lunes, 19 de octubre de 2020

Aromas del Ayer: Los Perfumes de Adrienne Vittadini



Mi sexto-primer cumpleaños se caracterizó por el regalo de tres sets de perfumes en envases miniatura. Uno era una combinación de autores, el otro el de muestras de Nina Ricci del cual les hablé el mes pasado. El tercero era todo un misterio. ¿Quién era Adrienne Vittadini creadora de tan exquisitos perfumes, y como es que nunca había oído hablar de ella? La investigación provocada por mi curiosidad y sus resultados son el tema de este blog de octubre.



Me sentí realmente ignorante cuando supe que Madame Vittadini había estado en el negocio de la moda desde 1979. Hasta es posible que me haya tropezado con algunos de sus diseños en Bloomingdale’s o ahora en Kohl’s, porque también diseñaba tallas grandes.

Adrienne Toth nació en Hungría en 1945. Tras la Revolución Húngara de 1956, su familia se trasladó a Estados Unidos. Desde pequeña, Adrienne demostró aptitud para el dibujo y estudió diseño de modas en la Moore Art School de Filadelfia. En esa época también modeló para la tienda Sacks Fifth Avenue. En 1965 se fue a Paris a hacer un internado con el diseñador Louis Feraud

Los primeros trabajos de Adrienne Vittadini fueron para las firmas Pronto y Warmco donde se especializó en ropa tejida. En 1971, en un viaje por Europa conoció al empresario italiano Gian Luigi Vittadini con quien se casó. Eventualmente, “Gigi” dejaría sus empresas para ocuparse de las de su esposa.



En 1979, Adrienne Vittadini abría su propia firma enfocada en la ropa tejida que ella consideraba era la ideal para a mujer activa que deseaba verse cómoda, pero bien vestida. Aprovechando la versatilidad del material, Adrienne diseñó prendas originales en las que combinaba patrones Avant Garde inspirados en artistas como Alexander Calder o Joan Miró, alternándolos con estampados basados en la artesanía rural del Oeste e incluso dibujos nativos. La diseñadora describiría su ecléctica moda como “con sentido del humor”.



 Al público le encantaba estos diseños tan pop.  Vittadini, ahora apodada “La Reina del Tejido”, amplió el negocio para agregar ropa deportiva, zapatos, joyería y bolsos que hasta hoy son una maravilla, un estilo Louis Vuitton con precios al alcance de la mano. Para los 90, Adrienne Vittadini era un emporio multimillonario. Fue por entonces que los Vittadini decidieron expandir el negocio y abarcar el mundo de los perfumes.



Para resumir, en 1996, en la cúspide de su fama y fortuna, reveses económicos obligaron a los Vittadini a vender su franquicia y a retirarse del negocio. Hoy Adrienne Vittadini vive en Florida y sigue diseñando, aunque se ha desligado del negocio que lleva su nombre. No así de su sección perfumera y hay que agradecerle porque, aunque encuentro algunos de sus diseños un poco chabacanos, su perfumería es muy delicada.



Aparentemente Adrienne Vittadini sigue vinculada a sus perfumes que hoy son distribuidos por Palm Beach Beauté. Eso indica la importancia de los Vittadini en el negocio. Sus perfumes deberían ser más conocidos por su calidad.

Fue en 1994 que, en colaboración con Elizabeth Arden, La Reina del Tejido sacaba al mercado su primer perfume. AV sigue a la venta en un envase muy peculiar que muchos encuentran feo y vulgar con su tapa de plástico imitación plata. A mí me gusta mucho, cabe en la palma de la mano, es redondo por lo que es fácil de sostener, la tapa viene ajustada sin peligros de derrames y cabe en cualquier rincón del bolso. Con pocas excepciones, ese es el envase clásico de todos los perfumes de la firma.

AV es simplemente exquisito. Olvídense de la lista de ingredientes, hay un solo aroma que percibo y me embarga: fresia. Si conocen soliflore (o semi) de esta flor (Léase Jo Malone, Henri Bendel, Brommley y Yardley) es mejor que todos ellos.



Es como debe haber sido la primera versión del Freesia de Yardley. Me recuerda al Freesia de Crabtree&Evelyn de 1976. Pero también me recuerda el perfume de las fresias en jardines chilenos de mi infancia. Ese olor de flores blancas y amarillas importadas de la Argentina donde a su vez habían llegado procedentes de la provincia del Cabo de Sudáfrica.



El año en que la firma AV cambió de manos sacaba también al mercado el perfume Adrienne Vittadini, este cítrico no es el más distinguido en una colección que goza de la nariz de la perfumista Annie Buzantian.

En el 2012 (o 2006, Fragrantica ofrece ambas fechas) el mundo conocería a Amore, un aroma exquisito una mezcla de frutas, cítricos, y almizcle entre otros ingredientes. Lo raro es que he leído varias críticas y nadie nota como yo que el meollo de este perfume es el tilo. Amore huele a tizana de tilo que desde que tengo uso de razón calma los nervios.



 Un tilo amanzanado y avainillado que me recuerda un poco al 5th Avenue de Elizabeth Arden, pero más puro y natural. Un olor que, me cuentan, va asociado a aromas nórdicos, a ciudades jamás visitadas como Copenhague y Berlín,  y a campiñas de la Europa Oriental. Es un perfume maravilloso y como todas las tilas tiene un efecto calmante.



Al año siguiente, la firma creaba una variación del AV apellidada Glamour. Desde entonces ha sacado al mercado media docena de variaciones, pero esta es la mejor. Se trata de orquídea, un aroma ultra exótico y poco común. Para variar el dulzor de la flor tropical se le han agregado tonalidades de sándalo y hoja de violeta. El resultado es fascinante.




Por último, tenemos AV Midnight Blossom de 2015. Es tan poco conocido que todavía Fragrantica no le ha agregado página. Es un aroma que se ha descrito como “gótico”. A mí al comienzo me sonó masculino. Una combinación de cuero y almizcle que me remontó al pasado remoto del Antílope de Weill y la versión original del Habanita de Molinard. Pero pasado un rato y el aroma floral supera lo masculino dejándonos en una noche de verano al fresco en un jardín florido.



No sé si sea fácil conseguir perfumes de Adrienne Vittadiin en el mundo hispano parlante, pero si se tropiezan con uno de estos frascos, adquiéranlo. Es el tipo de producto que permite apreciar aromas exóticos como la orquídea, la fresia y el tilo a precios razonables, pero en perfumes refinados y originales.

Hablando de esos tres ingredientes y agregándole el cuero de AV Midnight. ¿Qué les parecen esos olores que caracterizan los perfumes de Adrienne Vittadini? ¿Son aromas que pueden gustar en un buen perfume? ¿Qué marcas conocen que usen estos elementos?

 

miércoles, 7 de octubre de 2020

Música de Ayer: Que reste-til de nos amours

 


Buscando homenajear a mi cumpleañero de septiembre, el poeta Juan Miguel M.,  me entero de que este es uno de sus temas preferidos. Una canción francesa que también está en mi lista de favoritos. En 1966,  “ Que reste-til de nos amours”  tuvo su cover en castellano en voz de nuestro no bien llorado José José y siendo que el 28 de septiembre se cumplió un año del fallecimiento del gran cantante mexicano,  es apropiado escogerla como un homenaje póstumo.

El Controversial Trenet

Este tema musical tiene una historia fascinante con ribetes oscuros. En 1941, Charles Trenetapodado “El Padre de la Canción Francesa” escribió la letra y la música en colaboración con Leo Chauliac. En el periodo de entreguerras, Trenet se había hecho famoso con su estilo de cantar muy diferente a los de otros famosos chansonniers como Maurice Chevalier.

Aparte de sus letras agudas y llenas de humor, su manera de cantar era toralmente activa, un despliegue casi surrealista de energía en la que el cantante recorría el escenario dando brincos, gritando y hasta balando como chivo. Tal espectáculo no se volvería norma hasta la era del rock, por lo que provocaba escándalo en ese entonces, un escándalo que lo convirtió en ídolo de masas.



Tras el armisticio, Trenet siguió siendo un ídolo en un Paris Ocupado. Las autoridades alemanas querían convertir a la capital gala en un espacio turístico para que sus soldados ocupados en conquistar Europa tuviesen su descanso recreativo. Con ese propósito se habilitaban recreaciones entre las que estaban clubes y restaurantes donde se oía música que bordeaba con el jazz prohibido por Hitler.

Charles Trenet no tuvo reparo en cantar para los alemanes tal como participo en tours de campos de prisioneros militares franceses. La Resistencia nunca tuvo problemas con el cantante. Quienes, tal vez por envidia, lo atacaron fueron los periodistas de Vichy. En la prensa colaboracionista acusaron a  Trenet de ser un mal ejemplo para la juventud y de que su apellido era un anagrama del patronímico judío “Netter”. Sacando pergaminos familiares, el cantante pudo demonstrar que no tenía sangre judía. Eso fue muy criticado después de la guerra.

También desde hace un cuarto de siglo que la comunidad homosexual ha criticado a Trenet ya que siendo gay nunca protestó la deportación de homosexuales a campos de concentración. Esa acusación es casi tan boba como lo del apellido. Es como criticar a Anne Frank por no haber protestado públicamente la deportación de judíos. Por empezar, Trenet no andaba gritando por la calle que era homosexual. Haberlo hecho no solo hubiese acabado con su carrera también hubiese acabado con él en un vagón camino a Struthof.

Tras la Liberación, Charles Trenet fue investigado por colaboración e impedido de cantar en público por casi un año.  El cantante se marchó a Estados Unidos donde fue recibido con simpatía por la comunidad artística. A su regreso a Francia, su pasado había sido olvidado y pronto obtendría su mayor éxito con la todavía conocida “La Mer”. Segunda en fama a” La Mar” es “Que Queda ya de Nuestro Amor”, una balada romántica escrita durante el año más duro del ocupación.



En Manos de una Mujer

Consciente de que no es una canción que pueda asociarse con el estilo Trenet, el autor se la entrega una mujer para que la interprete. Desde los Años 20 que Lucienne Boyer se ha construido un nombre en la canción francesa.  Aunque su famoso éxito “Parles moi d’ amour” sigue resonando entre la población francesa y alemana (Klaus Barbie solía entonarlo en sus sesiones de tortura), el hecho de que Boyer esté casada con el cantante judío Jacques Pillmás adelante marido de Edith Piaf la tiene pasando zozobras. Necesita de otro éxito y Trenet le da esa oportunidad en 1942.



En febrero de 1943, cuando ya la canción es famosa, Roland Gerbeau la graba en el Café Chantilly. Solo entonces Trenet se atreve a grabarla en su voz en julio de ese año.  



Todas las grabaciones son éxitos incluyendo la primera versión instrumentaly para mí la definitivade Jacques Metehen en 1942.



I Wish You Love

Acabada la guerra, “ Que queda ya…”  se verá opacada por otros éxitos de Trenet como “ Douce France”,  “ Menimoltant “ y,  por supuesto, “ Le Mer.”  De vez en cuando la grabarán artistas menores de la canción francesa, pero su resurrección se deberá a una versión en inglés que escribe Albert Askew Beach en 1956.

Nadie sabe que motiva al compositor a escribir “I Wish You Love” (Te deseo amor) que muchos creen que fue grabada por primera vez por Keeley Smith. No es cierto, la primera en hacerlo fue Monica Lewis. No importa,  Keely tenía mejor voz.



Con su primera estrofa comenzando con “Te deseo pájaros azules en la primavera”,  la balada se vuelve un estándar de música romántica. Y Los cantantes de ese tipo de música se la pelean. Se cree que Bing Crosby la graba casi al mismo tiempo que Keely Smith. Andy Williams la graba en 1960 y Frankie Avalon el 61. Dean Martin, Robert Goulet y Jack Jones la agregarán a su repertorio en 1962, pero la versión más popular será la de Gloria Lynne en 1963 que escala el Billboard hasta el sitio #28.



En 1964,  Frank Sinatra la canta acompañado de la orquesta de Count Basie. Ese año también se conocerán versiones de “I Wish You Love” en las voces de Ray Charles y de Marlene Dietrich (mi favorita) El 66 se oirán versiones de estrellas como Nat King Cole y Eydie Gorme tal como de voces aun no muy conocidas pero prometedoras de fama como son las de Barbra Streisand y José Feliciano.



El 67 es el turno de Johnny Mathis y Paul Anka y el 69 el de Engelbert Humperdink.  “I Wish You Love” se ha convertido en un estándar romántico del repertorio en inglés. Tanta fama llega a Alemania donde en 1963 es grabada por Margot Eskens con letra de Leo Breiten. Esa misma letra es usada por Alma Cogan al año siguiente en una versión más rocanrolera de “Mein Schonster Traum”(Mi Bello Sueño).



De Vuelta a Francia

¿Y qué pasa en Francia? Conscientes de la fama de la canción, los cantantes la reviven en su repertorio, pero el mayor homenaje se lo hará François Truffaut quien no solo la incluye en la banda sonora de sus “Besos Robados” (1968). También el título del filme es sacado de la letra de Charles Trenet.

La canción sigue ameritando covers a medida que el Siglo XX se acaba. Las más notables son la rumana “Ce-Amai Ramas” de 1977 interpretada por Ala Baianova y la primera vez en un cover en italiano “Che cosa resta?”de Franco Battiano en 1999.



En este siglo,  hemos gozado de excelentes versiones en ingles gracias a Michael Buble y Rod Stewart. Sigue apareciendo en otros idiomas como esta preciosa versión en portugués de Maria Bethania.





En Francia,  las estrellas de los 60 como Silvie Vartan y Françoise Hardy  la han desempolvado, aunque mi versión predilecta es la de Tatiana Eva Marie junto con la Orquesta Avalon.



 ¿Y en Español?

Para el final he dejado los covers en español. Hay más de los que había creído y con diversos títulos.  En la Cuba moderna Graciela y la Orquesta de Machito con “¿Que nosquedó de nuestro amor?”, trasladan el amor a un pasado remoto. En cambio, la versión psicodélica del cantante boricua Eliseo del Toro que al poner la pregunta en el presente deja una puerta abierta a la esperanza.





En México,” Te Deseo Amor” es el título apreciado por Jorge Muñiz, Manoella Torres y Francisco Javier. Me había olvidado de Francisco Javier,  que un día fue novio de Lucero y Chantal Andere,  y que dejó la farándula para dedicarse a la política.

¿Pero cuál fue el primer cover en español?  Todas las fuentes nos llevan a La Rondalla de Saltillo que grabara “Te Deseo Amor” en 1969. Sin embargo, en 1965, un grupo no muy conocido llamado Los Peg graban esta canción con voz de su cantante, un tal José Sosa. Así en su primer aniversario luctuoso recordamos y homenajeamos la preciosa voz del Príncipe de la Canción.






Todavía me seco las lágrimas tras escuchar a José José y me encuentro con otra sorpresa. Aparentemente el mismo año de 1965, la canción fue grabada por el grupo guatemalteco Los Hermanos Cárcamos. Fue parte de la película “Solo vienes de noche” filmada en Guatemala y protagonizada por Elsa Aguirre y Julio Alemán.



Esperen que aún hay más, como decía el difunto Raúl Velasco, existe un cover en la voz de la mera Señora Aguirre, una de las ultimas estrellas del Cine de Oro que quedan entre nosotros.



¿Se habrá imaginado Charles Trenet,  cuando incluyó este tan atípico tema en su repertorio,  que cosecharía tanto éxito?