En el mes
dedicado a la series rusas, quería una fragancia rusa, pero ya en el 2019 compartí
con ustedes los secretos de la perfumería de la ex Unión Soviética. Así que,
siempre en onda eslava, me fui a Polonia a encontrarme con su fragancia más
famosa y que este 2021 cumple medio siglo de vida. ¿Qué tipo de perfume es Pani
Walewska, donde se consigue y quien fue la verdadera Pani Walewska? Vamos a
responder esas interrogantes.
¿Quién es esta
“señora “Walewska a la que la fábrica de cosméticos Miraculum buscó homenajear?
El nombre pertenece a María Laczynzka, una joven de la alta sociedad polaca de
la Era Napoleónica. Maria quedó huérfana los 8 años cuando su padre cayó en
batalla durante la última partición de Polonia. A pesar de que su madre y siete
hermanos quedaron casi en la miseria, la joven recibió una excelente educación
con tutores y una estancia en un convento.
Era considerada
muy hermosa y fue un shock para sus íntimos, cuando a los 18 años, Maria se casó
con el maduro Conde Walewski, quien había sido chambelán del último rey de
Polonia, Estanislao Poniatowski. La razón era que la novia tenía tres meses de embarazo,
producto de un romance con un joven oficial. Walewski aceptó al pequeño Anthony
como su hijo y heredero. En pago, Maria se convirtió en la esposa modelo:
discreta, devota, muy religiosa.
Eran los días en
que Napoleón se devoraba Europa y había iniciado una campaña hacia el este. En
Polonia se soñaba que, tras derrotar al Sacro Imperio y al Oso Ruso, el
Emperador de los Franceses devolviese el derecho al pueblo polaco de gobernarse
así mismo. Fue en 1807, cuando en un baile en Varsovia, Bonaparte conoció a la
Condesa Walewska y quedó prendado de ella.
Maria ni siquiera
contempló la idea de una relación adúltera hasta que importantes dignatarios
polacos se la aconsejaron. Empujada solo por el deber de inclinar a Napoleón
hacia la causa polaca, Pani (Señora) Walewska aceptó convertirse en la amante
del emperador. Lo que comenzó como deber, se convirtió en amor. Maria comenzó a
seguir a su amante en sus campañas, a pesar de estar embarazada. En 1809 dio a
luz a Alexander, a quien el Conde Walewski rápidamente reconoció como propio.
Napoleón cumplió
con los deseos de su querida y estableció el Ducado de Varsovia, un primer paso
para el regreso del reino polaco. Maria se estableció en Paris para estar cerca
del emperador, y el pueblo comenzó a llamarla “La Reina Polaca”. Sin embargo,
Bonaparte tenía otros planes. Inició los trámites para divorciarse de la
estéril y casquivana Josefina, pero no para unirse a una condesa casada. Quería
legitimar su imperio produciendo hijos de sangre real, para eso iba casarse con
la joven y virginal María Luisa, hija del Emperador de Austria.
Pani Walewska
aceptó que su destino no era seguir on Napoleón quien la dotó generosamente con
propiedades y dinero. Aun así, Maria siguió siéndole devota incluso después de
las derrotas que acabaron con el Imperio Bonaparte. La Condesa y el pequeño
Alexander visitaron al emperador en su destierro en la Isla de Elba.
Para poder ser
independiente, y aprovechando las leyes del recién creado Código Napoleón, Pani
Walewska se divorció. Pero la medida era solo para asegurar su capacidad de
controlar sus muchos bienes sin tener que consultar a su marido. Maria siempre
estuvo agradecida al Conde y se consideró casada ante los ojos de D-s con él.
Fue solo tras la muerte de Walewski (y de Napoleón) que la Condesa se casó con
un primo de los Bonaparte el Conde Philippe D’Ornano.
A pesar de no ser
tan joven, Maria quedó embarazada y murió poco después del nacimiento de su
hijo Rodolfo, debido a complicaciones renales. La familia D’Ornano,
descendientes directos de Pani Walewska, también se han dedicado a la
perfumería siendo creadores de la línea Sisley.
De los otros
hijos de la Condesa Walewska, Anthony murió sin descendencia por lo que el
titulo y las tierras de los Walewski pasaron a manos de Alexandre. Debido a
eso, el nuevo Conde Walewski insistió siempre en ser hijo del marido de su madre
y no tener nada que ver con Napoleón. Una ironía puesto que el pertenecer a la Familia
Bonaparte, le acarreo muchos beneficios en el mundo de la política y diplomacia
durante el reinado de su primo Napoleón III.
Otra ironía es
que Napoleón abandonó a María en pos de un hijo legítimo y con sangre real,
pero el príncipe que tuvo con Maria Luisa, murió joven y sin hijos. Los únicos
descendientes directos de Napoleón Bonaparte nacieron del producto de sus amores
con Pani Walewska.
Otra ironía en
esta fábula pletórica de ellas es que el joven Alexander se casó dos veces,
ambas con nobles señoras, Lady Catherine Montagu y la Condesa Anna Maria Ricci,
pero de sus muchos hijos solo llegaron a la madurez las hembras. Al final, su título
y sus propiedades pasaron también a un bastardo, el que tuvo con la judía Rachel
Félix, considerada la mejor actriz de su época. Así que los descendientes de Napoleón
siempre han tenido que apoyarse en el producto de relaciones extramaritales.
En el 2003,
finalmente se hicieron las pruebas de ADN que demostraban que los Walewski-Colonna
descienden de Napoleón. Ahora hasta tienen un sitio web para hablar de su
ilustre ancestro. Maria Walewska ha sido inmortalizada en media docena de filmes
y libros, siendo mi preferida la visión de Hollywood de 1934 con Greta Garbo
como la Condesa y Charles Boyer como Napoleón.
Quienes siempre la han recordado y celebrado han sido los polacos. Una manera de honrarla ha sido un biscocho nacional que lleva su nombre y recuerda a la Torta Beatriz que hacen en Chile. Como ese pastel, la Pani Walewska va rellena de dulce de frambuesas y crema pastelera y decorada con almendras fileteadas.La diferencia es que no es mil hoja sino de masa esponjosa y en vez de ir cubierto de crema Chantilly, va embetunado en merengue. Qué lástima que no exista en USA.
Sin embargo,
existiría otro espacio donde se la homenajearía de un modo menos engordador.
Fue en 1971, cuando Polonia formaba parte de la órbita soviética, que nació
este perfume producto de la nariz de Halina Sybilska. Fue fabricado en la
legendaria compañía Miraculum, fundada en Cracovia en 1924 por el Dr. León
Luster. Acabada la Segunda Guerra Mundial, el gobierno comunista de Polonia
expropió la firma y fue bajo su mando que nació Pani Walewska.
En su encantador envase, una ánfora azul
orquídea, se hizo pronto muy popular en Polonia, pero también en la Unión Soviética
y otros países de la Europa de Este. La apodaban “El Chanel Polaco”. Miraculum
creó una crema para acompañarla.
La caída del Muro
de Berlín concentró la venta de Pani Walewska en el territorio polaco y por un
tiempo fue difícil de adquirir. Es un perfume muy básico, rosa, jazmín y lirio
del valle, pero un exceso de aldehídos le da una acidez que no me resulta cómoda.
En este siglo
Miraculum se fusionó con Kolastyna convirtiéndose en un equivalente polaco de L
‘Oreal. Ahí se decidió volver a hacer circular la fragancia por el mundo. Para
eso la compañía comenzó a crear diferentes versiones del perfume todas en
ánforas de diversos colores. La nueva versión de Pani Walewska en su conocido envase
azul crepúsculo reapareció hace diez años.
Lo seguirían Chic
en botella color rubí y en el 2014, Pani Walewska Noir en un frasco, obviamente,
color ébano. Ambos son cítricos ‘rosáceos” nada muy especial. En realidad, el
color de los envases es lo más llamativo.
Diferente es
Sweet Romance del 2015. Su aroma combinado a peras y orquídeas con un toque de
almendras hace este frasco de tono rosado el mejor de la colección, solo
superado por el White que estoy usando ahora en febrero.
El White es una
exquisita combinación de flores bancas (azucena, lirio del valle y jazmín) con
vainilla. Gold es rosa con lirio del valle, pero opacado por esas manzanas
rojas de cuentos rusas, me recuerda al Or des Scythes de Novaya Zarya.
La última adición,
y ha sido en frasco carmesí, es Ruby, cuya mayor característica es que su base
es una combinación de mermelada de frutos rojos y de palomitas de maíz. No lo
ha probado todavía así que solo puedo imaginarme el tufillo.
Los productos
Pani Walewska pueden conseguirse en Amazon por precios entre $20 y $40. Dicen
que en Polonia son más baratos y ya se les considera perfumes poco serios
apropiados para jovencitas o abuelitas. Aun así, los recomiendo.