección de Coppola recayera en Andy García demostró su confianza y la de Hollywood por el actor cubano. Andy no los defraudó ameritando nominaciones para un Oscar y un Globo de Oro por ese papel.

Los siguientes filmes del actor, un rol especial en “Dead Again”, el noir que marcó el primer trabajo directoral de Sir Kenneth Brannagh; la comedia “Heroe” junto a Dustin Hoffmann; y el thriller “Jennifer 8”, no merecieron tantos elogios. Eso no importaba, la gente iba a ver filmes de Andy García porque él participaba en ellos.

Aunque Andy García y su familia ya estaban establecidos en California, el actor no cortaba sus lazos con Miami. Eso se manifestó después del Huracán Andrew que devastó Florida en 1992. Andy y su compatriota Gloria Estefan encabezaron una serie de espectáculos encaminados a recaudar fondos para los damnificados. Eso a pesar de ser Andy uno de los damnificados. La casa de Coral Gables que él construyera para que Marivi diera a luz a su tercera hija, Alessandra, no solo fue inundada, un ciprés abatido por el viento destrozó el techo.

Eso no impidió que Andy colaborase en la recaudación de fondos. Además, junto a Gloria, cargaron camiones con agua y alimentos para las víctimas de Andrew, y anduvieron en camioneta por los bajos de Miami recogiendo perros que habían sido separados de sus amos. La amistad con los Estefan es estrecha y como bono Andy apareció en el video de Gloria Estefan I See Your Smile.

Algo que el público descubrió en los conciertos de beneficencia fue que además de actor, Andy García es musico y compositor. Toca el piano y la conga. De hecho, posee una colección de 61 congas. Su ídolo de la infancia es el conguero Israel “Cachao” López que muchos consideran fue el creador del mambo.

En 1993, Andy García dirigió un documental “Cachao, como su ritmo no hay dos” que marcó el renacimiento del musico también exiliado en Miami. En el 2005, Andy hizo un tributo público a su ídolo en la entrega de los Grammys Latinos.
Andy carga el feretro de Cachao López

Aunque Andy García es multifacético, se le considera uno de esos actores que van vinculados al Noir moderno, sea como policía o como delincuente, pero en 1994 demostró nuevamente su versatilidad, y seamos francos, aprovechó su arrastre con el público femenino, para convertirse en galán de drama romántico. En la exitosa “When a Man Loves a Woman” interpretó al sufrido esposo de una alcohólica (Meg Ryan) y pieza clave en la rehabilitación de ella.

El fin del siglo tenía al actor cubano en ese cruce de caminos que llega con la cuarentena. Andy optó por seguir en los Noirs comenzando con su excelente aparición como Jimmy “El Santo” Tosnia en “Cosas que hacer en Denver cuando estás muerto” (1996); el fiscal que descubre que su padre es un criminal en “La noche cae sobre Manhattan”, y el policía cuya única esperanza para salvar a su hijo desahuciado yace en un preso en “Medidas desesperadas”. En estos dos últimos filmes Andy encarnó irlandeses alejándose de sus comunes retratos de italianos y latinos.

Al mismo tiempo, Andy García se dio el lujo de escoger roles diferentes, dando vida a personajes históricos. Comenzó interpretando a Federico García Lorca en “Muerte en Granada” (1996) para la cual compuso la música. Al año siguiente aceptó un rol secundario en “Hoodlum” como el legendario gánster Lucky Luciano. La culminación llegaría en un filme para TV del 2000, “For Love and Country: The Arturo Sandoval Story”.

Andy García no solo interpretó al mejor trompetista de la Cuba castrista que huyera a Occidente en 1971 dejando a su familia atrás. También dirigió y produjo el telefilme y hasta se encargó de los arreglos musicales. Sus esfuerzos fueron recompensados, el telefilme de la HBO fue nominado para un Globo de Oro y ganó dos Emmy. A pesar de que Andy recibió nominaciones por su actuación para un Globo de Oro y un Emmy, no ganó ninguno.

El siglo XXI encontró a Andy García muy establecido. Construyó una mansión en Key Biscayne con vistas al mar. En el 2003 recibió al último de sus hijos, y el único varón, Andrés García Jr. que vino a acompañar a sus tres hermanas Dominik, Daniella y Alessandra. Las dos mayores han seguido al padre en el terreno de la actuación. Alessandra optó por otro desafío, el modelaje de tallas grandes.

Andrés ha seguido trabajando, combinando filmes de todo tipo con producciones propias como “Modigliani” en el 2004 donde encarnó magistralmente (y mucho más verídicamente que su antecesora “los Amantes de Montparnasse”) al pintor italiano.

En el 2005, Andy cumplió su sueño de ver en pantalla un proyecto acariciado, “La Ciudad Perdida”. Basado en un guion escrito por Guillermo Cabrera Infante este filme gira en torno al dueño de un night-club en la Habana en vísperas de la Revolución. En este homenaje a su patria perdida, Andy volvió a ser actor, director, productor y hasta compuso la música para el filme.

En los últimos años, Andy ha alternado entre exitosas producciones como “Ocean’s Eleven” y sus secuelas, con roles en filmes independientes como su interpretación del General Enrique Gorostieta comandante de las fuerzas cristeras en “La Cristiada”, y el dar voces a personajes de filmes animados como “Beverly Hills Chihuahua” y “Rio 2” por la cual fue nominado a un Annie. También ha prestado la voz para programas de televisión como “Los Simpson” y “Dora la exploradora”.

La versatilidad de Andy García y su renombre internacional lo han llevado a participar hasta en series turcas como “Valle de Lobos”. Después de hacer de gánster y policía, se ha desencasillado interpretando a mandatarios desde el alcalde de Nueva York en la nueva versión de “Cazafantasmas” hasta el presidente de los Estados Unidos (presidente latino) en “Geostorm”. 

El año pasado, Andy demostró su vigencia en tres filmes de alto presupuesto. Su amiga Diane Keaton lo invitó a ser su galán otoñal en la comedia romántica “Bookclub”; integró el reparto de la secuela a la exitosa “Mamma Mia”. Fue además el narcotraficante que emplea a Clint Eastwood en “The Mule”. Y como si fuera poco, apareció junto a Peter Dinklage en el telefilme de la HBO,  “My Dinner with Hervé” encarnando a otro gran Latin Lover, Ricardo Montalbán.

En este momento, Andy García está involucrado en varios proyectos que verán la luz esta o el próximo año. Su máximo deseo es realizar otro sueño, un filme titulado “Hemingway and Fuentes” sobre la amistad entre el Premio Nobel y un pescador cubano que inspiraría la creación de El viejo y el mar.

Primero era que Sir Anthony Hopkins interpretaría a Hemingway, luego fue reemplazado por Jon Voight. No importa quien protagonice. Si Andy emplea tanta voluntad como con la que ha manejado otras propuestas, pronto lo veremos convertido en Fuentes, el pescador.

Voluntad es lo que no le falta a Andy García. Si queremos conocer el secreto de su éxito debemos adjudicárselo a esa combinación de tesón, respeto y reconocer sus prioridades. Mantener a su familia al margen de su estrellato, respetar su carrera y a sí mismo y perseverar en todo lo que hace es lo que distingue a Andy García de otros que, como él, crearon el arquetipo del Galán Latino en Hollywood.

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