El final de Los
70, cierra el ciclo nostálgico, no
porque se haya agotado la pasión por el pasado, sino porque ya el sincretismo, en lo que se refiere a guardarropa, está impreso en la mente del publico y de los
diseñadores. La tendencia de combinar diversas
tendencias vintage, que deja establecido el 1979, perdurará por toda la próxima
década.
El cine retro considera su misión cumplida. Para
1979 ya no tenemos ese aluvión de period pieces,
aparte de un par de filmes sobre la Segunda Guerra Mundial que será un obsesión
de las miniseries de los 80s. 1979 trae dos romances entre soldado americano e
inglesa: en “Yanks” con Richard Gere, y “Hannover Street” con Harrison Ford, pero ni
Lisa Eichorn en “Yanks” ni Lesley-Anne Down (que se la pasó la película o
desnuda o en uniforme) contribuyen a la moda nostálgica.
La televisión también
se adhiere a ese frikismo bélico. Después de “Pearl”, viene la esperada versión de From Here to Eternity de James Jones. Recordada más por la química candente
y las escenas de cama entre William Devane y la desaparecida Natalie Wood, “De
aquí a la eternidad” también tiene la mala fama de no incluir un vestuario de
acuerdo con la época. Natalie luce un guardarropa Chica Cosmo 1976, y Kim Basinger
en el rol de Alma (que le ameritase a Donna Reed un Oscar) se ve anacrónica con
esos cabellos lisos y lacios. Solo en el epilogo se aleja un poco de esa imagen tan moderna.
Mucho más apegada
la moda de los 40 estuvo la adaptación de
The Last Convertible de Anton Mayer. En esta miniserie se hicieron algunos
cambios que pueden molestar a los amantes de tan gran novela, pero Deborah
Raffin como Chris, la estudiante de Berkley de la que se enamoran cuatro chicos
de Harvard en vísperas de Pearl Harbor lució un guardarropa digno de esa época.
No solo en Estados
Unidos está de moda la Segunda Guerra Mundial. La BBC crea ese año una
miniserie titulada “Danger UXB”que explora el mundo de los heroicos, pero
olvidados, equipos encargados de desactivar bombas sin explotar durante el
Blitz. Además de un vestuario fidedigno, nos trajo un Anthony Andrews arrebatador, dos años
antes de romper corazones de todos los géneros como el exquisito y andrógino
Lord Sebastian Flyte en “Brideshead Revisited”.
Esa primavera,
Burda decide mantener el zeitgeist y
sus modelos siguen un estilo Cuarentero.
En cambio, Givenchy ofrece unos camiseros más formales, de
corte princesa, con faldas menos amplias
que el año anterior.
En la Argentina
se abraza esta moda sencilla de túnicas corte princesa y sin mangas para el
verano, como lo vemos en esta portada de Para
Ti.
En México la
moda ha entrado con vigor, como lo atestigua
la telenovela del año “Los ricos también lloran” donde la villana Ester (Roció
Banquells) luce vestidos estampados parecidos a los modelos de Dior del ’78, y esas amplias faldas.
La moda romántica
y retro alcanza hasta lo vestidos
infantiles como vemos en este comercial de Tiendas Liverpool.
Una moda
sincretista del ’79 serán los pantalones con faldas. Así mismo. Comenzó con
modelos nocturnos propios de discotecas. Strapless de sedas con lentejuelas y
faldas abiertas que exponen esos pantalones de satén , Onda Vaselina, que ahora
también son de seda. En “Los ricos “recuerdo que tanto Roció Banquells como Verónica Castro los lucían. No he podido
encontrar fotos, pero este modelo de Burda es parecido.
También este Dior
en seda color malva.
No sé de donde
originó esta moda, pero parece que el ’78, a Dior le vino la ventolera de inventarse
faldas abiertas sobre bombachas como los traje de baño de la Belle Epoque. Por suerte no pegó.
Sin embargo, los
pantalones ajustados de punto ( los llamamos “calzas” en Chile) se siguieron
usando ese invierno con túnicas largas de lana. Una curiosa manera de fusionar
lo retro con lo moderno, como lo
muestra este video español.
Pero llegado el
invierno, ya no hay mayores dudas. El glamur impera como lo muestra esta
portada de Vogue.
Hasta la chabacana
cultura Disco está evolucionando debido a la aparición de esos exclusivos
clubes neoyorquinos como “Studio 54”y “Zenón”. En esta foto, dos Latinas del Ayer lucen sus galas retro en Studio 54. Una es Bianca Jagger
que, pronto, dejará atrás su imagen de Party Girl para convertirse en activista de los Derechos Humanos. La
otra es una dama de sociedad venezolana que en la próxima década (y hasta el día
de hoy) dominará el mundo de la moda. Se trata de Carolina Herrera.
Tan bella y elegante
era Carolina que Robert Mapplethorpe la fotografiará ese año en galas muy de
los 40.
Es que esa era la
imagen de lo chic, de lo glamoroso, de lo sensualmente exótico ese año. Cuando
una mujer misteriosa , interpretada por Christian Bach, aparece en “Los ricos
también lloran” viene con ese look de femme
fatale del Hollywood de los 40.
En Sudamérica se
sigue la onda romántico-retro a juzgar por este anuncio comercial brasileño.
En las pasarelas,
Lanvin le da un toque de glamur del
viejo Hollywood a estos pantalones que hubiesen gustado a Joan Crawford.
Para vestidos, las sedas orientales de colores vibrantes,
como esta túnica carmesí de mangas kimono y fajín lila.
O este sin mangas
de seda color fresa con falda vaporosa.
Para la calle
siguen los tailleur con chaquetas de
color diferente a la falda, fluidas y livianas, y el toque vintage de corsages de flores para el ojal.
Balmain le apuesta
a los 40 con capas y pieles.
La gran amiga de
las pieles ese año es Nina Ricci. Aunque su vestuario sigue una línea fines de
los 50.
Oscar de la Renta,
en cambio, vuelve los ojos a las modas post-Depresión.
Las faldas
amplias siguen usándose como lo podemos ver en este comercial soviético, ósea
la moda llega hasta más allá de La Cortina de Hierro.
En Burda vemos un
tailleur retro confeccionado en
crochet.
Los tejidos y
prendas de punto se ponen de moda para el tiempo frio, como vemos en estos
conjuntos del catálogo de Spiegel de Otoño-Invierno 1979.
Spiegel trae unas
tendencias eclécticas y semi sincretistas para ese otoño. vemos severos trajes
sastres confeccionados en pesados paño de lana con esas corbatitas de lazo de
zapatos y estilos de los 50, pero también hay estilizados tailleurs de los 40 con pieles muy retro. Y mis combinaciones favoritas ese año, faldas plisadas, cowl neck sweaters y blazers desabotonados.
Y Hola en su portada ilustrando la moda otoño
invierno, le va a la corbata, al rojo y al glamur vintage.
Al parecer en
Colombia, triunfaba el eclecticismo sartorio porque en esta ilustración vemos dos estilos:
faldas de largo Chanel con pliegue abierto. Al lado, un traje típicamente retro estilo Años 30.
Vinculo en común, los tonos violáceos.
El lila también
gusta a Halston que diseña este glamoroso vestido estilo 40s. Curioso, pero en
1987, el catalogo Avon sacó este mismo modelo y yo lo compré. Obvio ni el
material ni el precio se parecían al Halston.
Hablando de
Halston, se une el modisto a la onda “voluminosa” para sus abrigos invernales.
Otra reminiscencia del New Look, pesados, gigantes. Te caías en la nieve y te
tomaba media hora ponerte de pie.
Pero incluso los
tapados de media estación seguían modelos antiguos.
Otra novedad es
el chaquetón tres-cuartos, de estructura lisa, casi tubular que llega al muslo
y se usa con faldas. Yo tuve varios y eran muy útiles, flexibles y cómodos como
estos del catálogo Fall-Winter 2019 de Spiegel.
También, fue un
invierno frio y que comenzó temprano, se usaron abrigos en línea trapecio.
Y Pierre Cardin
lanza estos abrigos de hechura cuadrada, “boxy”, con gigantescas hombreras que ya presagian las
modas Ochenteras.
Es que los 80s,
sin necesidad de ser nostálgicos, seguirán estilos retro sin mediar un cine los guie. La minifalda regresará el verano
de 1981, pero esa primavera cuando el Príncipe de Gales presente a su prometida,
Lady Diana llevara un tailleur de
hechura y largo de falda que evoca a los
50.
Diana, que
definitivamente será el árbitro de la moda en su breve vida, favorecerá las
faldas largas en su rol de Princesa de Gales.
Su pasión por minis y pantalones fue parte de su nueva imagen tras el
divorcio. Pero también favorecerá otras trends
que se volverán tendencias en los 80 como el uso de terciopelos, lames para la
noche, y lunares y vaporosos camiseros
para el día.
Fue también una
gran propulsora de los vestidos de cintura baja, y cortes en la cadera que
convertirían la segunda parte de la década en un retorno a los Locos 20. El
eclecticismo sartorio que impusiera la Era de la Nostalgia seguiría gobernando
hasta nuestros días, los caprichos de la
moda. A comienzos del Siglo 21 hubo una pasión por la moda hippie y en el 2010
un regreso a las líneas de los 40.
Lo que nunca más
se ha recuperado es la pasión por el glamur. Ahora que está de moda todo lo de
los 70s, tal vez se podría intentar recobrar , pero para eso tendría que
cambiarse nuestra manera de pensar. Y es que al final la verdadera moda es
siempre hija de su zeitgeist.