Siguiendo con los
soliflore, en el mes de julio me perfumo con violetas, una florecita sencilla,
pero muy sensual. Decir “violeta” evoca un olor y un color, pero también es una
planta suave al tacto, que decora postres y sirve para aromatizar licores. Sobre
la violeta se han hecho miles de canciones y perfumes, y en el mercado latino
de fragancias ocupa un destacado sitial.
Humilde y
Sensual
En el mundo antiguo,
la violeta era símbolo de amor (y del amor lésbico a juzgar por los poemas de
Safo) y estaba dedicada a Afrodita. De esta flor— la principal del grupo
de las violáceas— se derivó el nombre de nur iolante (flor
de violeta). Para la Edad Media, este nombre había evolucionado en Violante, Yolande
y Yolanda. Solo a partir del siglo XIX, “Violeta” comenzó a usarse como nombre propio.
Aunque hay
variedades de violeta en todo el mundo (en Chile hay una que se conoce con el
nombre indígena de Yahi) la más popular es la viola odorosa que sirve
para satisfacer todos los sentidos. La flor se ha convertido en símbolo de
humildad. En inglés a una mujer muy sumisa y tímida se la llama “shrinking violet”. Hay algo en esa plantita tan pequeña con sus
pétalos azulinos, rosados o blancos que hace pensar en modestia y gentileza.
Cuando yo era
pequeña, una nana plantó semillas de violeta africana en un macetero en mi ventana.
Me gustaba despertar e ir a tocar (más que oler) las flores. Sus hojas que eran
suaves como las orejas de un gatito. Mi primer contacto con la violeta fue así,
por el tacto.
Como flor o como
nombre femenino, la violeta ha servido por más de cien años como inspiración a
escritores de canciones. Desde canciones infantiles hasta temas folclóricos
como la canción country “Sweet Violets” aquí interpretada por Dinah
Shore.
Clásicos de rock
incluyen “Ultraviolet” de U2 y “Violet and Red” de Stevie Nicks. En música
clásica tenemos “Le Violette” de Scarlatti y en jazz” Violet” de Miles Davis.
De mi infancia recuerdo a Niccola Di Bari cantando “Come le viole” que en
castellano se llamó “Como violetas”.
No es que no haya
clásicos sobre las violetas en lengua española. Haciendo memoria ahí están
Carmen Sevilla y sus “Violetas imperiales”. ¿Y qué sería de La Violetera de Sarita
Montiel sin los ramitos de esa flor? Ese tema que antecedió a Sarita Montiel fue
usado por Chaplin de música de fondo para su “City Lights”.
Hablando de
ramitos de violetas aquí les pongo mi canción favorita sobre esa flor. En
“Violets for Your Fur”, Francis Albert recuerda esa época en que, aun en invierno,
las violeteras neoyorquinas vendían ramos de violetas a los caballeros. Ellos se
los obsequiaban a sus damas que los prendían de sus estolas de piel como un
recordatorio de que el invierno da paso a la primavera.
Las violetas
cuando no son blancas o rosadas tienen un tono que varía desde morado hasta un
azul lavanda precioso. Era el color de los ojos de Dame Elizabeth Taylor y
también de los ojos de mi hermano.
Cuando vivía en Recreo y tenía vista al Pacifico noté que al atardecer
de días soleados tanto el mar como el cielo adquirían esa tonalidad violeta que
asociamos con la flor.
Pero más allá de
su color, la violeta tiene buen sabor. Es una de las pocas flores comestibles y
se usa mucho en la cocina, sobre todo en los postres. ¿Quién no ha probado
alguna vez algún pastel decorado con violetas confitadas? Por ahí tengo una
receta de helado de violetas. De la flor se extrae un jarabe que sirve para
aromatizar y endulzar muchos platos.
Violetas confitadas |
En sus días
anoréxicos, la Emperatriz Sissi solo consumía hielo picado con ese sirope de
violetas, una especie de granitta. El
jarabe también se usa en la confitería en un tipo de caramelos de color violeta.
En Chile estos
caramelos se llaman “Te Quiero” y en USA “Violet” y son producto de la firma C.
Howard’s que los confecciona desde los Años 30. En España se conocen como
violetas” y desde 1915 que están asociados con la confitería madrileña “La
Violeta”. Por último, existe un licor
hecho de violetas, la creme de Violette.
Es una flor que apela a nuestras papilas gustativas.
Las Violetas y
los Fake Perfume
Pues ya hemos
pasado por todos los sentidos y su asociación con la violeta. Nos queda
únicamente el olfato. Ahí hay para regalar. Nombres como Daisy de Marc Jacobs y
Lolita Lempicka tienen como base a la flor, al igual que uno de los perfumes
más clásicos L ‘Heure Bleu de Guerlain.
Pero muchos de esos perfumes ya no usan
violetas “de verdad” en sus refórmulas. No me refiero a un fake perfume
total como lo es April Violets de Yardley que en su versión moderna ha
prescindido de la flor por completo, sino de un uso de fragancias artificiales
o que utilizan otras flores (reseda, wisteria) como base. Y cuidado con
perfumes como el Violet Eyes de Elizabeth Taylor y Ultraviolet de Paco Rabanne
que de violeta solo tienen el nombre.
Por eso hay que
inclinarse hacia el soliflore y el más antiguo y recomendable, aunque difícil
de conseguir es Violetta di Parma. Creado por la Casa de Borsari en 1870—el año
en que Garibaldi entró en Roma— unificando por fin el reino de Italia, es
un perfume muy italiano. A pesar de estar compuesto por varias flores azules (iris,
lila y heliotropo) la nota principal la ponen la violeta y la vainilla lo que
le otorga un aroma caramelo, azucarado, dulce, casi infantil, como olería un algodón
confitado.
Mas antiguo es el
Violette de Molinard (1860) que en 170 años ha evolucionado más que un Pokémon.
Hoy todavía puede conseguirse en Amazon. com
Realmente el
perfume de violeta debe poseer un acento español. Ya en 1911 la casa Calber
sacaba al mercado ibero Violetas de España, pero sería en el Nuevo Mundo, donde
el perfume de violetas alcanzaría la, mayor popularidad, pero entre un público
que usualmente no asociamos con la perfumería.
En “La Zulianita”,
cuando Doña Delia Fiallo pone en boca de su villana Idalia (Chelo Rodríguez) la
frase “Las criadas y los niños huelen a violetas” dice algo muy significativo.
En Occidente, la fragancia de violeta es considerada como humilde, barata,
propia de criados y de niños. Incluso en su novela Seventeen (1911)
Booth Tarkington describe a la vampiresa Lola Pratt como perfumada de heliotropo,
pero su perrito Flopit huele a …violetas (probablemente el jabón con que lo bañan).
Hablando de
jabones, no había reparado en que mi hermana me regaló, hace un par de años, una
caja de jabones de Caswell Massey. Están fabricados con lavanda y violeta y
huelen a gloria. Yo para la higiene solo uso jabón líquido, pero utilizo los
jabones en barra como saches para aromatizar los cajones de mi cómoda donde
guardo ropa interior o delicada. Estos jabones perfuman toda la gaveta con su
olor azul.
Agustín Reyes
y la Colonia Infantil
En 1927, en La
Habana, Agustín Reyes decidió crear un perfume con un solo ingrediente: la esencia de la viola odorosa. Aunque
originalmente Agua de Violetas iba dirigida a todo público, fue una sorpresa
para Reyes ver que sus mejores clientas eran madres de recién nacidos que
usaban la colonia para perfumar a sus bebés. Lo mismo ocurrió con el próximo producto
Reyes, Violetas Rusas, que también acabó aromatizando cunitas.
Corre la leyenda que,
por las próximas tres décadas, todos los bebés cubanos olían a violetas. Agustín
Reyes y su familia hicieron fortuna con una colonia sencilla que podía seguir a
una niña desde su cuna hasta sus años escolares, e incluso en la primera etapa
de su adolescencia. El ser rico y famoso puso a Agustín Reyes en la mira de los
dirigentes de La Revolución. Con la excusa de un tratamiento médico, en 1960 el
perfumista dejó la isla. La fórmula de su agua de violetas iba escondida en su
equipaje.
Tras establecerse
en Miami, y luego que su familia se le uniera, Reyes decidió reabrir su negocio
en Hialeah. La reformula de su colonia salió al mercado con el nombre de Royal
Violets. Pronto se corrió la voz en la comunidad cubana que la icónica colonia
la haba seguido desde Cuba. Hasta el día de hoy, la Royal Violets sigue siendo
un producto usado por los latinos de Miami, y no solo los cubanos.
¿Cuál es el
secreto de este perfume tan sencillo como la flor que le da el nombre? ¿Por qué entre las que lo usan están los
nombres de sofisticadas estrellas cubanas como Gloria Stefan y Eva Mendes? Yo
diría que la mejor razón es su pureza y como se aplica al olfato y al tacto.
Muchos buenos y caros perfumes modernos provocan alergias, irritaciones epidérmicas,
o incomodan con sus olores violentos.
Royal Violets es
una colonia fresca, perfecta para la piel de una criatura. Hoy la firma de Agustín
Reyes tiene versiones con manzanilla o aloe adecuadas para pieles delicadas.
Este junio yo me he convertido en devota de Royal Violets con Aloe, el perfume
perfecto para una vieja achacosa asaltada por todo tipo de alergias como
yo.
Es un perfume
para toda hora y rociado en sábanas y almohadas refresca las noches de verano.
La primera ráfaga olfativa es un poco sulfúrica, recuerda al Eclat d’Arpege de
Lanvin. De a poco se transforma y adquiere un olor terso, limpio, parecido al
Organza de Givenchy. Finalmente llegamos a la violeta, no el aroma dulzón de la
Violetta di Parma, sino el fresco y natural de la plantita de mi infancia.
Otro mérito de
Royal Violets es que ha sobrevivido a pesar de tener competencia. Si pones “Violetas”
en la sección Beauty &Personal Care en Amazon te van a salir un caudal de
colonias infantiles, todas creadas en Miami como la Corlys, Sol de Oro y Violetas
Cubanas. Corlys lleva como apellido “A Cuban Delight”.
Una de las más
conocidas es el Agua de Violetas de Crusellas.Se dice que esta colonia antecede
al producto de la Familia Reyes, puesto que nació en la Cuba española en 1863.
A fines de los 60 se exilió en la Florida donde ha adquirido nueva fama.
A pesar de su
encantador aroma, yo le tengo un poco de reparo a Cruzella porque se
especializa en “productos espirituales” (léase artículos usados en ceremonias
de santería). De hecho, venden su colonia como provocadora de sueños proféticos.
Productos Cruzella |
Por último, en 1974,
AFFA sacó otra colonia para niños al mercado. Se llama Violetas Francesas y es
perfecta para niños y adultos. Me atrevo a decir que su perfume es incluso más
delicioso que la Royal Violet. Está hecho con esencia natural de violetas
importada de Francia y los conocedores dicen que no tiene nada que envidiarle
al Violette de Molinard, y cuesta cuatro veces menos.
¿Cuál es tu
relación con la violeta? ¿A cuál de tus sentidos apela más? ¿Qué perfume hecho
con esta flor es tu favorito?