En enero, mientras
cosas terribles pasaban en el mundo, la cultura populachera se dividía entre el
librito de Harry y el reggaetón de Shakira. Confieso no ser fan ni de Shakira,
ni de Pique, ni Clara, me importa un rábano lo que hagan. Lo que me sorprende
es ver a gente, principalmente mujeres, convertir a La Loba en icono feminista y
considerarla una pionera en esto de ventear sus intimidades a través de
canciones y lucrar a costa de ellas. Shakira es solo la última en hacer algo
que ya no es novedad. Antes de ella, la canción en español tuvo muchas hembras
castigadoras que alzaron la voz para mentarle la madre al infiel y sacarse de adentro
el mal sabor de un mal amor. Conocerlas nos ayuda a no criticar, pero tampoco a
admirar exageradamente a la diva colombiana.
Con pocas excepciones,
toda canción habla de amor, del bueno y
del malo. Por un centenar de años, la música popular nos ha dado preciosas
visiones del romance como única fuente de felicidad, estado perfecto del ser
humano, y sinónimo de alegría y
esperanza. Simultáneamente, hemos
escuchado lamentos por abandono, traiciones, soledad y clamores por el regreso
del o la ausente, pero en su mayoría estas quejas vienen del bando masculino.
Eso es más notorio en la música latinoamericana llegando a extremos que las feministas
tildan de misoginia como en la letra de los tangos o de los boleros con sus reproches
a aventureras, arrabaleras y pecadoras.
O Sumisas o
Invisibles
Se entiende que
en una sociedad patriarcal disguste el oír a las mujeres cantar verdades
inconvenientes. Por mucho tiempo, las Latinas de Ayer estuvieron sometidas a
cantar solo sobre cosas inocuas. No se escribían canciones sobre sus
experiencias amorosas, estas eran invisibles. Inclusive cuando entonaban
melodías escritas para un varón ni siquiera podían adaptarlas.
Yo he oído a Lupita
Palomera, Lucha Reyes y otras pioneras de la música femenina usar pronombres
masculinos para referirse a ellas en sus letras. Un ejemplo es esta versión de
la “Perfidia” de Alberto Dominguez donde la cantante (sin ninguna intención
lésbica escondida o abierta) se dirige a una mujer a la que amó. Y qué decir de
este dueto de Doña Liber con el Tenor de las Américas en que apostrofa a sus
congéneres.
Con ese
precedente se entiende que hasta las grandes autoras de boleros como María Grever y Consuelito Velázquez escribiesen letras unisex para
ser cantadas por todos los géneros y evitaran temas polémicos como el
sufrimiento del abandono y de la infidelidad cuando era una mujer la que sufría.
No sabemos si lo hicieron porque sus
vidas amorosas fueron perfectas o temían escandalizar. Recordemos que las
letras de Lolita de la Colina fueron controversiales hasta Los 70 y que solo
una mujer muy arrojada como Olga Guillot se atrevía a cantarlas.
Sin embargo, este
ha sido un tabú casi universal. La
canción en inglés también obligaba a la cantante a entonar temas de mal amor
con actitud sumisa, rogando por el retorno del infiel y perdonando sus fallas. Podemos
entender esa reticencia, si pensamos que es solo en Los 60 que Aretha Franklin
exigirá “Respect” y Lesley Gore llegará al tope del hit parade con su “You
Don’t Own Me” en el que afirma su independencia de un hombre controlador.
El caso de Aretha
es el más interesante, puesto que las canciones de las mujeres de color habían
sido las más tristes, tal vez porque estaban llenas de suplicas y promesas de
perdón. Tan parte de la cultura afroamericana era este motivo que en el musical
Showboat en la subtrama de Julie, que pasa por blanca, alguien se sorprende al
oírla cantar “Can’t Help Lovin' Dat Man of Mine” ( No puedo evitar amar a mi
hombre), y le dicen que esa es “canción de negras” con su letra llena de
resignación ante las fallas de un mal compañero.
“Maybe he’s lazy, maybe he’s low.
Maybe I’m crazy lovin' him so
Can’t help loving dat man of mine”.
(Quizás sea
perezoso, Quizás sea vil
Quizás yo esté
loca por amarlo tanto
No puedo evitar
amar a mi hombre)
He revisado todo
el repertorio de Billie Holiday, consierada una guerrera, y me ha sorprendido
que incluya no solo esta canción de Showboat sino también otros temas “sumisos”
que son un reflejo de la vida amorosa de
Lady Day, adicta a dos cosas: las drogas
y amantes golpeadore. Por ejemplo, tenemos “Moanin’ Low”en el cual se refiere a
su pareja como “todo lo malo que puede ser “, pero continua con un “es el tipo
de hombre para una mujer como yo”.
En una onda menos
auto flagelante, Billie canta en “I’m Trav'lin Light” que desde que la abandonaron carga menos
equipaje y es libre como la brisa, pero que ese estado durará solo hasta que su
hombre regrese. O sea, hay una oferta de perdón y de regreso al statu quo.
Muy diferente a la demanda del “Respect” de Aretha o al punto final a una
relación que en 1966 daba Nina Simone en su “Ain’t No Use”.
A pesar de ese
actitud sumisa que Billie Halliday asumió en el escenario y en su vida privada,
he encontrado dos canciones batalladoras en su colección. En “I’m Gonna Lock My
Heart and Throw Away the Key” (Voy a ponerle candado a mi corazón y botaré la llave)
expresa más o menos lo que Gloria Gaynor cantara ritmo disco cuarenta años más
tarde en su “I Will Survive”: la idea de que una mujer puede sobrevivir una
desilusión amorosa siempre y cuando esté dispuesta a reinventarse y a no volver
a caer en las trampas del amor.
Mas fuerte es “No
More” que la cantante describiría como su canción favorita. “No me vas a
molestar más. Nunca más”…”Desperté esta mañana y descubrí que no me importas,
ya no más”. Pero por algo este tema, que
Toots Camarata escribe para Lady Day en 1944, es uno de los menos famosos. Hoy es más
conocido por la voz de Madeleine Peyroux que por Billie.
Por algo tomará años
antes que las mujeres descubran que hay militancia en la letra de sus
canciones. Aunque nos sorprenda acostumbrados a oír quejas sobre infidelidad de
parte de afroamericanas como Beyonce y Rhianna, en días de Billie Holiday un
tema como “Single Ladies” o ese dueto Shakira-Beyonce hubiese sido imposible.
Solo en 1971, vino Helen Reddy a cantar “I’m Woman” explicando que a una mujer no la definen ni sus amores ni sus fracasos románticos. Y esa es mi incomodidad con los temas de Shakira, que en su reclamo exprese una dependencia emocional. Eso es propio de alguien que todavía no ha alcanzado la clausura que otras cantantes encontraron en su música. Rosa Montero la ha llamado ”una despechada”, pero yo la considero una continuadora de la “canción despechada”.
Las Pioneras
de la Canción Despechada
Para conocer a
las pioneras del reclamo sentimental latino debemos ir más allá del mundo
angloparlante. Debemos adentrarnos en el terreno más recriminado por las
feministas, el tango. Serán las dos
grandes voces femeninas del tango las que salgan a la arena del reproche al
macho. En 1929, Tita Merello lo expresa
en “No te aguanto más “y en 1933, en los
albores de su carrera, Libertad Lamarque
tiene el descaro de gritarle “¡ándate!” a las malas parejas.
El que las
grandes damas del tango se hayan atrevido a darle un remedio al mal amor en sus
canciones no indica que la música latinoamericana vaya a seguir ese camino. No
puedo encontrar equivalentes en la música popular ni folclórica de los próximos
treinta años donde las mujeres se lamentan sin reproches, donde las
compositoras no se atreven a quejarse o a situar culpa en la pareja, ni
siquiera al entonar temas escritos para el varón, puesto que ya se ha superado
la época en que ni siquiera se sabía a qué sexo iban dirigidas las canciones.
Es por eso que
Olga Guillot tiene claro a quien le van las protestas al cantar “Total”, “Se acabó”
y “No” que han sido escritas para hombres. Con ella venimos a descubrir que la
mujer también puede reírse de un mal amor o darle el punto final. Olga ha
estado cantándole a la pasión de una manera casi descarada desde sus días de Torch
Singer en Los 40, pero con temas como “Miénteme”— con su estribillo “me
hace tu maldad feliz”— perpetua esa imagen masoquista de la mujer
víctima.
Será en el exilio
donde su nueva libertad también abarcará a su género. En 1969 es la única que
se atreve a grabar un tema de una joven cantautora llamada Lolita de la Colina.
Aunque “La mujer que te ama” es un himno al buen amor, una frase donde entra la
palabra “cama” ofende a los productores . La cantautora se niega a borrarla y solo
Olga de Cuba tiene la audacia de cantarla.
Audacia y a
raudales la tiene otra cubana, la escandalosa La Lupe a la que casi han expulsado
de Cuba porque sus escándalos y escandalosa manera de cantar (descalza y a
zapatazos con el pianista) no congenia
con la imagen de la mujer que tiene la Revolución Castrista. La Lupe se va a Nueva
York, cargando su temperamento, su título de santera (aunque en un arranque
arroja sus orishas al mar) y su música. Pronto se hará famosa por no tener
pelos en la lengua para cantarle a los hombres, expulsarlos de su vida (“Lo que
pasó, pasó”) o acusarlos de falsos
hipócritas (“Puro Teatro”) que Almodóvar usa para cerrar Mujeres al borde
del ataque de nervios, el mejor manual de cómo sobrevivir una relación
toxica.
Para mi sorpresa
y siguiendo un orden cronológico he encontrado un tema interesante en la España
de los 50. Sin ser canción despechada, “Otra
Puerta” de Lolita Garrido se atreve a plantarle un “No” a los requiebros de un
hombre, poniéndose la mujer a su altura y en términos de igualdad en lo que se refiere
a decisiones amorosas.
Lo extraordinario
es que viene de la pluma de Augusto Algueró, y es muy diferente a lo que él escribirá
unos años más tarde para Marisol, Rocío Dúrcal y para su esposa Carmen Sevilla.
En la España de Franco ni Carmen ni Sarita Montiel se salen del marco de la
mujer que sufre por amor resignadamente. Eso alcanza hasta la temperamental Lola
Flores. En 1950, llora por los rincones
con su copla “La Zarzamora”, muy diferente treinta años más tarde que pone un
punto final a un mal amor con “Se acabó”. Para entonces la Faraona será parte
de un zeitgeist en que la melodía en español se manifiesta en voz femenina con la
canción-reproche. Sin embargo, en la España de los 50, ese grito de liberación
solo emerge de un momento de extravío del Maestro Algueró.
El Corral de
Gallos de la Protesta Femenina
En cambio, en
nuestro continente, a fines de Los Cincuenta, surge una bronca voz femenina
capaz de enfrentarse al machismo latino. Se trata de Amalia Mendoza, más conocida por su apodo de “La Tariacuri”, que en 1958 convertirá a la música ranchera en
corral de gallos de la canción despechada con temas como “Ya me olvidé de ti” y
P’a que sientas lo que siento”.
A pesar de críticas
y parodias, La Tariacuri seguirá cultivando ese estilo de cantar y contagiará a
otras. En 1972, la gran Lola Beltrán se
atreve a lanzar un grito de libertad con “No volveré” y cerrará la década con
el tema de Juan Gabriel “Te llegará mi olvido”.
Entremedio han
aparecido otras “Machas Bragadas” que gritan su verdad a los cuatro vientos,
aunque lo que cantan haya sido escrito por machos para reprocharle a las
hembras. Pero en 1961 el gran José
Alfredo Jiménez escribe “La Media Vuelta”
para una modelo chihuahuense que ha convertido “Lucha Villa” en su nombre de guerra y que de
la música ranchera hará un grito de guerra. Es en esa canción, que en algún momento Lucha cantará a dúo con
el compositor, donde es la mujer la que declara que el hombre se va porque ella
se lo permite y si quiere lo hace regresar.
Aunque la voz
grave de Lucha Villa la ha hecho idónea para la canción reproche— y lo
vemos en “Tu a mí no me hundes” (1985) que es la cúspide de su relación laboral
y amistosa con Juan Gabriel — la equivalente a La Lupe en la
interpretación de corridos es Yolanda del Rio cuyo primer éxito le dará el
apodo de ‘la Hija de nadie”. Este tristísimo corrido cuenta la historia del
suicidio de una pareja de amantes al descubrir que son hermanos, pero el tema
es también una denuncia social a los hombres despreocupados que preñan y se
olvidan, dejando hijos sin padre por
todo el mudo.
Yolanda se
convertiría en la voz feminista de la canción ranchera en ambos lados de la
frontera cantando temas que como “Una intrusa “y “Traicionera Mala Amiga” que
como los de Shakira expresan la ira ante quien viene a destruir su matrimonio.
En cambio “Esta noche te toca dormir en el suelo” y “En la puerta tus maletas
“definen los límites a los que llegará para soportar un mal marido.
Fueron estas
voces de Los Setenta las que abrieron el camino para cantautoras de música de
banda como Alicia Villarreal y Ana Bárbara que han plasmado su vida sentimental
en letras donde se reubican como mujeres que no quieren ser víctimas. No puedo
cerrar el tópico de la canción protesta ranchera sin mencionar la favorita de
mi hermano, la completa desmitificación del machismo, me refiero a “Macho Panzón”
de Beatriz Adriana.
Aunque el
feminismo había triunfado en el corral de gallos que era la música ranchera,
para muchos se trataba de una expresión de cultura de pobres y campesinas, no
alcanzaba a la música pop en la que la mujer seguía cantando sobre amores
felices o llorando abandonos.
De MariTrini a
La Jurado
Una visión más
elevada llegó en el tardofranquismo en la voz de una española que hasta ahora había
cantado en francés. De su autoría, “Yo
no soy esa” (1971) haría famosa a MariTrini en el mundo hispanoparlante con ese
primer párrafo que encierra un mensaje de igualdad y una exigencia de respeto
hacia la individualidad femenina y un rechazo a un perfil impuesto por el patriarcado.
Yo no soy esa que
tú te imaginas
una señorita
tranquila y sencilla.
Que un día abandonas y siempre perdona.
En Chile, donde la adoctrinación marxista se anteponía
al feminismo y donde las demandas de las mujeres podían verse hasta como reaccionarias,
la letra nos confundía sobre todo a las más jóvenes (yo tenía 12 años en 1971),
pero se nos hacía atractiva MariTrini. Sus
canciones (no sabíamos si llamarlas de protesta) se volvieron habituales en los
hit parades de America Latina y de una España que entraría en la década de Los
70 en un periodo de transición política y social.
Es en esta
atmosfera que las cantantes latinas se sienten inspiradas a levantar la voz. En
1972, mi compatriota Maitén Montenegro
grababa “Canción para una esposa triste” que poco después en Puerto Rico grabará
Sophy. Pero Sophy va más allá. Esta grabación se incluye en un LP que lleva el
sugestivo nombre de “No soy Santa…Soy Mujer” que parece perpetuar ese rechazo a
imágenes idealizadas que ha iniciado MariTrini. Aparte de las mencionadas,
otras canciones del disco incluyen “Muchacho Malo ”y “Cuéntale a Ella”
En 1972, Lisette Álvarez
hace un dueto con Axel Anderson para el hit italiano “Parole, Parole”. Tres años
más tarde usa el tema de Roberto Livi “lo voy a dividir” para título de su LP “Ya me cansé de estar queriendo a quien no me
quiere a mi” dice la letra, agregando
que va a dividir su tiempo con gente mejor que su ex pareja. Un año más tarde
lo grabará Lolita en España. Es en la Isla del Encanto donde más se da la
canción protesta femenina en los 70s. Abrevio la lista agregando a Ednita
Nazario en esa etapa con “Vete, Vete” y “Ya Déjame en Paz”, ambas de 1977.
Se podía decir
que en Los 70, las mujeres latinas encontraban en la radio y en la disquería
(todavía no llegaba la era de videos) temas que hacían eco de sus problemas
sentimentales y les ofrecían soluciones radicales a estos, pero las grandes
voces que normalizarían el repudio al machismo se harían oír a fines de la década
Será en 1978, en plena Transición que se sienta una voz más
avasalladora y un reproche más fuerte dirigido a un individuo puntual. Aunque escrita
por Manuel Alejandro, el compositor aseguraba que la canción estaba basada en
una experiencia del primer matrimonio de la interprete. Por eso es que “Ese
hombre que tú ves ahí” es realmente propiedad personal de Rocío Jurado.
La gaditana
transforma la copla para usar su ‘Voz del milenio” y expresar desdén por su
pasado amoroso y parejas toxicas. 1978 también sacará al aire. “Lo siento mi amor
“con esa línea fuertísima para la época “Ya no siento nada al hacerlo
contigo”. Será Rocío Jurado quien de la
pauta para más protestas de intérpretes españolas en la década de los 80.
Así tenemos a Rocío
Dúrcal que ha iniciado su legendaria colaboración musical con Juan Gabriel y
que en 1980 populariza “Fue tan poco tu cariño” a la que seguirán “Déjame”, “Cuando yo quiera has de volver” y “Tenías que ser tan cruel”. En 1988 la
cantante escoge un tema de otro cantautor , Marco Antonio Solís, y canta “Yo te
olvidé”.
Es en esa
atmosfera que surge Lolita con canciones que su madre no hubiese atrevido a
cantar como “Estúpido” y “Si, pero no”. En ese espacio encontrará lugar a comienzos de
Los 90 otra reina de la canción reproche como lo es Isabel Pantoja. Esta
revolución no es únicamente un fenómeno del mundo ibero y será en México donde
tenga su mejor exponente, puesto que antes de que La Loba aullara, rugía La
Leona. Eso lo hablaremos, D-s mediante,
la próxima vez.
¿Cuántas de estas
cantantes ya conocías? ¿Cuál canción te ha gustado más?
[NOTA: Este es el resultado de una investigación que me ha tomado un mes. Si me he olvidado o no descubrí otros nombres de precursoras que antecedan a 1980, por favor, haganme saber sus nombres]
Desde FB de Carmen Arrabal
ResponderEliminarRocío Jurado con Ese hombre que ves hay cuando se separó de P.C
Para Carmen Arrabal si, otras han grabado el mismo tema, pero la fuerza que le impone La Jurado, se nota que es algo personal.
EliminarDese FB de Francisca Lis
ResponderEliminarMuy fan de Mari Trini.
En general, al menos en España, en los 80 hubo mucha canción de despecho.
La diferencia es que eran ficticias, o al menos hablaban de historias anónimas, no señalaban con el dedo a un persona con nombres y apellidos.
No seré yo quien defienda a Piqué, ni lo deje de defender, básicamente porque creo que es un asunto privado acerca del cual mi opinión es prescindible.
Yo nunca haria mi despecho público, ni pondría a mis hijos en primera linea mediática, pero allá cada cual!
Para Francisca Lis Yo creo que tiene que ver con la época también. Hoy se ha desacralizado totalmente el concepto de privacidad. Pero ya ves, las canciones de Rocío Jurado estaban basadas en episodios de su vida. Si revisamos el historial sentimental de estas damas, seguro que se acordaban de alguno cuando cantaban. No solo he incluido temas "despechados"sino tambien reclamos contra el machismo y destruccion de estereotipos y ahi entra con fuerza MariTrini que nos marcó , al menos a mi, en su época.
EliminarDesde FB de Francisca Lis
Eliminaryo creo que vemos lo que queremos ver en las canciones de los 80. Con respecto a la vida de las cantantes. Quiero decir que luego los compositores no tienen nada que ver con ellas en muchos casos y simplemente suponemos que como habla de un hombre y la persona en cuestion se acaba de separar pues viene al pelo.
Era buen marketing, desde luego
Para Francisca Lis Manuel Alejandro y Juan Gabriel son los autores de muchas de estas canciones, pero no es ilusión notar cuando una canción cambia al cantarla una mujer, un hombre, o alguien que tiene otra orientación sexual como Juanga. Cuando Rocío Durcal cantaba al hombre infiel todavía no sabiamos de los engaños de Junior. Me vas a decir que ella al cantar una letra escrita por otro, no sentía lo que cantaba?
EliminarUn mérito de Shakira es que escribe sus propias letras, pero no todas las cantantes pueden escribir. Hay muchos casos en que se establece una conexión entre cantante y autor en donde este plasma lo que ella siente. Tal como nos ha pasado a todos, una canción escrita y cantada por un hombre puede reflejar nuestro sentir femenino tambien.
Me encanta este tema de la canciones del despecho. Interesante como ha ido evolucionando la mujer, incluso en cosas que no pensamos, como la música. Eso de las intérpretes que cantaban canciones escritas por hombre a mujer, me recordó a Mecano. Siempre me sorprendió que Ana Torroja les cantara a las mujeres (claro los temas eran compuestos por sus compañeros Nacho y José María Cano) pero igual era raro porque ella era la intérprete y quien "daba la cara". Yo creo que por eso hubieron rumores en su momento de que ella había sido hombre y demás (con esa voz???) pero yo siempre pensé que era por los compositores.
ResponderEliminarNo había caído en cuenta que "Ese hombre que tu ves ahi" era originalmente de Rocío Jurado ya que yo se la había escuchado a Lupita D'Alessio que hizo carrera del despecho ja ja! A mi mamá le gustaban las dos Rocíos. Yo era chiquita pero me gustaba mucho la Durcal, de la Jurado nunca supe mucho. Recuerdo mucho Infiel de la Durcal.
Me imagino que irás a hablar de Lupita D'Alessio y Paquita la del Barrio en tu próxima entrega ya que ellas llevan la batuta en despecho e insultos a sus hombres, ja ja. Hace unos años escribí un articulo de Paquita la del Barrio y todo lo que canta es autobiográfico. Creo que lo novedoso (para algunos en bien y para otros en mal) de lo de está haciendo Shakira es que le menciona de nombre al ex y a la amante. Ella siempre ha escrito canciones para sus ex pero antes dejaba más a la imaginación (aunque Día de Enero tiene referencias muy claras de Antonio de la Rúa, pero realmente esta canción no es de despecho si no de amor).
Uff Amiga, anoche estaba hablando de todo esto con Rafa y surgen tantas preguntas. Por que hay canciones Unisex que apelan a todos los géneros y otras que no son tan personales. Cuando Paloma San Basilio grabó perfidia en los 80, cambió el “mujer” por” Amor”, o sea la feminizó, ¿pero ¿cómo se hace eso en un grupo donde hay hombres y una mujer como ocurría como Mecano? A Shakira le pasa como a Michael Jackson con Billie Jean”, no es una canción para karaoke y como dijo mi hermano en ese entonces” no me gustaría que un hijo pequeño la cantara”. Precisamente de lo que se quejaban d de video TikTok donde un grupo de niños cantaba “Pa tipos como tu”y hay un artículo por ahí de una nenita que pidió le pusieran la canción, pero dijo “quiero “Patitos como tú” (¡!!) Por eso me sorprende que las mujeres digan “es una canción para nosotras”. No, Shakira escribe con nombres, como señalas, sobre su experiencia personal. En cambio, Lupita cantaba canciones ajenas (y otras que le compuso Lolita de la Colina, Roberto Cantoral, JuanGa) que reflejaban lo que sentía y sufría, pero ya hablaremos de ella y de Paquita. Todas sus canciones son autobiográficas, pero un señor se las escribe porque Paquita no sabe escribir música ni es poeta, es la interprete, pero Don Manuel se basa en lo que ella le cuenta y eso le basta. Ya, el jueves D-s mediante hablamos de Lupita, Paquita y otras. Besos
EliminarEstuve escuchando nuevamente algunas de las canciones que pusiste aquí. Muchas de éstas las recuerdo de los discos de mis papás cuando yo era muy chiquita. Por ejemplo, me gustaba mucho la voz de Lolita, asi que me "apoderé" del sencillo de "No renunciaré / Abrazame" y lo escuchaba mucho en mi tocadiscos de 45. Tambien el disco "Frente a frente" de Rocío Durcal con Juan Gabriel. Otra icónica de esos tiempos es "La Maldita Primavera" de Yuri, aunque ella era más sufrida que castigadora.
EliminarDe tus canciones, tambien había escuchado la de Rocío Jurado ("Lo siento mi amor"--que fuerte lo que le dice!) y la de MariTrini (me gusta mucho su voz, es super diferente). Me encanta "Ya te olvidé" de Rocío Durcal (lo curioso es que siendo fan de la Durcal, escuché la versión de cumbia primero ya que siempre la ponían en mis clases de baile). Por cierto que "Mujeres al borde de un ataque de nervios" es mi película favorita de Almodovar (junto a "Volver") y como dices, es toda una oda al despecho.
Si, MariTrini tenía una voz ronca, muy diferente a las de las cantantes de su epoca (era como a de Janis Joplin) Mujeres al Borde tambien es mi favorita de Almodovar, y una de mis 50 favoritas. La renté en Amazon hace poco, y no ha envejecido. Mas que despecho te enseña a no tenerlo. Pepa tiene cino minutos de despecho en los que quema las cosas del amante, pero su mayor preocupacion es encontrar a Ivan para decirle que esta embarazada y a medida que transcurre el tiempo, y se involucra en problemas ajenos, va ceptando que Iván no sirve, lo va superado y concentrandose mas en la posibilidad de ser madre soltera, de vivir sin pareja y apoyarse en todos los que la estan apoyndo en ese momento. Es una gran comedia, pero también es una historia preciosa. Yo creo que la gota que derrama el vaso es el encuentro con Lucía, en ver el daño que puede hacerle a ua mujer el despecho. Lucia esta tan loca que no quiere ni a su hijo.
Eliminar"Mas que despecho te enseña a no tenerlo."
EliminarAsi es. Pepa supera al desgraciado de Ivan al final de la película, pero yo pensaba tambien en las otras "mujeres al borde de un ataque de nervios" que sufren por el engaño de sus hombres. Como dices, tenemos a Lucía que va más allá del despecho hasta perder la razón por un hombre, Candela engañada por su novio terrorista y a punto de acabarse las uñas o tener un ataque al corazón, y hasta la "virgen" Rossy de Palma a quien el novio engaña en sus narices! (Y lo que le espera a la abogada/amante de turno de Iván!) Mi única queja es: no podría Almodovar haber puesto a un galán más atractivo en el rol de Iván? Digo, para que se justifique que todas éstas mujeres anden buscándolo como locas por las calles de Madrid, ja ja ja. (Pero por lo menos tenemos deleite visual con Antonio Banderas que estaba tan lindo en esa peli.)
Yo creo que no podían poner un galán, porque por empezar debía ser un hombre mayor para tener un hijo de la edad de Antonio Banderas. Por otro lado, la serie da muchas muestras de la importancia de la voz de Ivan. En el caso de Lucia, ella salió de su amnesia al oír a voz de él en la tele. Eso es interesante, que se asocie la voz de Iván con su doblaje. Es como que a cada actor guapo lo perciban las mujeres con esa voz. Tu eres muy joven, pero hubo una época en que los locutores enloquecían a las mujeres que al verlos fuera de la radio se desilusionaban. Yo que pasé infancia y primera adolescencia en un país donde todo en la tele era doblado, sufrí un shock al llegar a USA y descubrir las verdaderas voces de mis actores favoritos.
EliminarDesde FB de Joan Manuel Castro Sánchez
ResponderEliminarQue mucho jugo lograste sacar a la canción de Shakira. Eso es darle la vuelta para convertirlo en todo una investigación acerca de la mujer en la música y las canciones de amor, desamor e infidelidad. Esperando la segunda parte y todas las que sean necesarias.
Para Joan Manuel Castro Sánchez Pues no se hubiera hecho sin tu ayuda. Primero D-s, y el jueves tenemos a La Leona y a la del Barrio.
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