En Nueva York
tuvimos un invierno raro, sin nieve y
con altas temperaturas. Es posible que abril nos traiga una nevada sorpresa,
pero sería la última. La primavera asoma ya en brotes de árboles y retoños en macizos
de flores. Hora es pues de pensar qué perfume adquirir para esta temporada y
los idóneos son los de Vera Wang.
Decir “Vera Wang”
es decir tantas cosas. Mas que nada es destruir estereotipos sobre la mujer del
Lejano Oriente. Hija de una adinerada pareja de inmigrantes chinos, tuvo una
infancia privilegiada. Asistió a buenas escuelas, incluyendo Chapin, la escuela
elite de señoritas, donde estudiaron
desde Jackie Kennedy hasta Ivanka Trump. Se puede decir que Vera Wang es más
Blair Waldorf que Awkwafina. Por lo que se entiende que haya diseñado el
vestido de Blair cuando se convirtió en Princesa de Mónaco y que la diseñadora haya
hecho un cameo en Gossip Girl.
La diseñadora con Blair y Dan en el set de Gossip Girl
Aunque su sueño
original fue ser patinadora de hielo, su interés en las artes prevaleció. Graduada
de universidades extranjeras y estadounidense, ha sido la editora de Vogue
más joven de la historia. Comenzó su carrera en la alta costura y pronto se
hizo conocida con sus diseños de vestidos de boda para las ricas y famosas. Por
su atelier han desfilado celebridades como Victoria Beckham, Ivanka y Kim
Kardashian.
Novias Wang: Blair, Ivanka, Posh y Kim
A comienzos de
siglo, con ya un nombre en el rubro de
la moda, decidió embarcarse en la industria del perfume. De su galería destacan
tres aromas que son perfectos para esta época en que todo florece. El primer
perfume lleva el sencillo nombre de Vera Wang. Nacido en el 2003, ya es mayor
de edad. Es un floral suave apropiado para toda edad, menos para las alérgicas
a la gardenia como Servidora. Este aroma es creación de Harry Fremont y Jean
Claude Deville.
En el 2006, la
diseñadora aprueba dar su nombre a Princess, su aroma más conocido y producto
de las narices de Harry Fremont y Ilias Ermenidis. Se trata de la encarnación perfumada
de las Princesas Disney, por lo que es adecuado solo para jovencitas en edad
escolar y para veinteañeras soñadoras y románticas (todavía las hay) ya que es
un perfume muy dulce casi infantil que recuerda a algodón azucarado. Eso se
debe a que entre sus ingredientes se cuentan el chocolate, el pastel de
vainilla, y la azúcar.
Mi favorito y que
me está acompañando en esta primavera en que mi cuerpo todavía no encuentra el
equilibrio, es Embrace. La Señora Wang ha usado el nombre para una colección de
colonias que contienen combinaciones de olores de flores. El primero es el que estoy
usando esta primavera y dice llamarse “Periwinkle &Iris”.
Digo “dice”
porque el iris es una planta liliácea sin aroma y periwinkle es lo que
en español conocemos como vinca o violeta silvestre, una especie de maleza que
tampoco posee olor. ¿Entonces en que consiste este perfume? Pues en gran medida
en una nota alta de violeta, con tonos bajos de vainilla y la infaltable azúcar
fina.
Por suerte se ha
matizado esta mezcla dulzona con dos notas altas cítricas: aceites de bergamota
y de mandarina. Para quien no guste de los cítricos, tanto la bergamota como la
mandarina son de fragancia delicada. De esa manera el perfumista consigue un aroma
terso, fresco que, según usuarios, y concuerdo
con ellos, tiene un efecto calmante
Mi Embrace
En mi oferta de
perfumes invernales les conté que la vainilla es un ingrediente idóneo para
entrar en calor en días nevados, pues también puede acompañarlos en esos días ambiguos
de la primavera en los que todavía nos enfundamos en botas y abrigos. Por eso
les recomiendo un estupendo Perfume del Ayer, Vanilla Fields de Coty.
Nacido hace 30
años, yo lo compré apenas salido al mercado. Coty es una marca que me ha acompañado toda la vida,
pero este producto me defraudó. No olía a vainilla, era una combinación maderera,
ambarina, con una gran dosis de aceite
esencial de geranio. Es esa combinación que todavía encuentro si me lo aplico
sin haberme bañado y que los usuarios se quejan huele a gasolina Diesel o a
producto para encerar el piso.
Tranquilos, si se
lo ponen después del baño y, como siempre recomiendo, lo aplican más a la ropa
que al cuerpo al rato emerge la vainilla acompañada de notas altas de coco,
pero siempre equilibradas de sándalo y cedro de Virginia que le dan un toque exótico,
pero adecuado a temperaturas
intermedias.
Como hemos tenido
un invierno que no parece tal, se predice que el verano será muy caluroso y que
llegará antes de lo esperado. Eso podría indicar un mayo extra cálido. Si tal
cosa ocurriese debemos pensar también en aromas primaverales, pero para días de
calor.
Mi primera
recomendación recae en un producto que ya mencioné anteriormente en mi entrada
sobre la perfumería de Elizabeth Arden, me refiero al legendario Blue Grass. En su última
reformula, este perfume verde resulta muy refrescante para días primaverales
que se sienten como de verano.
Otro para días
calurosos es el humilde, pero potente Sparkling Pink Grapefruit de Parfums de
Coeur. A las que le disgusten los cítricos,
les recuerdo que el pomelo rosado tiene
un aroma más delicado que la mayoría de las toronjas . Aquí se le ha combinado
con otro aroma frutal exótico y sensual, la granada con nota baja de vainilla y
medias de jazmín y agua de rosas. El resultado es refrescante y enloquecedor.
En 1978, el
festival OTI era ganado por una joven cantante conocida por temas de
telenovelas y papeles pequeños en ese género. Ese fue el comienzo de la inmensa
fama de Lupita D’Alessio, la campeona de la canción odia-hombres. Oír hablar de
Shakira y su vocal campaña anti-Pique debe recordarnos que fue Lupita quien
pavimentó el camino para todas las damas que han normalizado el reproche
romántico en forma melódica.
Lupita antes
del OTI
Creo que debo
haber sido una de las pocas personas que idolatraba a Lupita D’Alessio en esos
días en que ganó el OTI mexicano (llegó al tercer lugar en el OTI
Internacional). No era famosa en México, no era protagonista ni estrella, como
cantante. Desde su infancia cultivaba el género musical infantil, casada con el
actor Jorge Vargas, era a los 24 años
una ‘señora de su casa” a pesar de aparecer esporádicamente en telenovelas como
la hermana humilde o la amiga de la protagonista. Su tema más popular era el de
la exitosa telenovela infantil Mundo de Juguete. El que hubiese
incursionado en el teatro como La Novicia Rebelde hacia más prístina su
imagen.
Yo no sabía
entonces su triste historia, como había reñido con su padre y representante al
casarse sin permiso a los 17 años, la muerte de su primer bebé, los abusos de
todo tipo impuestos por su machista esposo. Recuerdo las primeras fotos que
puse en mi álbum, un poco gordita-—acababa de nacer Ernesto—
cabello corto, aspectocasi al borde del desaliño, no había en ella
nada glamoroso, nada revolucionario, nada que la asociase a la
canción-reproche. ¡Y vaya que tenía que reprochar!
En Los 70, la
nueva cara de la ranchera feminista había alcanzado hasta a La Novia de México.
En 1973, Angelica Maria grababa “Tu sigues siendo el mismo” de la pluma de Juan
Gabriel, que, ahora caigo, fue
fundamental en el auge de esta canción-protesta feminista. Lupita grabará ese tema
que no sonaba tan personal como la letra de Lolita de La Colina que la hará
triunfar en el OTI.
“Como tú” es un
testimonio—yo
diría epistolar— en el que la interprete se dirige a una congénere
compartiendo su momento Me Too, como lo llamaríamos ahora.Poco después, los medios, nos informaban del divorcio del
matrimonio Vargas-D’Alessio y del escandaloso affaire de la cantante con mi
compatriota el futbolista Carlos Reinoso. Tan bochinchera fue esa relación (con
pelea de gatas entre Lupita y La Vero Castro) que el juez le quitó a la
ganadora del OTI la tenencia de sus hijos. Apiadado, Roberto Cantoral le
escribió un tema, “En esta noche”, en el que Lupita expresaba su dolor de madre.
Triunfadora Menos
en su Vida Personal
Lupita D’Alessio
ha encontrado en la cantada una vía de desahogo para su tragedia personal, pero
también para compadecerse y apoyar a otras en su situación, lo que constituye
el verdadero feminismo. Hace suyos los temas característicos de Rocío Jurado
“Ese hombre…”y “Lo siento mi amor”, da un nuevo sentido al “Inocente, pobre
amigo “de Juan Gabriel y deja que Lolita de la Colina la guie ‘con “En mi casa
mando yo”; “Punto y coma”; “Ya no regreso contigo” y otros que forman parte de
la leyenda de la cantante.
En la década de
los 80,la vida de Lupita D’Alessio
emprenderá dos rumbos paralelos, una subida meteórica en la canción en español
gracias a temas feminista,y un dar de tumbos
en su vida personal. Su relación con Reinoso finaliza de mala manera en 1984.
Se casa ese mismo año (más tarde confesaría que lo hizo por despecho)con el futbolista uruguayo Julio Canessa. ¿Qué
les pasa a estas cantantes con los futbolistas? En 1985 se divorcia, y se casa casi inmediatamente con el cantante
argentino Sabu.
Es un buen
matrimonio, puesto que Sabu se encarga con sensatez de la carrera de la cónyuge
y le crea una imagen más glamorosa. A pesar de eso, no alcanzan a durar ni
cuatro años y ya se han divorciado. Lupita volverá a casarse (y a tronar con
mucho ruido)dos veces más, pero para
entonces habrá quien les tendrá lástima a sus maridos.
Lupita Alessia se
ha hecho celebre por la manera y el tono de sus canciones, pero eso que la hace
triunfar en el escenario no la acompaña en la vida real donde sus exabruptos al
igual que sus etapas eufóricas hace pensar que sufre de bipolaridad. En
realidad, mucho se debe a su soledad, infelicidad en el amor,y a las drogas en las que ha ido cayendo
paulatinamente. Entremedio ha vuelto a casarse, Esta vez el marido es uno de
sus músicos, César Gómez con quien tendrá su hijo menor Cesarín.
Para los 90, los
hijos mayores de Lupita han huido del yugo paterno y se han ido a vivir con su
madre, pero no todo es perfecto. La reunión familiar es agridulce. Lupita cada
día más popular, cada día es más errática. Aunque amigos y parientes intentarán
ocultarlo por casi una década, la cantante es drogadicta.
Para colmo en
1993, Lupita es arrestada en el aeropuerto, acusada de evasión fiscal. Los
problemas con Hacienda es otro vinculo en común con Shakira. En prisión, no
tiene dinero ni para pagar su fianza lo que tendrá que hacer su fiel
representante Fanny Shatz. Se dice que ha sido el mismo Sabu quien ha acusado a
su ex esposa. Para entonces, Lupita a quien apodan “La Leona Dormida” por su
ultimo y exitoso disco, será una de las cantantes más admiradas en lengua
hispana, pero también es objeto de burlas y parodia.
A muchos les
cansa el exceso de reproches de parte de quien no lleva una vía ordenada. Se la
acusa de haber impuesto una moda y que ahora toda cantante joven se sienta
obligada a escupir insultos contra los hombres. Han nacido las que mi hijo
adoptivo llamó “feministas al pedo”.Y
es que sin Lupita no existirían todas esas voces femeninas de las últimas tres
décadas, precisamente como Paulina Rubio, Ale Guzmán, Shakira, y otras de su generación que tienen
la libertad de poder expresar sus ideas o vivencias en letras de canción.
Hoy La Leona
Dormida sigue dando guerra. Se ha rehabilitado de las drogas, ha subido de peso
debido a un problema de tiroides, y se ha
convertido a la fe evangélica, pero no nos olvidamos ni los Baby Boomers, ni la
Generación X, de que hace cuarenta años atrás dio poder a cantantes
hispanoparlantes de ambos conos del continente.
La
Canción-Reproche Cruza el Continente Americano
Gracias al Lupita,
en el Norte del Continente la chicana Florencia Vicenta de Casillas-Cardona-Martínez,
que había hecho fama y fortuna cantando
en inglés para los anglos, se puso las pilas y para su primer mega éxito en
español escogió un tema de Alejandro Jaén que en boca de “Miss Vicky Carr” se volvía
feminista. Vicky seguirá a “Discúlpame”, en 1981 con una versión femenina de a
famosa ‘Total”.
En 1980,al final del Cono Sur será donde la argentina
Amanda Miguel hará historia con su “El me mintió” que se convertirá casi un
himno para las mujeres engañadas del mundo hispano. Hablar de la canción
feminista y de la música argentina de los 80 es sinónimo de hablar del fenómeno
Pimpinela que tiene una manera muy interesante de protestar contra el mal amor:
hacerlo en dúo con voz de mujer y de varón reprochándose mutuamente.
Lo más
extraordinario de Los Pimpinela, es que no eran pareja sino hermanos que
quisieron iniciar un portento de música latina similar al de Los Carpenter.
Pero si Karen Carpenter hablaba de amor a la antigua sin insultos ni
recriminaciones, Lucia y Joaquín Galán harían lo contrario estableciendo
diálogos melódicos muy intensos con tema como “Olvídame y Pega la Vuelta”; ”Dímelo
delante de ella”; “Una estúpida más” y
muchas de ese estilo que los harían celebres.
Aunque para los
90, quisieron bajarle un poco a ese cantar de las greñas y con tanto melodrama,
siempre serán asociados con ese estilo desusado que nadie ha podido copiar. Yo
he buscado ejemplos en el pasado de esa modalidad y el único equivalente aparte
de “Parole, Patole Parole” de Minna y Alberto Lupo, ¡es el prodigioso éxito de
Ray Charles “Hit the Road Jack!” La biopia (por eso les dejo un clip) muestra
que no es solo un quejoso que cuenta como su mujer lo botó de su casa,también en el coro vemos la ira de una que ya
no soporta más abusos y mentiras.
Y Llegó
Paquita la del Barrio
Una que no
soporta mentiras ni abusos es Francisca Viveros mejor conocida como Paquita la
del Barrio. Si uno mira su trayectoria tiene más de que quejarse (y lo hace)
que Shakira. Nacida en 1947 en un pueblo de Veracruz, criada en la pobreza,
hija ilegitima, Paquita comenzó a
trabajar en su infancia vendiendo pan y siendo recolectora de café. Abandonó la
escuela a los 16 años para casarse con el tesorero de la alcaldía. Resulta que
el marido, aparte de golpeador, tenía esposa e hijos en otro lado. Cansada de
su maltrato,a los siete años de casada,
Paquita abandonó al marido, dejó a sus hijos con su madre y se fue, junto a su hermana Viola, al DF a probar suerte en la música.
Después de que su dúo Las Golondrinas se
disolvió y Viola se fue de tur por America Latina, Paquita siguió cantando en
bares y tugurios. Finalmente, el dueño de un pequeño restaurante llamado “La Fogata
Norteña” le dio empleo. Fue en ese local donde Paquita conoció a Alfonso
Martinez, su segundo marido. Tuvieron una hija, pero Alfonsito era también
golpeador e infiel. Tanta mala suerte en el amor empujaría a Paquita a cantar
en contra de los machos y a convertirse en sus propias palabras en “la
defensora de las mujeres”.
Le tomó casi
quince años sacar su primer LP y no fue un éxito.Fue en 1985 en que Memo Ochoa la invitó a su
programa “Hoy Mismo” que se hizo conocida por un público que comenzó a ir a verla
en un pequeño café que ella instaló y donde era la estrella máxima del escenario.
Aunque Paquita la del Barrio todavía no creaba un estilo personal, a la gente le gustaba acudir a su sitio. Entre
sus admiradores se contaban divas como Silvia Pinal y Verónica Castro.
Entretanto sigue
lidiando con un esposo ausente de quien nunca se divorciará. Una noche en que
Alfonso se digna a aparecer, desde el escenario la cantante le grita “¿me estás oyendo, Inútil?”
que se convertirá en su grito de guerra después que el público la ovaciona.
Poco después, Paquita escucha “Cheque en Blanco”, la canción la conmueve decide
grabar una versión y así nace La Campeona de las Mujeres en una lucha en contra
de Los Inútiles.
En 1992 ha tenido
su primera gira internacional yendo a España y en 1997 emprende un tour exitoso
por America Latina. “La Reina del Pueblo” como la apodan es celebre en todo el mundo
hispano parlante con sus letras batalladoras escritas especialmente para ella
por el compositor Manuel Eduardo Toscano, entre ellas temas icónicos como “Tres
veces te engañé”; “Rata de dos Patas” y “Me saludas a la tuya”.
A pesar de su
fama, Paquita representa la voz de la mujer del pueblo, de la que no es tan
joven ni tan atractiva. Su canción protesta es más ruda que la de contemporáneas
que cultivaronese estilo como Ana
Gabriel y la difunta Jenni Rivera. Sin embargo, cuando oí el “Pa'Tipos como tú”
de Shakira pensé inmediatamente en Paquita. La Reina del Barrio tiene tal vez
un modo más fuerte para describir lo cotidiano y lo chabacano que es lo que más
destaca en la perorata musical de la Loba en la que incluso utiliza marcas de
objetos como metáforas de su problema. A propósito, Shakira cuenta con todo el apoyo de Paquita.
Cuando le dije
esto a mi hermano él se sorprendió de mi comparación. “Shakira es joven, guapa y millonaria. No hay
comparación”. Eso me recuerda lo que mucha gente dice de Paquita la del Barrio,
que es una vieja amargada que insulta cantando a hombres que ni la miran por gorda
y fea.
Viendo
fotografías de Paquita al inicio de su carrera tengo que admitir que nunca fue
una belleza, pero, aunque no cuente con los millones de la Loba, si ha podido amasar
su cuota de dinerito y fama a pesar de ser chaparra, gordita y no muy
agraciada. Paquita es una mujer empoderada y sus canciones dan voz a mujeres
como ella, que las hay más que las despampanantes
como Shakira.
También me
recuerdo haber oído que “La Guerrillera del Pueblo”, otro apodo de Doña Paquita
es considerada eso: “pueblo” una naca,
una ranchera ordinaria. ¿Pero en comparación, es Shakira más refinada? Yo prefiero a Paquita,
porque por vulgar que sea nos recuerda que para darle un sitio a la mujer en la
música no se necesita ser esbelta ni bella. Eso me remonta a una precursora del
mundo anglo que también venia de estrato humilde, de la cultura yiddish de los
inmigrantes neoyorquinos.
Gorditas Power
Hoy casi nadie
recuerda a Sophie Tucker, a pesar de que Lauren Rebecca Sklaroff publicó una
biografía en el 2018, que intentaba-sin
mucho éxito-explicar el fenómeno de la “Red Hot Mama”. Incluso el apodo define
el empoderamiento de Sophie Kalich, la judía ucraniana que llegó a Ellis Island
como miles de inmigrantes en los albores de un nuevo siglo.
Si a Loba y La
Leona dotan a quien porta esos aliases de fiereza animal y si el apellido “del Barrio”
define la clase social de Paquita, Red Hot Mama se atreve a tocar un
tema que— aun para las feministas es incómodo— la sexualidad de la mujer “físicamente
imperfecta”. Vamos, de las gordas. La cultura afroamericana que siempre ha sido
más tolerante del sobrepeso femenino que la blanca imperante, describe como “mama”
a una mujer rolliza, pero sensual. Ese
fue el estilo de la gordita judía que comenzó cantando en yiddish en el
restaurante que sus padres pusieron en Connecticut.
A los 17 años,
Sophie huyó para casarse con un camionero llamado Albert Tucker con quien tuvo
a su único hijo. Cuando se hartó de los confines del matrimonio, tal como
Paquita hiciera, Sophie dejó a su hijo con los abuelos y partió a Nueva York a
buscar fortuna en el mundo musical. Su historia es parecida a la de muchas
cantantes, cantó en cafés y restaurantes antes de conseguir un break. Acabó en los
prestigiosos Zigfield Follies porque a los encargados les pareció novedoso y
chistoso poner a una gordita feúcha entre sus glamorosas artistas.
Sophie no se dejó
amilanar. Pronto era celebre por temas como “I Don’t Want to be Thin”(No quiero ser flaca)
y “Nobody Loves a Fat Girl ” (Nadie quiere a una gorda). Tan celebre se hizo
que la envidiaban sus compañeras más agraciadas.
Sophie entonces
decidió reinventarse. En vez de burlarse de su físico lo tornó en fuente de
empoderamiento, abrazando su sexualidad y convirtiéndose en una “Red Hot Mama”.
Eso es evidente en sus canciones siguientes que más que lamentar alos amores
hacen hincapié en la independencia de la mujer y su igualdad en lo que se
refiere al romance. Así nacen “You Have to see Mama Ev'ry Night or You Dont See
Mama at All” (Tienes que ver a Mama todas las noches o no la veas más” donde el
verbo “Ver” era un eufemismo para el sexo.
En “I Know that my Baby is Cheating on Me.” Sophie responde a la infidelidad masculina con su
derecho también a ser infiel, y su
canción más conocida (junto con My Yidische Mamma) “Some of These Days” que
comienza con una alerta al hombre que la dejó. “Uno de estos días, me vas a
echar de menos, Cariño, uno de estos das te vas a sentir muy solo”.
La carrera de
Sophie Tucker se catapultó en esos años pre-Gran Guerra. Su éxito duraría hasta
su muerte en 1967 y abarcaría discos, programas radiales, filmes, hasta
televisión. Se casó cuatro veces más. Adjudicó sus fracasos amorosos a que sus
maridos no se acostumbraban a tener una esposa que ganaba más que ellos.
Sophie creó un
precedente que sería la inspiración de otras famosas como Mama Cass, Bette
Midler y Roseanne Barr, pero su máxima seguidora fue otra gordita que se
convirtió en un símbolo sexual de La Depresión. Hablo de Mae West que combinó
curvas voluptuosas con canciones tan risqué que muchas veces fueron
censuradas y sus obras de teatro (escritas por ella) fueron clausuradas. Es que
no se esperaba que una mujer que desafiaba los cánones de belleza se atreviese
a convertir el sexo en su dominio y en objeto de broma con su leve burla a los
hombres.
Recordemosletras de sus canciones como “I’m No Angel”; o
“I Found a New Way to Go to Town” donde tras declarar que ha hecho fortuna
costa de protectores millonarios, ahora
puede darse el lujo de buscar el verdadero amor , o mi favorita “My Old Flame” que
comienza con “mi viejo amor, ni siquiera me acuerdo de su nombre…"
Como ven no es la
amargura ni la falta de belleza estándar la que empuja a una mujer a cantar,
sino el deseo de expresar libertad y si se paga la renta con canciones que
molesten, bueno… culpemos al público no
a la cantante. Hago mías las palabras de Marta Sánchez sobre La Loba “ella
sabrá donde se mete”, pero quienes corean las canciones de Shakira—tal
vez ella misma—deberían recordar a las precursoras, las Latinas
del Ayer que teniendo menos que la colombiana supieron dar gritos de guerra.
En enero, mientras
cosas terribles pasaban en el mundo, la cultura populachera se dividía entre el
librito de Harry y el reggaetón de Shakira. Confieso no ser fan ni de Shakira,
ni de Pique, ni Clara, me importa un rábano lo que hagan. Lo que me sorprende
es ver a gente, principalmente mujeres, convertir a La Loba en icono feminista y
considerarla una pionera en esto de ventear sus intimidades a través de
canciones y lucrar a costa de ellas. Shakira es solo la última en hacer algo
que ya no es novedad. Antes de ella, la canción en español tuvo muchas hembras
castigadoras que alzaron la voz para mentarle la madre al infiel y sacarse de adentro
el mal sabor de un mal amor. Conocerlas nos ayuda a no criticar, pero tampoco a
admirar exageradamente a la diva colombiana.
Con pocas excepciones,
toda canción habla de amor, del bueno y
del malo. Por un centenar de años, la música popular nos ha dado preciosas
visiones del romance como única fuente de felicidad, estado perfecto del ser
humano, y sinónimo de alegría y
esperanza. Simultáneamente, hemos
escuchado lamentos por abandono, traiciones, soledad y clamores por el regreso
del o la ausente, pero en su mayoría estas quejas vienen del bando masculino.
Eso es más notorio en la música latinoamericana llegando a extremos que las feministas
tildan de misoginia como en la letra de los tangos o de los boleros con sus reproches
a aventureras, arrabaleras y pecadoras.
O Sumisas o
Invisibles
Se entiende que
en una sociedad patriarcal disguste el oír a las mujeres cantar verdades
inconvenientes. Por mucho tiempo, las Latinas de Ayer estuvieron sometidas a
cantar solo sobre cosas inocuas. No se escribían canciones sobre sus
experiencias amorosas, estas eran invisibles. Inclusive cuando entonaban
melodías escritas para un varón ni siquiera podían adaptarlas.
Yo he oído a Lupita
Palomera, Lucha Reyes y otras pioneras de la música femenina usar pronombres
masculinos para referirse a ellas en sus letras. Un ejemplo es esta versión de
la “Perfidia” de Alberto Dominguez donde la cantante (sin ninguna intención
lésbica escondida o abierta) se dirige a una mujer a la que amó. Y qué decir de
este dueto de Doña Liber con el Tenor de las Américas en que apostrofa a sus
congéneres.
Con ese
precedente se entiende que hasta las grandes autoras de boleros como María Grever y Consuelito Velázquez escribiesen letras unisex para
ser cantadas por todos los géneros y evitaran temas polémicos como el
sufrimiento del abandono y de la infidelidad cuando era una mujer la que sufría.
No sabemos si lo hicieron porque sus
vidas amorosas fueron perfectas o temían escandalizar. Recordemos que las
letras de Lolita de la Colina fueron controversiales hasta Los 70 y que solo
una mujer muy arrojada como Olga Guillot se atrevía a cantarlas.
Sin embargo, este
ha sido un tabú casi universal.La
canción en inglés también obligaba a la cantante a entonar temas de mal amor
con actitud sumisa, rogando por el retorno del infiel y perdonando sus fallas. Podemos
entender esa reticencia, si pensamos que es solo en Los 60 que Aretha Franklin
exigirá “Respect” y Lesley Gore llegará al tope del hit parade con su “You
Don’t Own Me” en el que afirma su independencia de un hombre controlador.
El caso de Aretha
es el más interesante, puesto que las canciones de las mujeres de color habían
sido las más tristes, tal vez porque estaban llenas de suplicas y promesas de
perdón. Tan parte de la cultura afroamericana era este motivo que en el musical
Showboat en la subtrama de Julie, que pasa por blanca, alguien se sorprende al
oírla cantar “Can’t Help Lovin' Dat Man of Mine” ( No puedo evitar amar a mi
hombre), y le dicen que esa es “canción de negras” con su letra llena de
resignación ante las fallas de un mal compañero.
“Maybe he’s lazy, maybe he’s low.
Maybe I’m crazy lovin' him so
Can’t help loving dat man of mine”.
(Quizás sea
perezoso, Quizás sea vil
Quizás yo esté
loca por amarlo tanto
No puedo evitar
amar a mi hombre)
He revisado todo
el repertorio de Billie Holiday, consierada una guerrera, y me ha sorprendido
que incluya no solo esta canción de Showboat sino también otros temas “sumisos”
que son un reflejo de la vida amorosa de
Lady Day, adicta a dos cosas: las drogas
y amantes golpeadore. Por ejemplo, tenemos “Moanin’ Low”en el cual se refiere a
su pareja como “todo lo malo que puede ser “, pero continua con un “es el tipo
de hombre para una mujer como yo”.
En una onda menos
auto flagelante, Billie canta en “I’m Trav'lin Light” que desde que la abandonaron carga menos
equipaje y es libre como la brisa, pero que ese estado durará solo hasta que su
hombre regrese. O sea, hay una oferta de perdón y de regreso al statu quo.
Muy diferente a la demanda del “Respect” de Aretha o al punto final a una
relación que en 1966 daba Nina Simone en su “Ain’t No Use”.
A pesar de ese
actitud sumisa que Billie Halliday asumió en el escenario y en su vida privada,
he encontrado dos canciones batalladoras en su colección. En “I’m Gonna Lock My
Heart and Throw Away the Key” (Voy a ponerle candado a mi corazón y botaré la llave)
expresa más o menos lo que Gloria Gaynor cantara ritmo disco cuarenta años más
tarde en su “I Will Survive”: la idea de que una mujer puede sobrevivir una
desilusión amorosa siempre y cuando esté dispuesta a reinventarse y a no volver
a caer en las trampas del amor.
Mas fuerte es “No
More” que la cantante describiría como su canción favorita. “No me vas a
molestar más. Nunca más”…”Desperté esta mañana y descubrí que no me importas,
ya no más”. Pero por algo este tema, que
Toots Camarata escribe para Lady Day en 1944, es uno de los menos famosos. Hoy es más
conocido por la voz de Madeleine Peyroux que por Billie.
Por algo tomará años
antes que las mujeres descubran que hay militancia en la letra de sus
canciones. Aunque nos sorprenda acostumbrados a oír quejas sobre infidelidad de
parte de afroamericanas como Beyonce y Rhianna, en días de Billie Holiday un
tema como “Single Ladies” o ese dueto Shakira-Beyonce hubiese sido imposible.
Solo en 1971, vino
Helen Reddy a cantar “I’m Woman” explicando que a una mujer no la definen ni
sus amores ni sus fracasos románticos. Y esa es mi incomodidad con los temas de
Shakira, que en su reclamo exprese una dependencia emocional. Eso es propio de
alguien que todavía no ha alcanzado la clausura que otras cantantes encontraron
en su música. Rosa Montero la ha llamado ”una despechada”, pero yo la
considero una continuadora de la “canción despechada”.
Las Pioneras
de la Canción Despechada
Para conocer a
las pioneras del reclamo sentimental latino debemos ir más allá del mundo
angloparlante. Debemos adentrarnos en el terreno más recriminado por las
feministas, el tango. Serán las dos
grandes voces femeninas del tango las que salgan a la arena del reproche al
macho. En 1929, Tita Merello lo expresa
en “No te aguanto más “y en 1933, en los
albores de su carrera, Libertad Lamarque
tiene el descaro de gritarle “¡ándate!” a las malas parejas.
El que las
grandes damas del tango se hayan atrevido a darle un remedio al mal amor en sus
canciones no indica que la música latinoamericana vaya a seguir ese camino. No
puedo encontrar equivalentes en la música popular ni folclórica de los próximos
treinta años donde las mujeres se lamentan sin reproches, donde las
compositoras no se atreven a quejarse o a situar culpa en la pareja, ni
siquiera al entonar temas escritos para el varón, puesto que ya se ha superado
la época en que ni siquiera se sabía a qué sexo iban dirigidas las canciones.
Es por eso que
Olga Guillot tiene claro a quien le van las protestas al cantar “Total”, “Se acabó”
y “No” que han sido escritas para hombres. Con ella venimos a descubrir que la
mujer también puede reírse de un mal amor o darle el punto final. Olga ha
estado cantándole a la pasión de una manera casi descarada desde sus días de Torch
Singer en Los 40, pero con temas como “Miénteme”— con su estribillo “me
hace tu maldad feliz”— perpetua esa imagen masoquista de la mujer
víctima.
Será en el exilio
donde su nueva libertad también abarcará a su género. En 1969 es la única que
se atreve a grabar un tema de una joven cantautora llamada Lolita de la Colina.
Aunque “La mujer que te ama” es un himno al buen amor, una frase donde entra la
palabra “cama” ofende a los productores . La cantautora se niega a borrarla y solo
Olga de Cuba tiene la audacia de cantarla.
Audacia y a
raudales la tiene otra cubana, la escandalosa La Lupe a la que casi han expulsado
de Cuba porque sus escándalos y escandalosa manera de cantar (descalza y a
zapatazos con el pianista) no congenia
con la imagen de la mujer que tiene la Revolución Castrista. La Lupe se va a Nueva
York, cargando su temperamento, su título de santera (aunque en un arranque
arroja sus orishas al mar) y su música. Pronto se hará famosa por no tener
pelos en la lengua para cantarle a los hombres, expulsarlos de su vida (“Lo que
pasó, pasó”) o acusarlos de falsos
hipócritas (“Puro Teatro”) que Almodóvar usa para cerrar Mujeres al borde
del ataque de nervios, el mejor manual de cómo sobrevivir una relación
toxica.
Para mi sorpresa
y siguiendo un orden cronológico he encontrado un tema interesante en la España
de los 50. Sin ser canción despechada, “Otra
Puerta” de Lolita Garrido se atreve a plantarle un “No” a los requiebros de un
hombre, poniéndose la mujer a su altura y en términos de igualdad en lo que se refiere
a decisiones amorosas.
Lo extraordinario
es que viene de la pluma de Augusto Algueró, y es muy diferente a lo que él escribirá
unos años más tarde para Marisol, Rocío Dúrcal y para su esposa Carmen Sevilla.
En la España de Franco ni Carmen ni Sarita Montiel se salen del marco de la
mujer que sufre por amor resignadamente. Eso alcanza hasta la temperamental Lola
Flores. En 1950, llora por los rincones
con su copla “La Zarzamora”, muy diferente treinta años más tarde que pone un
punto final a un mal amor con “Se acabó”. Para entonces la Faraona será parte
de un zeitgeist en que la melodía en español se manifiesta en voz femenina con la
canción-reproche. Sin embargo, en la España de los 50, ese grito de liberación
solo emerge de un momento de extravío del Maestro Algueró.
El Corral de
Gallos de la Protesta Femenina
En cambio, en
nuestro continente, a fines de Los Cincuenta, surge una bronca voz femenina
capaz de enfrentarse al machismo latino. Se trata de Amalia Mendoza, más conocida por su apodo de “La Tariacuri”, que en 1958 convertirá a la música ranchera en
corral de gallos de la canción despechada con temas como “Ya me olvidé de ti” y
P’a que sientas lo que siento”.
A pesar de críticas
y parodias, La Tariacuri seguirá cultivando ese estilo de cantar y contagiará a
otras. En 1972, la gran Lola Beltrán se
atreve a lanzar un grito de libertad con “No volveré” y cerrará la década con
el tema de Juan Gabriel “Te llegará mi olvido”.
Entremedio han
aparecido otras “Machas Bragadas” que gritan su verdad a los cuatro vientos,
aunque lo que cantan haya sido escrito por machos para reprocharle a las
hembras.Pero en 1961 el gran José
Alfredo Jiménez escribe “La Media Vuelta”para una modelo chihuahuense que ha convertido “Lucha Villa” en su nombre de guerra y que de
la música ranchera hará un grito de guerra. Es en esa canción, que en algún momento Lucha cantará a dúo con
el compositor, donde es la mujer la que declara que el hombre se va porque ella
se lo permite y si quiere lo hace regresar.
Aunque la voz
grave de Lucha Villa la ha hecho idónea para la canción reproche— y lo
vemos en “Tu a mí no me hundes” (1985) que es la cúspide de su relación laboral
y amistosa con Juan Gabriel — la equivalente a La Lupe en la
interpretación de corridos es Yolanda del Rio cuyo primer éxito le dará el
apodo de ‘la Hija de nadie”. Este tristísimo corrido cuenta la historia del
suicidio de una pareja de amantes al descubrir que son hermanos, pero el tema
es también una denuncia social a los hombres despreocupados que preñan y se
olvidan, dejando hijos sin padre por
todo el mudo.
Yolanda se
convertiría en la voz feminista de la canción ranchera en ambos lados de la
frontera cantando temas que como “Una intrusa “y “Traicionera Mala Amiga” que
como los de Shakira expresan la ira ante quien viene a destruir su matrimonio.
En cambio “Esta noche te toca dormir en el suelo” y “En la puerta tus maletas
“definen los límites a los que llegará para soportar un mal marido.
Fueron estas
voces de Los Setenta las que abrieron el camino para cantautoras de música de
banda como Alicia Villarreal y Ana Bárbara que han plasmado su vida sentimental
en letras donde se reubican como mujeres que no quieren ser víctimas. No puedo
cerrar el tópico de la canción protesta ranchera sin mencionar la favorita de
mi hermano, la completa desmitificación del machismo, me refiero a “Macho Panzón”
de Beatriz Adriana.
Aunque el
feminismo había triunfado en el corral de gallos que era la música ranchera,
para muchos se trataba de una expresión de cultura de pobres y campesinas, no
alcanzaba a la música pop en la que la mujer seguía cantando sobre amores
felices o llorando abandonos.
De MariTrini a
La Jurado
Una visión más
elevada llegó en el tardofranquismo en la voz de una española que hasta ahora había
cantado en francés. De su autoría,“Yo
no soy esa” (1971) haría famosa a MariTrini en el mundo hispanoparlante con ese
primer párrafo que encierra un mensaje de igualdad y una exigencia de respeto
hacia la individualidad femenina y un rechazo a un perfil impuesto por el patriarcado.
Yo no soy esa que
tú te imaginas
una señorita
tranquila y sencilla.
Que un día abandonas y siempre perdona.
En Chile, donde la adoctrinación marxista se anteponía
al feminismo y donde las demandas de las mujeres podían verse hasta como reaccionarias,
la letra nos confundía sobre todo a las más jóvenes (yo tenía 12 años en 1971),
pero se nos hacía atractiva MariTrini. Sus
canciones (no sabíamos si llamarlas de protesta) se volvieron habituales en los
hit parades de America Latina y de una España que entraría en la década de Los
70 en un periodo de transición política y social.
Es en esta
atmosfera que las cantantes latinas se sienten inspiradas a levantar la voz. En
1972, mi compatriota Maitén Montenegro
grababa “Canción para una esposa triste” que poco después en Puerto Rico grabará
Sophy. Pero Sophy va más allá. Esta grabación se incluye en un LP que lleva el
sugestivo nombre de “No soy Santa…Soy Mujer” que parece perpetuar ese rechazo a
imágenes idealizadas que ha iniciado MariTrini. Aparte de las mencionadas,
otras canciones del disco incluyen “Muchacho Malo ”y “Cuéntale a Ella”
En 1972, Lisette Álvarez
hace un dueto con Axel Anderson para el hit italiano “Parole, Parole”. Tres años
más tarde usa el tema de Roberto Livi “lo voy a dividir” para título de su LP“Ya me cansé de estar queriendo a quien no me
quiere a mi” dice la letra, agregando
que va a dividir su tiempo con gente mejor que su ex pareja. Un año más tarde
lo grabará Lolita en España. Es en la Isla del Encanto donde más se da la
canción protesta femenina en los 70s. Abrevio la lista agregando a Ednita
Nazario en esa etapa con “Vete, Vete” y “Ya Déjame en Paz”, ambas de 1977.
Se podía decir
que en Los 70, las mujeres latinas encontraban en la radio y en la disquería
(todavía no llegaba la era de videos) temas que hacían eco de sus problemas
sentimentales y les ofrecían soluciones radicales a estos, pero las grandes
voces que normalizarían el repudio al machismo se harían oír a fines de la década
Será en 1978, en plena Transición que se sienta una voz más
avasalladora y un reproche más fuerte dirigido a un individuo puntual. Aunque escrita
por Manuel Alejandro, el compositor aseguraba que la canción estaba basada en
una experiencia del primer matrimonio de la interprete. Por eso es que “Ese
hombre que tú ves ahí” es realmente propiedad personal de Rocío Jurado.
La gaditana
transforma la copla para usar su ‘Voz del milenio” y expresar desdén por su
pasado amoroso y parejas toxicas. 1978 también sacará al aire. “Lo siento mi amor
“con esa línea fuertísima para la época “Ya no siento nada al hacerlo
contigo”.Será Rocío Jurado quien de la
pauta para más protestas de intérpretes españolas en la década de los 80.
Así tenemos a Rocío
Dúrcal que ha iniciado su legendaria colaboración musical con Juan Gabriel y
que en 1980 populariza “Fue tan poco tu cariño” a la que seguirán “Déjame”,“Cuando yo quiera has de volver” y “Tenías que ser tan cruel”. En 1988 la
cantante escoge un tema de otro cantautor , Marco Antonio Solís, y canta “Yo te
olvidé”.
Es en esa
atmosfera que surge Lolita con canciones que su madre no hubiese atrevido a
cantar como “Estúpido” y “Si, pero no”. En ese espacio encontrará lugar a comienzos de
Los 90 otra reina de la canción reproche como lo es Isabel Pantoja. Esta
revolución no es únicamente un fenómeno del mundo ibero y será en México donde
tenga su mejor exponente, puesto que antes de que La Loba aullara, rugía La
Leona. Eso lo hablaremos, D-s mediante,
la próxima vez.
¿Cuántas de estas
cantantes ya conocías? ¿Cuál canción te ha gustado más?
[NOTA: Este es el resultado de una investigación que me ha tomado un mes. Si me he olvidado o no descubrí otros nombres de precursoras que antecedan a 1980, por favor, haganme saber sus nombres]
¿Qué mujer no ha
usado algún cosmético de Elizabeth Arden? Todas conocemos esa marca. Algunas sabemos que
fue una de las pioneras de la cosmetología, pero, aunque su nombre vaya
asociado con muchos perfumes famosos, gran parte de estas fragancias nacieron
cuando ya Arden había fallecido. Una excepción es el icónico Blue Grass que fue
apreciado aun por las mujeres de la Alemania nazi.
Florence
Nightingale Graham nació en 1881, en la granja que sus padres tenían en Ontario,
Canadá. Gracias al apoyo monetario de
una tía, pudo estudiar y seguir una carrera en enfermería en Toronto. No
deseandoseguir los pasos de su tocaya,
abandonó sus estudios y se trasladó a Manhattan donde comenzó a trabajar en una
compañía farmacéutica.
A pesar de ser
una simple secretaria, Florence era independiente, una militante del movimiento
sufragista y tenía ambiciones. Mas se la pasaba en los laboratorio de la
compañía que en las oficinas. Estaba interesada en productos de belleza como
cremas para la piel. Gracias a sus
conocimientos en química adquiridos en sus estudios de enfermería y a su tiempo
en los laboratorios se sintió capacitada para abrir su propio negocio en 1909
en sociedad con una amiga, Elizabeth
Hubbard.
Para ahorrar en
el dinero que costaba ponerle un nombre largo a la firma, Florence comenzó a
llamarse también “Elizabeth”. El Arden lo sacó de “Enoch Arden” un poema de Lord
Tennyson.La sociedad entre las Elizabeth
solo duró unos meses. En 1910, Arden abría el primero de sus salones, llamado
Red Door (Puerta Roja).
En 1912, Elizabet
fue a Paris a estudiar los últimos adelantos en el mundo de la cosmetología. Regresada
a Estados Unidos, comenzaría a abrir salones en ambas costas y a emplear a gran
cantidad de personas. Uno de sus empleados, Thomas Jenkins, se convertiría en
su primer marido. En 1922Elizabeth
Arden abriría su primer salón en París, lo seguirían locales parecidos en mucha
capitales europeas. Era reconocida tanto en su país como en el extranjero por
productos que incluían rubor para mejillas y pintalabios.
Arden había
superado sus prejuicios por estos productos. No solo los fabricaba, sino que también
cambiaba la mentalidad de la gente sobre los cosméticos demostrando que no eran
únicamente para prostitutas. La carrera de Elizabeth Arden la convertiría en
millonaria casi tanto como a su gran rival Helena Rubinstein. El gobierno
francés le concedió su máxima distinción: La Legion d’Honneur. En 1935 se divorció y en
1990 se casó con un príncipe ruso. Su segundo matrimonio duró menos que el
primero.
Arden no necesitaba
hombres, tenía dinero e independencia para vivir como le pegaba la gana. A
pesar de ser de mentalidad conservadora (era Republicana)no temia innovar su negocio. Fue ella quien
impuso en sus salones las muestras gratis de cosméticos que sus empleados
aplicaban a las clientas. En 1930 creaba la famosa crema hidratante de las 8 horas usada por miembros de la realeza desde la inolvidable Isabel II hasta su nuera Diana de Gales.
Si te has dado el trabajo de leer el repulsivo En la Sombra (Spare) sabrás que Diana la usaba para proteger us labios y que su hijito menos la usó para proteger sus partes nobles cuando el frio del Polo Norte las congeló. Mira hasta donde ha llegado el producto Arden.
En 1934, en Maine,
abría el primer spa de belleza en suelo estadounidense. En 1956 abría su primer
salón de belleza para caballeros. Fue así como amasó una fortuna que poseía
hasta el momento de su muerte, debida un paro cardiaco, en 1966. Desde entonces
la firma Elizabeth Arden Inc. Ha pasado por muchas manos y desde el 2016 es
parte del Emporio Revlon.
Acabo así una
biografía rápida de Elizabeth Arden y me enfoco en su perfumería y
principalmente su producto más famoso hasta hoy: Blue Grass. Arden se inició en
la perfumería en 1917 con un agua de colonia de base de geranio. En los Años 20
creó un par de perfumes que pasaron sin pena ni gloria tales como el Valencia
de 1934. Su fama llegaría en 1934 con su celebre Blue Grass.
Aparte de su
trabajo, Elizabeth Arden tenía una gran pasión: los caballos. Crió pura sangre y uno de ellos,
Jet Pilot, ganó el Derby de Kentucky en
1947. Blue Grass (Pasto azul) es una zona de Kentucky donde se cultivan
praderas de un pasto tan especial que es del que alimentan a los futuros
campeones equinos.
La versión
original de Blue Grass (la nariz pertenece a George Fuchs) que probé del
tocador de mi madre era muy común y silvestre, pero fue un triunfo en el
mercado hasta entonces dominado por productos franceses. Elizabeth Arden, ante tanto entusiasmo haría
que sus laboratorios produjesen—hasta la Segunda Guerra Mundial—
fragancias anuales como Night and Day (1935) inspirado en la canción de Cole
Porter; Cupid’s Breath (1936) y On Dit (1937).
En 1938 sacó al
mercado dos perfumes florales: Carnation con base de clavel; y Ciclamen que venía
en una botellita en forma de abanico. En 1939 cerraba la última década de la
paz con Mille Fleurs e It’s You. Estos perfumes
durarían en el mercado por varias décadas.
Sabido es que en
el Tercer Reich se miraban muy mal los cosméticos femeninos y se prohibían los
perfumes extranjeros. Aun así, las mujeres de los altos jerarcas nazis, incluso
Eva Braun, gustaban de la cosmetología de Elizabeth Arden. Los productos Arden se
importaron en Alemania hasta la entrada de Usa al conflicto mundial. Se sabe
que el perfume favorito de Magda Goebbels era un aroma de Elizabeth Arden. ¿Podría
haber sido Blue Grass?
Lo sorprendente de
Blue Grass era que no era sorprendente. Recuerdo que la formula original
consistía en lavanda con toques cítricos, típica colonia barata y sin embargo
hasta la muerte de la cosmetóloga, fue su perfume más celebre. Siguió siéndolo
incluso después de fallecida Elizabeth Arden. Los nuevos y numerosos dueños prestaron
poca atención a ese aspecto del negocio.
Las cosas
cambiaron en 1987 cuando Arden. inc. fue incorporada al emporio Fabergé que sería
su dueño hasta el 2016. Fue a fines de los 80 cuando en Faberge se volcaron a
la perfumería creando fragancias que hoy asociamos con el nombre Elizabeth
Arden. El primero fue el icónico Red Door, creado por el combo de Carlos Benaim
y Oliver Guillotin, que a fines del año
pasado integré a mi colección.
Me ha ocurrido
algo extraño con este perfume. Cuando lo olí por primera vez me resultó cálido,
pero suave con su combinación de flores y frutas con un toque de anís. Hoy
encuentro que la reformula es estrictamente maderera, con hincapié en las notas
bajas de cedro, sándalo, y ámbar. Una particularidad de este perfume es
su envase con un diseño de una puerta roja dentro de la botella, aunque yo prefiero
el gorrito rojo y redondo de la miniatura que uso este invierno.
Ese mismo año de
1989, se realizó una reformula de Blue Grass que yo considero superior a la
original. Se le ha quitado lo cítrico y a la nota alta de lavanda se le han
agregado fragancias (geranio y laurel) que acercan al perfume al olor de las
yerbas de su nombre, alejándola del espectro de las aguas de colonia.
Tanto la
reformula como Red Door fueron tan exitosos que Faberge continúo creando
perfumes bajo el paraguas de Arden Inc. En 1993, David Apel prestó su nariz
para Sunflower, uno de los perfumes Arden más vendidos. Se trata de la
combinación de siempre: flores, frutas y maderas finas. Nada muy espectacular.
Diferente es el
caso de 5th Avenue, el aroma más sofisticado de la firma. En un elegante
envase, Anne Gotlieb, en 1996, encerró los aromas más perfectos: Lila, tilo,
rosa búlgara, clavo y nuez moscada para hacer un perfume que abarcase el glamur
del Mid-Manhattan.
En 1998, James
Krivda crea Splendor en el cual se entremezclan maderas con frutas como piña y
manzana con delicados olores florales de jacinto, fresia y wisteria (glicina). Una
novedad es que en su corazón Krivda incluyó esencia de te casi imperceptible.
El té se convertiría en el ingrediente principal de la que hoy es la fragancia más
asociada por las nuevas generaciones al nombre Elizabeth Garden.
Green Tea cierra
con broche de oro el Siglo XX y como corresponde, pone de moda una bebida que todo Millenial y
hasta los más viejitos conocemos y disfrutamos: el matcha. Del Lejano Oriente
nos llega el té verde ,muy refrescante, ¿pero a quien se le ha ocurrido
convertirlo en perfume?pues al armenio Francis
Kurdjan.
Voy a ser franca,
a mí no me enloquece el Green Tea, pero es innegable su originalidad. Sus notas
altas contienen un alto grado de cítrico mentolado al que se le ha agregado
ruibarbo. ¿Se imaginan?No para ahí la
cosa. Las notas bajas contienen él té verde y apio. Apio y ruibarbo dentro de
un bol de té verde crean una ensalada de olores a los que se les agrega un
punto medio de clavel que ayuda a que parezca perfume y no verdulería.
Green Tea es
idóneo para noches de verano sin aire acondicionado. Rociarlo en las sábanas
refresca, pero hay que tomarlo con cuidado porque si se le irrespeta puede
convertirse en un olor pungente que desagrada. A mi en una ocasión en que lo
rocié en el interior de un bolso de cuero se me volvió olor a …¡Parmesano! En
serio, por eso hay que tratarlo con respeto.
Conscientes de su
potencial y peligro tanto Faberge como Revlon se la han pasado este siglo
elaborando variedades del Green Tea. En este momento en el mercado (y el
supermercado) puedes encontrar la combinaciones más fascinantes de Green Tea y
otros ingredientes como granada, flor de loto, lavanda y durazno.
El Siglo 21 ha
sido el espacio donde más celebridad han adquirido los perfumes Arden . Tanto
que a comienzos del Tercer Milenio el rostro de la compañía fue Catherine
Zeta-Jones en la cúspide de su fama. A ver si Wednesday Addams puede competir
en eso con su celebre mamá.
En vida,
Elizabeth Arden no le prestó mucho interés a la perfumería, pero hoy su nombre
se asocia con fragancias exóticas y novedosas que apelan al gusto de mujeres de
todas las edades y que acompañan en cada estación y ocasión. ¿Cuál es tu Arden
favorito?