Es un ejemplo de la
música folclórica del Sur de los Estados Unidos. Sin embargo, la hizo famosa un
grupo de la Invasión Inglesa del Rock de los 60. Se cree que está inspirada en
un burdel de Storyville y el año pasado Donald Trump la usó en uno de sus
rallies políticos. Mas importante que todo, “House of the Rising Sun” es la
canción que nuestra Latina del Ayer, Lorena, ha solicitado para homenajear su
cumpleaños de marzo.
El año pasado
cuando Trump usaba el tema en sus campañas, Eric Burdon, vocalista de The
Animals lo amenazó con una demanda por usar la canción sin permiso. Aunque es
cierto que la versión más conocida de “House of the Rising Sun” es la del
conjunto inglés, este tema es más antiguo y posiblemente pueda ser considerado
de dominio público.
Se cree que su
origen posiblemente esté en la America Colonial. Hay versiones para ser
cantadas por mujeres que narran la tragedia de una joven atrapada en un lupanar
de Nueva Orleans. En cambio, las versión “masculina” alude a un chico cuya
perdición llega por ser cliente de dicho establecimiento. Hay teorías de que La
Casa del Sol Naciente es un eufemismo para un hospital donde atendían a los
sifilíticos.
Se cree que el
burdel original estaba en la Calle Conti en Le Vieux Carré y que se incendió en
1820. La versión más difundida es que estaba/está en la Calle San Luis—también
en el Barrio Frances—y que era regentada por Madame Marianne Soleil
Levante (sol naciente o Rising Sun). Este establecimiento cerró (los vecinos se
quejaban del bullicio) en 1874, pero se cree que el edificio todavía está en
pie.
Los recolectores
de baladas folclóricas encontraron la canción en pueblos mineros a comienzos
del Siglo XX. Se la conocía entonces como “Rising Blues” y así la grabaron
comercialmente en 1933 la pareja Ashley&Foster. No se parece a la que conocemos,
¿verdad?
Tampoco la de la
gran Libby Hollman en 1942.
La de Pete Seeger
de 1958 ya se va acercando. Curiosamente la letra se refiere a una chica
moderna (hasta usa jeans).
En 1960, la
cantante sudafricana Miriam Makeba (la autora del Pata-Pata) presta su hermosa
voz para la letra definitiva. El arreglo musical es muy leve casi incerpetible
para realzar la voz de Makeba.
Se parece mucho
al arreglo de 1961 de Joan Báez.
Ese mismo año,
Bob Dylan decidió meterle mano al tema y también meterle guitarra eléctrica. Es
la primera vez que podemos reconocer el tema como lo hemos oído tocado por
músicos de generaciones posteriores. Lamentablemente esta versión fue poco
difundida y cuando Los Animales sacaron la suya, más de un Karen chilló
“plagio”. ¿Se imaginan a Dylan plagiando?
Y llegamos a 1964.
The Animals conocían el tema como una balada folclórica, decidieron
modernizarla y así nacía el primer éxito del folk rock y también la
letra más famosa.
Hay una casa
en Nueva Orleans
Se la llama
del sol naciente
Ha sido la
ruina de muchos pobres chicos
Y yo, D-s, soy
uno de ellos.
“House of the
Rising Sun” se volvió un éxito de ventas llegando a ser la número uno ese año
en Estados Unidos, Canadá y Gran Bretaña. Aunque ha habido muchas versiones
posteriores, todas parecen seguir la pauta del arreglo de 1964. ¿Será por eso
por lo que Burdon considera que son The Animals los dueños de la canción?
Ahora voy a
ponerles, las mejores versiones de los últimos tiempos. La primera es de Dolly
Parton quien prestó su Do de pecho para su interpretación de 1980 y que le puso
un cierto toque de disco que no corresponde ni a la tradición folclórica de la
canción ni al estilo country de la cantante tejana.
Luego está la
versión de Sinead O’Connor de 1994 que ya parece una balada gaélica donde la
voz es el instrumento principal discretamente seguida por acordes de guitarra.
Dos años más tarde
era el turno de Bon Jovi quien parece apoyarse en la versión de The Animals con
esa música metálica.
Y eso nos lleva a
la versión metalera de Metallica grabada en el primer año de la pandemia. Como
buenos metaleros crearon una versión un poco siniestra, digna de Halloween,
pero tiene su deuda con lo que hicieron Los Animales en 1964.
No debería
sorprendernos. Fue la versión de The Animals la que recorrería el mundo. El
mismo año en que “House of the Rising Sun” coronaba los hit parades del
mundo angloparlante, ya en Europa había versiones en croata y fines. En
Francia, el ídolo Johnny Hallyday interpretaba su versión titulada “Le Penitencier”,
pero ese mismo año, el marido de Silvie Bartan cantaba “Das alte haus in New
Orleans “(La vieja casa en Nueva Orleans) en alemán.
1965 vería la
balada colonial cantada en polaco, checo y catalán. En Italia la interpretan
Los Marcellos Ferial y se llama “La Casa del Sole”..
En 1967, llega la
misteriosa casa a la China y en 1971 tendrá su versión japonesa en la voz de
Maki Asakawa.
Y ahora le toca,
le toca.. a las covers en nuestro idioma. Pues cuenta la leyenda, que la
primera vez que La casa del sol naciente entró en el imaginario popular hispánico
fue en 1964, gracias al conjunto barcelonés Lone Star.
Un año más tarde,
ya estaba en America Latina donde la interpretarían nada menos que Estelita
Raval y los Cinco Latino. Cruzó la cordillera y en Chile la grabaron Los
Iracundos. Esa fue la versión que conocí yo. Pero mi favorita fue la de Sandro
de America.
Así la balada se
convertiría en estándar roquero latino y en algún momento se la olvidó. tuvo
que ser Alejandra Guzmán quien la resucitara en 1991. Desde entonces nadie ha
superado este cover de La Reina del Rock Latino.
En la primera
parte de esta semblanza los llevé desde el nacimiento de Enrique Alejandro
Guzmán Vargas hasta su ascenso a la fama, pasando por sus amores hasta que lo
dejamos felizmente casado con la famosísima Silvia Pinal. Un matrimonio que
duró nueve años y que, según confiesa la diva, tuvo cinco años de felicidad. Hora
de hablar de esos cuatro años restantes que la bioserie “Silvia frente a ti” ha
convertido en toda la experiencia matrimonial de Silvia y Enrique, una
verdadera pesadilla.
De regalar “joyotas” pasa a ser “una joyita”
Esos son los años
en que Silvia estaba involucrada en la obra de teatro Mame, uno de sus grandes éxitos, y filmaba la telenovela “¿Quién? “.
Era una mujer sumamente ocupada, se la pasaba fuera de casa y eso motivaba los
celos de Enrique.Los últimos discos de
Kike no habían tenido acogida, a pesar de que en 1973 grabó un Lp con temas de
un joven cantautor norteño llamado Juan Gabriel quien había sido parte de los
coros de Enrique Guzmán.
Que Vuelvas (Juan Gabriel, 1973)
Enrique estaba un
poco desocupado y comenzó a llenar sus horas con alcohol, cocaína e ideas negativas.
Silvia dice, en su libro y en la bioserie, que él se volvió totalmente infiel y
más encima la celaba. Enrique dice que la golpeó por única vez en 1973 (ha
insinuado que fue por descubrirla con otro). Silvia ha dicho que los episodios
de violencia fueron reiterados entre 1973 y 1975.
Silvia y Enrique con Alejandra
Alejandra, en el
2006, recordó haber visto en esos años a su madre con ojos en tinta en varias
ocasiones. Aunque Alejandra nunca se ha quejado de su padre—ni le
ha escritos canciones-denuncias como a Silvia— debe haber sido muy
duro para ella que (por admisión propia, confirmada por Kike) ha sido siempre
la consentida de su padre.
Alejandra y su padre en concierto
Silvia Pinal ha
declarado que la violencia verbal y las agresiones muchas veces eran suscitadas
por su deseo de divorciarse a lo que su marido se negaba totalmente. La
situación se volvió desastrosa a mediados de los 70. Curiosamente, fue la época
en que Enrique había encontrado otra vía de trabajo. A pesar de que había hecho
teatro anteriormente, “Sugar” fue un proyecto diferente y muy suyo.
A mí me da lata
que digan que Silvia Pinal produjo “Sugar”, es como reafirmar la imagen de la
bioserie de que Enrique no era nadie sin su mujer.Otra mentira es que se diga que Enrique “vivía”
de su famosa esposa. Hasta hoy Doña Silvia recuerda que lo que más le agradaba
de su tercer marido era que le obsequiaba muchas joyitas. (¡Joyotas! Como dice
la diva) que ella todavía conserva.
Respecto a “Sugar”,
además de su aplaudida interpretación de Jerry-Daphne un musico que, huyendo de
los gánsteres, se ve obligado a vestirse de mujer e ingresar a una orquesta de
señoritas, Enrique tradujo la obra, adaptó los números musicales e hizo del
espectáculo una obra personal.
En declaraciones
a Gustavo Adolfo Infante, el cantante rememoró haber estado agotadísimo en ese
tiempo, hacía dos espectáculos diarios, más encima lidiaba con una hernia que
lo obligaba a usar un incómodo cinturón de cuero. Es entonces que, según él,
Silvia se puso inaguantable con sus celos, y el empezó a alejase de su casa.
Sabemos que “Sugar”
alcanzó las mil representaciones en el Teatro Insurgentes. Eso quiere decir que
la obra todavía estaba en cartelera en 1975 cuando Enrique tuvo una grave
enfermedad renal que le costó un riñón. Como que si estaba tan enfermo y
ocupado no se la podía pasar todo el día de coscolino o apaleando a la mujer ¿o
no?
Las ambigüedades
cronológicas de la bioserie en cambio tienen a Enrique armando escándalos en su
casa que alertan hasta los hijos de Silvia, lo que lo obliga a abandonar el
hogar. Muestran incluso a Silvia Pasquel indignada con su padrastro. Silvia (hija)
hasta el día de hoy no se ha pronunciado sobre los hechos. A lo más se ha
referido a Enrique Guzmán diciendo que lo prefiere de ídolo antes que de marido
de la madre. Entre 1974 y 1976, fecha final del divorcio, La Pasquel era uña y
carne con su padrastro como la protagonista de “Sugar” que era. El mismo Enrique
ha dicho puntualmente que “ella demostró mucha nobleza” cuando lo del divorcio
de su madre.
Enrique y su hijastra Silvia en Sugar
Es en esa época
en que Silvia Pinal sitúa el episodio del revolver, cuando Enrique borracho la
amenaza con un arma, le exige que lo mate ya que no lo quiere, y se le escapa
una bala que pasa por la cabeza de su mujer y se incrusta en la cabecera de la
cama. Creo en esta historia porque el cantante andaba armado, cargaba una calibre
.22. En 1981 provocó un incidente, tipo “Gentleman de Las Lomas “, en la que le
pegó a unos tiros a un valet de estacionamiento.
Entra Moya Palencia
1976 fue el año
en el que Silvia dijo “¡basta!” Aparte que si le creemos a la serie Enrique
(que ya no vivía con su mujer) se raptó a los niños y los llevó a casa de sus
padres. Ahí es donde aparece Mario Moya Palencia en el cuento. En la bioserie está
pendiente de Silvia, y es a quien llaman cuando desaparecen los niños. Se
presenta en casa del matrimonio Guzmán Vargas a esperar a Enrique y finalmente
lo amenaza para que conceda el divorcio a Silvia.
A ver, Moya Palencia en esa época era Secretario
de Gobernación, se hablaba de él como candidato para presidente, no era un
achichincle para estarse todo el día alerta de lo que pasaba en casa de Silvia
Pinal, por muy compadres que fueran.Todavía no sé si Moya Palencia apadrinó a Ale o a Luis Enrique o si los Guzmán-Pinal
llevaron a bautizar a algún hijo del político.
Kike y su compadre Moya Palencia
El compadrazgo en
México es algo sagrado y que Moya Palencia haya llegado a los extremos que
narraré …tiene que haber recibido algún empujón de más arriba. Tal vez lo que
ha insinuado Enrique Guzmán de que Silvia le pintaba el cuerno con un político
importante no sea tan mentira después de todo. Aun así, lo afirmo, nada excusa
los golpes, las agresiones, los sustos. Así que debo aplaudir lo que hizo la
Señora Pinal.
Esta es la
versión Kike de cómo llegó a separarse de su mujer. Ojo, ella nunca lo ha
desmentido. Supuestamente Silvia lo llamó para reconciliarse y lo citó en un
lugar, pero a quienes se encontró fue a dos pistoleros enviados por Moya Palencia,
que lo subieron a un carro y por tres horas lo estuvieron “paseando” y
propinándole la golpiza de su vida. Después de eso Enrique aceptó el divorcio.
Concedido el divorcio,
Silvia se llevó a sus hijos a Italia por breve tiempo. Enrique ha hecho
declaraciones de que lo separó de sus hijos, que no le pidió permiso para
sacarlos del país (lo que es ilegal. Si la diva lo hizo es porque se sentía
amparada) y que el decidió no acercarse a ellos más. Fueron Alejandra y Luis
Enrique quienes lo buscaron ya en los 80, cuando el cantante había formado otra
familia.
La persecución no
acabó ahí. Otros esbirros de Moya Palencia se aparecieron en el piso donde
vivía Enrique y lo dieron vuelta al revés dizque que buscando drogas que no
encontraron. A Kike le entró miedo puesto que le quitaron su revólver y temía
que lo usasen para incriminarlo. Fue su hermano Emilio, muy cercano al entonces
presidente Luis Echeverria, quien la recuperó. Finalmente, el intérprete de “Popotitos”
recibió una llamada de alguien que sabia lo que pasaba quien le aconsejó que
saliera del país porque se la tenían jurada.
¿Es Enrique Guzmán Homófobo?
Enrique también
parte al Viejo Mundo. Con Silvia Pasquel van a España y en Madrid ponen en
escena “Sugar”, ahora integrando a Manolo Otero al elenco. El éxito de la obra
es comparable al obtenido en México.Aun
en la España del destape se admira el buen gusto con que se trabaja con el
travestismo y con el tema transgénero puesto que Jerry-Daphne llega a sentirse
mujer. Eso dicho para contrarrestar el cartelito de homófobo que porta Enrique
Guzmán desde el 2018.
Hace unos días
escuché una nueva expresión, normal en estos días en que a la corrección
política le ha dado por ser filóloga y se inventa vocabulario a cada rato. El
termino es “Outrage burnout” y quiere decir una superación, un como hastío de escandalizarse
con lo políticamente incorrecto. Creo que eso ocurre con lo de tildar a Enrique
de homófobo. Sobe todo en un mundo donde la verdadera homofobia cuesta vida de
homosexuales o arruina la existencia de estos. No creo que Enrique, por hocicón
y burlesco que sea, sienta verdadera repugnancia por del colectivo gay.
Lo que sucede es
que cuando, en el 2017, le pidieron su opinión sobre el colectivo LGTB, aparte
de desconocer el significado de las siglas (ósea ser ignorante es otra cosa) respondió
con un condescendiente “gays siempre ha habido”. ¿Nada terrible verdad? Solo
que usó la palabra “p” en vez de gay u homosexual.
Eso decantó en
una furia de bacante azuzada por supuesto con los medios a los que Kike tanto
les da para hablar y tergiversar. Ha llegado el punto que te encuentras con
gente que lo acusa de “ruco homófobo” y si le preguntas qué ha hecho o dicho
Enrique Guzmán contra los homosexuales no te saben responder porque solo
repiten titulares sin sentido.
Enrique Guzmán no
es homófobo, puesto que serlo implicaría no tener amistad con gente que se sabe/sabía
era homosexual, el caso de Juan Gabriel. La gente olvida que cuando Enrique
Guzmán produce “Sugar” (inspirada en el filme de Marilyn Monroe “Some Like it
Hot”) no solo la dirige y adapta diálogos y música. En su interpretación de un
transformista rompe con muchos tabúes del teatro mexicano. De hecho en su
columna Alza el Telón ( para El
Dia) Malka Rabell felicita aEnrique
por evitarcaer en vulgaridades de mal
gusto. Y en la
España del destape también se aplaudió esa característica de la puesta en
escena.
Por último, no
nos olvidemos de su propia interpretación de un personaje abiertame gay en el filme
español “Ellos las prefieren locas” que Enrique Guzmán filma en España en 1977.
En esta comedia, José Sacristán, para evitar que su esposa descubra que tiene
una amante se inventa un romance con Pedro alias “Flor de Lis” (Kike) un
cantante travesti que es vecino de la amante.
Bartolo en la Zona Rosa
Enrique Guzmán
regresa a México en 1977 tras casi un año en la Madre Patria. Trabajo no le
falta. Da vida al titiritero cojo en la obra “Lili” junto a Rocío Banquells
(medio-hermana de Silvia Pasquel). Graba discos incluyendo una de las canciones
de la obra y regresa a la televisión.
En 1978 rescata
su personaje de Bartolo Taras que había inventado para” Silvia y Enrique”.
Ahora Kike tiene un espectáculo propio donde hace reír con la interpretación de
Bartolo y de su primo el gánster argentino “Baby Face”. Yo conocí a este
Bartolo (un bobalicón ingenuo que de pronto se vuelve millonario) porque lo
pasaba la cadena SIN, hoy Univisión.
El programa era
bueno y tenía buen rating. aun así, al cabo de una temporada acababa
imprevistamente. Hay muchos mitos sobre ese final. Se dice que ocurrió porque
justo al padre de Enrique le había venido un derrame cerebral y había quedado
hablando como Bartolo. Enrique, que adoraba a su padre, se sentía incapaz de
hacer un personaje que parecía parodiar a Don Jaime. El motivo oficial fue que
al cantante lo estaban reconociendo en la calle como “Bartolo’ y le molestaba
esa imagen que se estaba creando, pero también existe un rumor de que El Tigre
Azcárraga no quería a Kike en Televisa.
A Enrique Guzmán
no le faltaba espacio para cantar y fue en esos años de finales de los 70, que
se volvió parte de la vida nocturna de la Zona Rosa. Hoy hay toda una nostalgia
por esa época en que los espectáculos de variedades y los clubes nocturnos
mexicanos estaban a la altura de los estadounidenses y los europeos. Enrique
estuvo primero casi una década en El Señorial, también en El Barbarella y a
partir de 1980 en el Fiesta Palace.
Rosalba,
La Paciente
Fue también por
ese entonces que inicio su romance con Rosalba Welter Gil, que ha sido su
esposa por cuarenta años. A pesar de que siempre están juntos, para el
investigador y para el fan de este milenio Rosalba es casi un enigma lo que
invita a rumores malintencionados.
Rosalba y Enrique
No he podido
encontrar fotos de ella de joven y sé que en su día las vi. Ni siquiera se sabe
dónde o cuando nació. Yo les puedo decir que en su momento se habló que ella
era al menos unos diez años menor que el marido. También a Enrique, después de
todos sus líos domésticos y sus excesos, se le había puesto el pelo totalmente
cano lo que lo hacía verse mayor que sus 36 años.
Mucho se ha
comparado esta relación estable y armónica que ha traído al mundo dos hijos,
Daniela y Enrique, con la caótica relación que tuvo con Silvia Pinal. Se ha
dicho que Rosalba calla porque es una “mantenida”. Si fuera así con todos los
altibajos económicos que Enrique Guzmán ha sufrido, ya hace rato que lo hubiera
dejado.
Rosalba viene de
una familia pudiente y prestigiosa. Su abuelo fue el Licenciado Emilio Portes
Gil, que fue presidente de México, su madre es la pintora Rosalba Gil de Welter.
Por parte de padre es sobrina de las actrices Linda Christian y Ariadne Welter
quien de hecho fue la primera esposa de Gustavo Alatriste, el supuesto gran
amor de Silvia Pinal.
Rosalba Gil de Welter
Cuando se le
pregunta a Enrique cómo ha podido mantener este matrimonio por cuatro décadas
su respuesta es que no lo hubiera podido lograr sin la paciencia de su
compañera. También admite que ambos les huyen a las discusiones, que tuvieron
una gran discusión antes de casarse y que decidieron que los problemas nunca más
los arreglarían peleando. Rosalba es crítica objetiva de su marido. Reconoce que
los mayores defectos de Kike son necedad y soberbia (“se adorna mucho”) como
dice la biografía del sitio oficial de Enrique Guzmán.
En el 2009, el
matrimonio Guzmán-Welter renovó sus votos matrimoniales. Alejandra Guzmán que
estaba presente dijo “La verdad es un ejemplo de lo que es amor”. A pesar de
todas las burradas que dice Enrique Guzmán, es obvio que la quiere mucho y el año
pasado lo demostró cuando Rosalba sufrió una neumonía que la tuvo gravísima.
De la OTI al Rucanrol
Pero volvamos a
los 80 en que Enrique Guzmán buscaba su lugar en la escena musical del momento.
Grabó canciones de los escritores del momento: Napoleón, Pérez Botija, Roberto
Cantoral y hasta de Raúl Vale, ahora marido de la novia de la juventud del
cantante: Angelica Maria.
Señora Enamorada (Raúl Vale, 1977)
Sin embargo, el consenso
era que no volvería a tener un éxito. Como Enrique es una caja de sorpresas,
les cerró la boca a todos cuando en 1982 ganó la OTI en su etapa mexicana. “Con
y por Amor” obtuvo un honroso cuarto puesto en la final de la OTI que tuvo
lugar en Caracas.
Con y Por Amor (Mario Molina Montes-Chamín Correa, 1982)
Su actuación en
la OTI volvía a colocar a Enrique en un rol vigente. La mayor demostración es
que Televisa le permitió tener un programa de variedades, “Nuevas Noches”. Ahí Kike
se mandó un dueto con Rigo Tovar de “Pensaba en Ti”. A propósito, para quien
diga que Enrique en su juventud solo cantaba covers. Esta canción la escribió él
y la grabó en 1961. Retomar esta canción y otras de la época hicieron entender
a Kike que era el momento de la nostalgia, de resucitar los éxitos del pasado y
hacerlos conocidos.
Pensaba en Ti (Enrique Guzmán, 1961)
Un poco de ayuda
tuvo ahí de su hija mayor que como sabemos se hizo famosa con adaptaciones de
éxitos de su padre, lo que Ale llama “rucanrol”. La canción con la que debutó
Alejandra sin embargo fue “Luz de Luna” que cantó en “Siempre en Domingo”.
Antes del debut, Alejandra acompañó con su
baile a Enrique que interpretó “Lucila” y “Popotitos” Es por eso por lo que
cuando Ale proclamó que Miguel Blasco fue su “padre artístico”, Kike se sintió.
Es innegable que Blasco fabricó a La Guzmán, pero quien la acompañó en su noche
de debut fue Enrique.
Los 90 vieron el
auge de Alejandra como Reina de Corazones y Reina del Rock. Con la resurrección
de “La Plaga”, Enrique nostálgico abrió su propio night-club en la Zona Rosa y
le puso el nombre de su canción icónica. La noche de apertura se presentó en el
antro el elenco completo de “Hello Dolly”, en ese momento un exitazo teatral,
con su estrella, Silvia Pinal, a la cabeza.
Y es que es
cuento que Enrique y Silvia no tenían contacto alguno. Muchas veces asistieron
a los conciertos de Alejandra. Esta ha desmentido un mito de Silvia de que la
diva no pudo ir al bautizo de Frida Sofia, puesto que la madrina—nada
menos que La Doña, Maria Felix— no quería a la familia de Ale (¡!!)
presente. Obvio que eso no era cierto, y Alejandra ha confirmado que tanto
Silvia como Enrique estuvieron ahí.
Aún más
importante cuando en el 2000, Doña Silvia tuvo que huir de México debido a
problemas legales se instaló el apartamento de Enrique Guzmán en Miami. Otra lata es que
digan que se escondió en el departamento de su hija. El cuento que los
comentaristas de la farándula de entonces fue que la diva le pidió a Ale que le
pidiera al padre el depto. Así lo hizo y Doña Silvia se refugió en la Florida.
Pasados unos
meses, Kike siempre tan Kike exigió que lo desalojara porque necesitaba el piso.
Fue ahí que la Señora Pinal se fue al piso de Alejandra. En su momento Kike fue
criticado por eso, pero que risa, hoy nadie se acuerda. Tal vez en una década
nadie se acuerde que fue golpeador. Es que la memoria es un lujo escaso en este
nuevo siglo.
Alejandra y sus padres en el 2013
Las enfermedades de Los Guzmán
El Siglo XXI ha
visto a Enrique dividir su tiempo entre conciertos icónicos, escándalos dados
por él o por sus bochincheras parientes, y enfermedades. Enrique Guzmán cumple
77 años en este 2019, pero lo cierto es que lleva cuarenta y pico de años
viviendo con un riñón y que si se mira su historial médico está vivo de
milagro. En el 2002, durante unos exámenes para monitorear el funcionamiento de
su riñón, le encontraron problemas cardiacos que ameritan una cirugía corazón
abierto.
Dos años más
tarde, durante una gira en Los Ángeles, se le presenta una arritmia que demanda
una nueva cirugía. Conmovedor es que durante este proceso esté acompañado por
su “rival” César Costa que está muy pendiente del enfermo. Eso demuestra que su
aparente enemistad, que viene de los Años del Rock, es un truco publicitario.
Es cierto que Kike y Alberto Vásquez no se tragan, pero con César si hay
amistad, lo demuestra este comercial de cerveza que filmaron en los 80.
El año 2004 es
difícil para los Guzmán. El año anterior Alejandra había perdido un bebé producto de su relación con
Gerardo Gómez de la Borbolla. A pesar del aristocrático apellido, Gerardo resulta ser
un vulgar estafador. El estrés empuja a Ale a una depresión. La Guzmán ha
confesado haber experimentado con drogas desde el comienzo de su carrera, pero
ahora el uso de susbstancias se convierte en adicción.
La rehabilitación
ha sido un proceso largo y difícil para la cantante quien siempre ha declarado que
no lo hubiera logrado sin el apoyo de su hermano y de su padre. En medio de ese
proceso, en el 2007, Ale fue diagnosticada de cáncer de mama y se le extirpó un
quiste. La guinda del pastel vino en el 2009 cuando, tras una cirugía plástica,
se le presentó una casi letal infección a la Reina de Corazones. Ale estaba tan
mal que quien firmó las autorizaciones para el tratamiento fue su padre quien
se ocupó de hacer declaraciones a la prensa. Se le vio a Kike visiblemente afectado,
pero por una vez muy compuesto y objetivo.
En el 2015, la
salud del cantante volvió a darle un susto. Esto coincidió con la aparición del
libro de su exesposa. Se trataba del virus ecoli que lo encontró en unas
vacaciones en Cancún. Ya recuperado, el intestino volvió a darle problemas y en
enero del 2016 se le extrajo el colon. Esta operación acabó con la gira presupuestada
por el astro por Sudamérica.
Como si fuera poco,
un mes tras la cirugía se le presentó una trombosis. Muy delgado, Kike emergió después
de casi un mes en el hospital anunciando “Estuve cerca de la muerte”.Aprovechó ahí para celebrar que Ale hubiese
sido coronada Reina de la Comunidad Gay. A pesar de usar el despectivo “P”,
demostraba con sus palabras ni repudiar ni odiar a la comunidad, incluso parecía
agradecerle el homenaje a su hija.
Lo interesante es
que todo esto ocurría luego que Ale ya hubiera declarado sobre la relación de
sus padres en el Show de Cristina Saralegui. Eso no pareció afectar a fama ni reputación de Enrique quien estaba
de gira constantemente solo o como parte de los Cinco del Rock, que desde su
recital en 1994 han seguido apareciendo juntos en un escenario.
A partir de la
muerte de Manolo Muñoz, y a pesar de las diferencias con Alberto Vásquez, los
ahora Cuatro del Rock seguían reuniéndose. Famosa también fue una serie de
conciertos que dieron Los Guzmán, padre e hija, con Doña Silvia sentada en
primera fila, en el 2003.
Apoteósicos también
han sido los espectáculos para celebrar la trayectoria musical de Enrique Guzmán.
En 1992 celebró sus 35 años de vida artística. Un espectáculo que reunió sobre
un escenario a Rocío Dúrcal, a Juan Gabriel y a los cuatro hijos del cantante.
En el 2007, Kike celebró medio siglo en el gremio en un Auditorio Nacional abarrotado.
La historia se repitió en el 2017 para celebrar sus sesenta años de carrera y
Alejandra fue a invitada especial. “Estoy
orgullosa de ser tu hija” dijo Ale al subir al escenario.
La Bioserie de la Discordia
¿Entonces de
donde salieron estas discordias familiares? En el 2017, al saberse de la próxima
bioserie de su mujer, Kike se mostró interesado en participar (previo pago por
usar su nombre). Cuando se negaron a dejarlo leer el libreto antes de las
filmaciones, se ofendió y retiró su permiso. Dijo entonces que solo a Alejandra
le cedería el derecho a usar su nombre.
A medida que avanzaba
el 2018 y aparecían noticias sobre el contenido de la cercana “Silvia Pinal:
frente a ti” el cantante se indignó, retiró todos permisos y amenazó a Televisa
con demandas legales si se atrevían a mencionarlo. De ahí que en la bioserie de
Silvia Pinal sea “Felipe Román “y en “La Guzmán” sea el “tío Emilio”.
¿Como hubieran
sido las cosas si hubiera dado permiso? ¿Hubo algún tipo de revanchismo en la
exagerada descripción de Enrique Guzmán como un monstruo de maldad en la bioserie
de su exesposa? Al menos el Tío Emilio es un personaje positivo. Lo muestran
muy protector de su hija-sobrina.
2018 fue un año
muy difícil para Enrique incluso antes que las bioseries llegasen al aire. Como
siempre, el estrés impactó en su salud. Otra cirugía para reconectarle el
intestino en junio. Un mes más tarde, el susto se lo llevó el cantante cuando
su esposa sufrió un paro respiratorio que casi lo deja viudo.
Coincidentemente,
hace un mes fue Doña Silvia Pinal la de los problemas respiratorios. Fue
durante su pulmonía que la tuvo hospitalizada, y en medio de la polémica
provocada por las bioseries, que Enrique hizo las paces (selladas con un beso
en la boca) con su ex.
Los medios tan conscientes
de la carencia de atención de su público postmillenial, ya han dejado atrás
estos líos, pendientes ahora de la lucha libre entre las primas Frida Sofia Guzmán
y Michelle Salas. Enrique sin ponerse en contra de Michelle, ha tomado partido
por su nieta declarando que el problema de Frida, y de Ale, es que ambas están
muy solas.
Este año acabado
la gira de la Caravana del Rock, Enrique anda ocupado con la producción de un
disco de duetos. Conseguida la aprobación de los herederos de Juan Gabriel,
saldría al mercado un dúo póstumo e inédito con el Divo de Juárez junto a otras
canciones de Enrique en pareja con Luis Miguel y Christian Castro, entre otros.
Enrique también
prepara teatro ya que será Herodes en la nueva producción de “Jesucristo
Superestrella” donde el protagónico lo lleva mi paisano Beto Cuevas.
Acercándose a su octava década a Kike no le faltan trabajo ni energías para
cumplirlo.
Palabras finales
Llegado el fin de
esta semblanza, todavía no puedo dar un veredicto sobre Enrique Guzmán. Sobre
su condición de artista, dejo que hablen los grandes. Cantantes tan diversos
como Juan Gabriel y Joaquín Sabina confesaron en su momento la influencia que
Enrique Guzmán tuvo sobre su música. El productor José Luis Gravito que
compartiera panel con Enrique Guzmán en el programa “La academia”” dijo del
cantante “ante la carrera de Enrique Guzmán no podría hacer otra cosa mas que
besarle la mano”.
En America Latina
solo un cantante tuvo la altura para rivalizar con Enrique Guzmán, ese fue Palito
Ortega. En el 2008, el ex Gobernador de Tucumán homenajeó a su rival grabando
un disco con éxitos de Enrique Guzmán.
¿Y cómo ser
humano? Yo quiero quedarme con algo que
Silvia Pinal le confesó a Itatí Cantoral durante el rodaje de la bioserie, que,
si volviera a vivir, volvería a casarse con Kike porque le había dado hijos
maravillosos. Creo que hay algo en la personalidad de Enrique detrás de su
violencia, su mal genio y su boca suelta que encanta. El mismo hechizo ha sido heredado
por Alejandra, y es lo que no ha dividido ni disminuido el gran número de fans
que el cantante sigue cosechando, aunque sea con música del recuerdo.
Había esperado hablar
de Enrique Guzmán antes de las bioseries de su ex y de su hija, pero ni modo.
Se me adelantaron y hablar hay que hacerlo. Tanto “Silvia frente a ti” como “La
Guzmán” pueden confundir a nuevas generaciones, o a gente que nunca ha seguido
la trayectoria de la música pop latina de los 60, pero la verdad es innegable.
El Señor Enrique Guzmán puede que no sea un señor, que sea un ser humano poco
recomendable, pero El Maestro Guzmán es una institución, un pionero del rock
and roll (cuando este solo hablaba inglés) no solo en México sino en America
Latina.
El Twist (1961)
Hacer esta semblanza,
tras la bioseries de Silvia Pinal, resulta tarea ingrata. A pesar de que lo
disfrazan de “Felipe” todos saben de quien se trata y ver sus “hazañas” en
pantalla no ayuda a limpiar la reputación de Kike de violento y golpeador. El
mismo lo ha reconocido. Pero en esta ocasión quiero hablar del impacto de
Enrique Guzmán como cantante, de su trayectoria pre-Silvia Pinal, de sus días
en que todas las adolescentes del continente soñaban con el y cantaban sus
canciones y de la influencia que tuvo en su momento en el rock latino.
Oye (Adler-Ross, 1962)
Pero también hay,
como en cada semblanza, un intento de encontrar la verdad, porque todo juicio
exige dos versiones de los hechos. Hemos visto en reseñas anteriores que la
verdad mediática—la creadora de leyendas blancas y negras— suele
jugar con hechos históricos. Eso también ocurre en este cuento. He visto un video
adulterado de una entrevista de Enrique Guzmán en la cual una edición
caprichosa hace parecer que hablara mal de su amigo Juan Gabriel. También he
escuchado una grabación casi ininteligible de Alejandra Guzmán diciendo que
haber visto a su madre con los ojos en compota marcó su vida. La ausencia de
información cronológica no ayuda a contextuar esa grabación y eso se ha vuelto
un lugar común en este cuento.
Enrique y Alejandra Guzmán
En “La Guzmán”
reiteradas veces dicen que Viridiana Alatriste falleció en 1982, fue en 1984;
aun en su autobiografía Silvia Pinal es vaga con fechas; y en su bioserie el
matrimonio con Kike parece haber sido foco de conflicto desde el primer día,
cuando en varias ocasiones la Señora Pinal ha declarado que los problemas
comienzon a partir de 1972 coincidiendo con un periodo de decadencia en la
carrera de Enrique Guzmán.
Menciono esta
grabación de Alejandra porque es la que muchos creen ser la primera confesión
sobre la violencia domestica que presenció en su infancia. No, señores,
Alejandra habló (sobria) sobre este tema en un programa de televisión, por allá
por el 2006. No sé qué efecto haya tenido en ese entonces, ni he podido
encontrar ese programa. Tal como no encuentro el lugar donde Enrique Guzmán
hablara sobre las infidelidades de Rocío Dúrcal. Al menos en este segundo caso,
en su respuesta a Junior, Enrique dijo que el cantante-bailarín debería pedirle
disculpas su difunta esposa puesto que si Rocío había sido infiel era empujada
por el abandono e infidelidades de su marido (reconocidas en la autobiografía
de Junior) y que el mayor error de la Reina de las Rancheras fue no
divorciarse.
Esta semblanza intenta
ser puntual en lo que se refiere a fechas y contextos. Más que una ficha biográfica
del Maestro Guzmán es también un vistazo a la esfera de su primera cónyuge,
Silvia Pinal, y de su hija y heredera musical, Alejandra Guzmán. Es por eso también
que ha quedado larguísima y he tenido que dividirla en dos partes. Como
siempre, lo mejor se ha quedado en el tintero.
Presumida (Samwell, 1961)
Vamos a comenzar
desde el principio desde el nacimiento de nuestro astro. La primera
controversia sobre Enrique Guzmán surge a raíz de su nacionalidad. Aunque de
padre poblano y madre guanajuatense, Enrique Alejandro Guzmán Vargas nació en
Venezuela en febrero de 1943. A pesar de que sus padres inmediatamente lo
inscribieron en la embajada mexicana, yo recuerdo en la época en que ganó El OTI, a gente que acusaba
a Enrique Guzmán de no ser mexicano.Igual
ahora, aparte de gritarle “homófobo” y “golpeador”, también lo tildan de
“extranjero”.
El Mar (Charles Trenet, 1961)
El caso es que al
cantante eso siempre lo tuvo sin cuidado, aunque mantenga un buen recuerdo del
lugar que lo vio nacer. En el 2017 en una entrevista telefónica, Enrique además de condolerse de lo que
la dictadura de Maduro ha causado al pueblo venezolano (al que describió como
“gente muy luchadora”) también habló de su nacimiento en El Valle, cerca de Caracas.
"Yo nací por
la casualidad de la vida, no en Caracas, sino en un pueblo cercano, El Valle. Y
me siento orgulloso de ese país y de qué pues a mi madre se la haya ocurrido
que naciera ahí, porque así lo dictó la naturaleza.
A lo que se
refiere es a que nació en casa y con partera porque su madre hizo mal las
cuentas. En vez de irse a México a dar a luz, el parto la encontró todavía en
su propiedad, la Quinta Janitzio en el Valle que hoy es parte de Caracas. Para
el nacimiento de Enrique su familia llevaba ya ocho años en Venezuela donde el
padre de Enrique tenia una empresa de construcción.
Mangos (Wayne-Libbey, 1961)
Enrique vivió
doce años en Venezuela para luego regresar junto a su familia a México. Ese
mismo año, el niño desarrolló un nuevo hobby, el patinaje. Kike era alumno del
Colegio Fray Luis de Zumárraga, institución notoria porque sus alumnos vivían
de pinta. Un refugio de Enrique era la pista de patinaje en el Deportivo Chapultepec.
Ahí seria en 1957 que conocería a los Hermanos Martínez. A pesar de que había
diferencia de edades, congeniaron porque los unía el amor a la música, a sobre
todo al rock que todavía no tenía un equivalente latino.
Bailando el Twist con Los Teen Tops
Los Martínez
viajaban mucho al otro lado de la frontera y se conocían los hits parades
estadounidenses de memoria. Germinaba en su cabeza la idea de crear un grupo
música. Kike, que tocaba la guitarra, se entusiasmó con ese proyecto. Así
nacieron Los Teen Tops, a los que se les uniría Sergio Martel y Rogelio Tenorio.
Al comienzo tocaban en eventos privados, fiestas familiares, etc. pero eso iba
cambiar.
¿Quién puso el Bomp? (Mann-Goffin, 1961)
Para 1960, Los
Teen Top estaban en las radios, aunque sus padres todavía no se enteraban. Al
comienzo cantaban en inglés, pero luego Manny Martínez comenzó a traducir las
canciones más conocidas del rock del momento. En ese sentido fueron pioneros.
Así nacía, el tema más icónico de Enrique Guzmán, “La Plaga” que tiene su
propia letra sobre la música de “Oh, Golly Miss Molly” de Little Richard.
La Plaga (Blackwell-Marascalgo-Teen Tops, 1961)
Entretanto
Enrique había acabado la preparatoria y se inscribió en la Facultad de Medicina
de la UNAM, aunque nunca terminaría la carrea. Los Teen Tops grabaron sencillos
y Long Play para Columbia antes que Kike, a sus 17 años, se lanzase como solista
en el sello ABC. Su primer LP contó con
la valiosa ayuda del arreglista Chuck Anderson, quien anteriormente había
trabajado con la Orquesta de Glenn Miller.
Para entonces había
muchos grupos roqueros en México, pero faltaba una voz equivalente a los ídolos
de la balada gringa como Paul Anka, Frankie Avalon y Ricky Nelson. Aunque Enrique
había comenzado con temas del rock y twists, y quería ser una especie de
sucesor de Ritchie Valens (quien fuera el primer roquero latino) acabó siendo
una nueva versión más juvenil de Frank Sinatra de quien también cantaría
covers. Un ejemplo es “Mamselle” que
Frankie grabara en 1947.
Mamselle (Goulding-Gordon, 1961)
El primer éxito como
solista de Enrique es lo que se conoce como una loa al suicidio, curioso
viniendo de un artista que siempre ha confesado su miedo a la muerte. Hablamos
de la archifamosa “Adiós mundo cruel” que había grabado James Darren en 1960, y
que después de la de Enrique, tendría versión italiana con la voz de Pepino Di
Capri.
Adiós Mundo Cruel ( Shayne, 1962)
Sus críticos
dicen que Enrique (y todos en esa primera ola rocanrolera mexicana) solo
cantaban traducciones y no tenían creatividad. No se fijan que, comparando las
letras, las canciones cambian de sentido al ser traducidas. El mejor ejemplo es
Miss Molly, un subversivo himno a los encantos de una prostituta, que se
transforma en la más sana “La Plaga” que es una invitación al baile
desenfrenado y a una chica cuyo mayor merito es su manera de bailar.
La idea del baile
como una virtud en la mujer se refleja también en otro recordado exitazo de
Enrique Guzmán, “Popotitos”, el cuento de una feúcha flacuchenta (“A Miss
Universo no va a llegar”) que enamora con su baile “que da pavor”. De alguna
manera estas traducciones comienzan a ser un referente de la vida social de los
jóvenes mexicanos, y expresan sus sueños, sus intereses, sus expectativas.
Popotitos (Larry Willias-E. Guzmán, 1962)
Escuchando las
voces de sus “rivales “Alberto Vásquez y César Costa entonar baladas románticas
es cuando uno cae en que la voz de Enrique Guzmán era perfecta para ese género,
más fresca y versátil puesto que podía cantar tanto un alocado twist como un
tema romántico anglo, como las versiones más melancólicas de Bobby Solo, su
equivalente italiano, o algún éxito de bossa nova tan de moda en esos primeros años
de la década sesentera.
Una lágrima en la
mejilla (Lunero-Mogol-Manzanero, 1965)
Inclusive era
capaz de cantar temas clásicos de la era del swing como la “Mamselle” que puse
arriba, “Begin the Beguine” que grabó una versión en 1989, y su primer disco de
solista traía una adaptación de “Again” que, aunque escrita por Dorcas Cochrane
en 1948, había sido reflotada en ingles por Ricky Nelson en 1961.
Usando como
trasfondo la melodía de Lionel Newman, Enrique le da a esta (que yo considero
una de las cinco canciones mas lindas que se hayan escrito) una letra que se
acerca la de Cochrane, pero también un sentir muy latino, muy personal. Me
gusta más esta versión que la traducción que cantara Ana Maria González en 1950.
Tal vez (Cochrane-Newman, 1961)
Otra razón para
que Enrique sobresaliese fue su actividad en el cine. Por primera vez, México tenía
un cine juvenil y Kike era el gran galán. Ayudaba su buena presencia, su aura
de niño bueno y bien parecido (mal que mal comienza a cantar cuando todavía es
un adolescente con cierto aire inocente y clean
cut).
Kike a los 18 años cuando ya era una estrella en ciernes.
Se vale mencionar que poseía cierto sex-appeal
pubescente. Enrique quien (según Rosalba, su señora actual, que le ha sacado
sus trapitos al sol en esta excelente mini biografía) perdió su virginidad a los 16 años, era
mujeriego desde jovencito y muy coqueto.Como diría su exnovia Angelica María:” a él siempre le gustaron “las
niñas malas””.
Dame (Breedlove, 1965)
Pero esa
sensualidad se combinaba con una inocencia infantil que apelaba tanto a las
adolescentes como a sus madres. Se le veía como el hijo o sobrino, hasta el
nieto de toda familia, un poquito rebelde, pero con buenos principios. Sobre todo,
exudaba optimismo que es lo que mas gustan los mayores de los chicos. Era el
nene capaz de poner a bailar twist a la mismísima Doña Libertad Lamarque.
Oye Niña (Lee1963)
En su primera
cinta “Twist, Locura de juventud” Kike pone a bailar a Rosita Arenas, una joven
“avejentada” que es parte de una liga (y existieron) que quiere acabar con el
twist.
Locura de
Juventud (trailer)
Para los medios
de entonces, Enrique era la contraparte masculina de Angelica Maria por lo que
fue una delicia cuando los cantantes se hicieron novios. Enrique y Angelica
comenzaron a filmar juntos y sus películas fueron todo un éxito. Curiosamente,
no había celos por parte del público. La mayoría de las jovencitas se
identificaban con Angelica Maria y a través de ella vivían la experiencia del
romance con Kike.
Por casi cuatro años
fue la pareja preferida del público, pero la inmadurez e irresponsabilidad de Enrique
acabaron con la relación, aunque han seguido siendo amigos hasta hoy. Una razón
más para que el romance no prosperará era la ocupada rutina de ambos. Enrique
combinaba presentaciones, grabaciones, filmación de películas y giras por la República
Mexicana y el extranjero donde cada vez se hacía más famoso. Yo recuerdo haber
asistido a un concierto de él por allá por 1964 que era la época en que andaba
en un tour por Sudamérica.
Yo te amaré toda
la vida (Bernard-Rossi-Valdes, 1961)
Aprovechando
giras internacionales, Kike filmó varias películas en Sudamérica como “Nacidos
para cantar” en Argentina y “Fiebre de juventud” en Ecuador. Pero la gran sorpresa
es el éxito que Enrique Guzmán alcanzó en la Madre Patria. En 1964 viajó a
Madrid para recibir un disco de oro que entregaba el Ministerio de Información
y Turismo, honor que hasta entonces solo recaía en en cantantes de habla
inglesa.
Muchacha Bonita (Algueró, 1964)
El éxito del
cantante lo llevó a ser contratado para filmar junto a la cantante mas famosa
del momento, Rocío Dúrcal. “Acompáñame”
sigue siendo mi película favorita de Enrique Guzmán, tal vez por la química que
existe entre sus protagonistas. En su momento se habló de romance entre ambos. Rocío
siempre lo desmintió, Enrique no tanto. Hasta comentó que habían compartido un
beso en un elevador.
Lo cierto es que hubo una estrecha amistad
entre ambos. Kike lloró la muerte de la ‘reina de las Rancheras” y como muestra
de luto esa noche en un concierto no incluyó “Acompáñame” que siempre ha sido
parte de su repertorio. Recientemente, Enrique Guzmán reveló que siempre estuvo
enamorado de Rocío Dúrcal, pero nunca se lo confesó.
Acompáñame (1966)
Así llegamos a
1967 cuando comienza lo que podría denominarse la “etapa oscura” de Enrique Guzmán
que, para bien o para mal, está asociada con Silvia Pinal. En estos últimos
tiempos hemos escuchado muchas versiones contradictorias sobre una pasional
relación que devino en violencia interfamiliar y una guerra que, a pesar de sus
treguas, sigue batiéndose entre ambos divos.
El día vendrá (Hilliard-Garzón-Guzmán, 1967)
Lo mas curioso de
las discordancias sobre los hechos ocurridos durante el matrimonio Guzmán-Pinal
es que no solo se desmienten entre sí, no es solo que Enrique diga algo y su ex
lo refute (y viceversa), es que las estrellas se auto contradicen. Algo natural
en personas de edad mayor que muchas veces no pueden recordar hechos del pasado
con la claridad de alguien mas joven. Incluso ambos en medio de sus entrevistas
salen con un “¿Y cómo fue?” “¿y yo que dije?” que ya parecen El Chapulín
Colorado.
Se entiende,
hablan de algo que les ocurrió hace medio siglo. Ambos se consideran víctimas
de los sucesos pasados y subconscientemente ambos manipulan sus recuerdos. Yo
creo que Enrique si golpeó a Silvia y más de una vez. El si recuerda haberle
dado una madriza, de la que hoy dice arrepentirse, pero asegura de que se trata
de un hecho único que tuvo lugar en 1973.
Silvia ha dicho en entrevistas y en su
autobiografía del 2015 “Esa soy yo”, que, de jalones y empujones, Enrique pasó
a los golpes que en ocasiones la dejaron con marcas en el rostro.Ella asegura que esta etapa ocurrió pasado el
año 72, pero la bioserie pone a un Enrique (alias “Felipe) descontrolado que
desde el primer día golpea, veja y agrede física, verbal, y hasta sexualmente a
su mujer.
Gonzalo Guzmán como Felipe e Itati Cantoral como Silvia
El hecho es que Kike tiene mal carácter,
estaba pasando por una etapa difícil, incluso había problemas de salud de los
que nadie ha hablado, y más encima se metía cocaína. Ósea el terreno estaba preparado
para maltrato a la esposa, algo que tristemente es parte de una realidad latina
que todavía existe y se calla, y más aún en los 70.
Me ha sorprendido
que la versión de Silvia Pinal de la ordalía sufrida a manos de Enrique Guzmán
sea idéntica (hasta el asunto del revolver) a lo vivido por La Doña en su
matrimonio con el Maestro Agustín Lara. No estoy acusando a Doña Silvia de
apropiarse de una tragedia ajena, sino que ahí se ven perfiles parecidos:
grandes músicos cegados por celos y drogas que recurren a la violencia como desahogo.
Pero vamos a ver
como comenzó este amor Apache. En 1966, Enrique Guzmán estaba en la cúspide de
su carrera como cantante, como actor, era un ídolo internacional y a los 23 años
estaba guapísimo. Silvia Pinal, gran estrella del Cine de Oro había (sin dejar
el cine) trasladado su talento a la pantalla chica donde tenía un exitoso
programa de variedades al que invitó a Kike.
Alguien a quien
amar (Gimbel-Valle, 1967)
Todo ese cuento del
encuentro en un bar, la cantada juntos y que Enrique hubiese estado enamorado
de Silvia de adolescente, han sido decoraciones de la trama de la bioserie. Lo
cierto es que Silvia y Enrique se conocen en el programa y fue un flechazo
inmediato y mutuo. No romántico, pero si pasional porque hablamos de dos seres
muy carnales. Enrique quedó deslumbrado con la belleza de una mujer-leyenda, y que
Doña Silvia no se nos haga de la boca chiquita, Kike tenía lo suyo.
Según ambos
cuentan se la pasaron platicando toda la noche y acabaron desayunando juntos.
Silvia ha contado que el cantante manilargo no paraba de tocarla. Le creo que
haya temido a una relación con un chico al que le llevaba doce años (no diez
como cuenta ahora) y con pésima reputación, pero también ha de haberse sentido halaga
y no era inmune a los atractivos Guzmán.
La Señora Pinal
ha contado tres cosas de esa etapa, una falsa, dos verdaderas. La falsa es que a
Enrique no le iba bien en su carrera. ¡Mentira! Estaba haciendo cine como loco,
a un paso de su último gran éxito “Teresa”, grabando Lps, hasta había hecho teatro.
Volvía de España donde era ídolo. Lo que pasa es que, si miran la serie, todos
los maridos de la diva son retratados como inútiles, mantenidos, que viven a la
sombra de ella. Yo creo que el gran problema de Silvia y Enrique es que eran
astros gigantes, con egos gigantes que chocaron entre si provocando celos
sentimentales y profesionales.
Teresa (Endrigo-Gil, 1967)
Dona Silvia también
ha contado que Enrique andaba bajoneado porque a su padre el Ingeniero Guzmán
Esparza le había ido mal en los negocios. De la preocupación, el cantante llegó
a enfermarse y según cuenta la diva, ella lo cuidó. De pequeña le
pregunté a mi Ma que, como Kike, tan lindo, había dejado a Angelica Maria por
una “vieja”. Mi madre (que idolatró a Silvia hasta la muerte de Viridiana) me
dijo que no le dijera “vieja”, que era una mujer guapísima y famosísima, que Enrique
y Angelica estaban hace rato distanciados, y que la Señora Pinal había apoyado
al cantante en un momento en que el estaba malito de salud.
Yo creo que eso
es lo que Enrique Guzmán vio en Silvia Pinal, alguien que lo iba a “apapachar”
siempre, cuando era ella la que estaba para que la consintieran y si no mimaba a
sus hijas menos iba ser mamá de su marido. Pero bueno, después de unas
vacaciones juntos en Acapulco, Silvia descubrió que le había fallado la píldora…
y aquí hay algo que no me cuadra.
Contigo en la
playa (Mogol-Fidenko-Finkel, 1965)
Silvia Pinal era
una adulta, responsable, independiente, sabia en el manejo de su carrera y de
su persona. Lo normal es que hubiese arreglado ese asunto de acuerdo con su decisión,
sin involucrar al mocoso que, según ella, era un romance de paso. En cambio,
buscó a Enrique y le contó que iba a abortar. El bien pudo salirse del asunto,
pero prefirió casarse y eso porque ya se sentía enamorado de ella y creo que
ella quería también que la relación fuera estable.
Silvia Pinal y
Enrique Guzmán se casaron en Cuautla, donde ella filmaba “Maria Isabel”. Alejandra
nació en 1968, en 1971 nacía su hermano Luis Enrique. Doña Silvia ha sido
enfática: desde su matrimonio hasta 1972, ella y Kike tuvieron una relación
hermosa. Es a partir de ese año fatídico que las cosas comienzan a ir mal.
Loa Guzmán Pinal con sus hijos a comienzos de los 70
Entre 1967 y
1972, Enrique no deja de grabar, Además de “Teresa”, en 1967 graba la versión
original de la magnífica “No” del Maestro Armando Manzanero., pero le da un
descanso a los tures y a las presentaciones, tal vez para dedicarse mas su
familia.
No (Armando Manzanero, 1967)
Lo que si no para
de hacer es cine. Hace filmes que traen nuevas canciones. Mi musical favorito
de ese entonces es “Sor Yeyé” con Hilda Aguirre, una versión muy libre de La Hermana San Sulpicio de Armando
Palacio Valdés.
Para demostrar
que solo existía amistad entre ellos, Enrique y su ex Angelica Maria filmaron
en 1969 “Como perros y gatos”. En 1971, Kike le va a una onda más versátil y
filma la única cinta ‘seria” de su carrera. Se trata de la co-producción "Alien Terror", un filme de terror
genero muy de moda en México de entonces, junto a la leyenda Boris Karloff. En
1972, protagoniza junto a su esposa la comedia “Como hay gente sinvergüenza”.
Silvia y Enrique
no solo fueron pareja romántica, también lo fueron profesionalmente. Silvia
Pinal se había instalado en la televisión, en 1968 protagoniza su primera
telenovela, una de esas joyas históricas de Don Ernesto Alonso “Los Caudillos”.
Enrique la sigue un año más tarde con una aparición especial en “Una plegaria
en el camino”.
Pero es cuando
están recién casados que a la pareja se les ocurre producir un tipo de programa
que se parezca al exitoso “The Sonny and Cher Hour” que causaba furor en la Unión
Americana. En ese programa “Silvia y Enrique” es cuando presentan a Alejandra en
público.
El programa, como
su equivalente anglo, es una amalgama de sketches cómicos (Enrique y Silvia son
magníficos comediantes) y canciones muchas a dúo. En ese tiempo, Enrique y su
esposa graban un disco de duetos.
Para ese programa
que Enrique crea un personaje icónico “Bartolo Taras” que pronto se convierte
en un referente para el público. A pesar del éxito, el show acaba en 1972,
propiciando una llorosa despedida de la pareja protagónica y una reunión de los
hijos de Silvia (mas una Stephanie Salas bebé).
En la segunda
parte de esta semblanza los llevaré a explorar la “Leyenda Negra” de Enrique
Guzmán, pero también como consiguió reinventarse, tanto en la comedia musical,
como en el rock de nostalgia, o lo que Alejandra Guzmán denomina
irreverentemente “rucanrol”.