Después de Mujercitas, Heidi sigue siendo la obra infantil mas leída de este mundo.
Infaltable es entonces su presencia en el mundo de las Niñas Latinas del Ayer. Frau
Spyri llegó a ser una de mis escritoras predilectas, porque en mi biblioteca
infantil pude incluir otras novelas suyas, e incluso secuelas de Heidi que en America Latina eran
vendidas como escritas por ella y recién me entero de que no era así. ¿Que
sabemos realmente de Johanna Spiry y su obra?
Johanna Louise
Husserl nació, en Suiza, en el pueblo de Hirzel (cantón de Zúrich) en 1827. Era hija de un
médico y de una poetisa y tuvo una infancia acomodada rodeada de libros y de
abuelos, tías y hermanos. Los veranos la familia solía trasladarse a Shur, en
Los Alpes, que sería el escenario de muchas de sus novelas.
A pesar de esa
infancia idílica, Johanna era tímida lo que le provocó problemas en la escuela
local. Para alejarla del bullying (más
que culpa de los alumnos, el maltrato venia de parte de los maestros) sus
padres la enviaron a tomar clases privadas con el pastor de la aldea cercana.
Johanna Spyri |
A los 14 años se
trasladó a Zúrich a vivir con una tía. Ahí estudió idiomas, tomó clases de
piano y tras comprarse un arpa, aprendió sola a tocar este instrumento. Para
completar su educación se la envió a un internado en la zona francoparlante de
Suiza.
Tras su graduación,
no se esperaba que Johanna trabajase, así es que regresó a su casa dónde fungió
como institutriz de sus hermanos menores. En 1851, su hermano Theodore, que
estudiaba Leyes, trajo a casa a su compañero Bernhard Spyri. Johanna y Bernhard
se enamoraron y se casaron en 1852 cuando ella tenía 25 años y el novio 31.
Bernhard Spyri |
La pareja se
estableció en Zúrich. A pesar de que se habían casado por amor, los Spyri no
fueron una pareja perfecta. Bernhard era trabajólico y muy ambicioso. Además de
abogado, era editor de un periódico y las aspiraciones políticas lo llevaron al
puesto de escribano municipal. Esa posición les permitía a los Spyri moverse en
buenos círculos, sobre todo los frecuentados por intelectuales y artistas. Se
sabe que sostuvieron amistad con Richard Wagner durante el periodo en que el
musico estableció residencia em Zúrich
Los Esposis Spyri 1852 |
Eso no era
suficiente para Johanna quien se sentía sola y añoraba su pueblo y familia. El
nacimiento de su único hijo Bernhard le provocaría una depresión que duraría
por mas de una década. Fue en 1871, en plena Guerra Franco-Prusiana, que
Johanna comenzaría a escribir para recaudar fondos para la Cruz Roja. Su primer
cuento” Vrony” era un relato un poco desasociado con la obra que hoy conocemos
de Spiry, la historia de una esposa abusada por un marido borracho.
Curiosamente los
críticos no han notado que la presencia de mujeres y niñas abusadas o expuestas
a situaciones límite es un constante en la obra infantil de Spyri. A cada rato,
nos tropezamos con huerfanitas (Heidi, Wiseli, Elsita) que acaban con parientes
que no las quieren, pero sus madres también son víctimas.
Adelheid queda tan traumatizada al ver el cadáver maltrecho del marido, que muere de depresión dejando a Heidi en manos de su inepta hermana. La madre de La dulce Wiseli, hizo un mal matrimonio, y muere viuda y expuesta la caridad pública. La prometedora Grittli se casa con un hombre débil que no ve como su mujer muere de una enfermedad que posiblemente heredara su hija.
Adelheid queda tan traumatizada al ver el cadáver maltrecho del marido, que muere de depresión dejando a Heidi en manos de su inepta hermana. La madre de La dulce Wiseli, hizo un mal matrimonio, y muere viuda y expuesta la caridad pública. La prometedora Grittli se casa con un hombre débil que no ve como su mujer muere de una enfermedad que posiblemente heredara su hija.
Wiseli y su madre |
Johanna encontró
en la literatura una terapia y comenzó a escribir cuentos para su hijo con
quien estaba muy unida. Por ese entonces decidió escribir un relato sobre una
huerfanita que encuentra la felicidad en esos Alpes que la autora tanto amaba.
Cuando Heidi es secuestrada por su tía y obligada a vivir en Alemania con los
Sesemann, Johanna encuentra una vía para relatar sus sentimientos de nostalgia
y depresión.
La primera parte (que en alemán tiene el
complicado título de Heidi, y lo que aprendió)
fue publicada anónimamente en 1880. Fue tan exitosa que la autora tuvo que hacerle
una segunda parte (Heidi y como aplicó lo
aprendido) que en 1881 salía al mercado. Esta vez Spyri se atrevió a permitir
que pusieran su nombre a su obra.
Heidi fue un éxito total lo que animó a Spyri a escribir más historias. Pronto comenzó
a ser traducida al inglés y a otras lenguas. En 1920 ya era traducida su obra
en el Japón que tanto haría para promover Heidi
con sus series de anime. En español se han traducido muchos de sus cuentos y
novelas como Heidi, La Dulce Wiseli, Verónica, Sin Patria, y
El Lago del Ensueño.
Un problema de la
traducción es que suelen cambiarles los nombres o se agrupan los cuentos bajo títulos
artificiales como ocurrió con Lorenzo y Matilda
que publicó la Editorial Molino a fines de los 50 y en la cual pude encontrar
la excelente novela corta Francesca en
Interwald. Sin embargo, descubrí que Francesca había sido traducida como Francisca en 1942.
Volviendo a Spyri
a pesar de que su timidez crónica no le permitía hacer mucha vida pública, su
obra la había convertido en la escritora más famosa de Suiza, pero no tuvo
mucho tiempo de alegrarse. La tragedia la golpeó doblemente en 1884. Primero su
hijo, tras una larga en enfermedad (se cree que era tisis) falleció, poco
después lo seguía el marido de Johanna, posiblemente de la misma enfermedad. Es
en esa época que Spyri escribe su novela más controvertida, Los niños de Gritli.
Seguir
escribiendo era la única terapia que la autora conocía. Se buscó una casa más
céntrica para no aislarse, viajó, se involucró en actividades benéficas y cifró
sus sentimientos maternales en una sobrinita a la que dedicó el resto de su
obra. Johanna Spyri falleció en 1901.
Tumba de Johanna Spyri |
Yo descubrí la
existencia de Johanna Spyri, como la descubrieron millares de niñas en el
mundo, gracias a Heidi. Para mi sexto
cumpleaños alguien me regaló un libro delgado de la Editorial Felicidad llamado
Otra Vez Heidi. Creo que fue mi tía
Lily que me lo obsequió junto con una torta casera de merengue y lúcuma.
Editorial Felicidad. 1963 |
Ya el titulo
indica que es esa segunda parte que Spyri escribió a la carrera apremiada por
el éxito de la Heidi original. Este
volumen comienza con la visita del Dr. Classen a Heidi y su abuelo y acaba con
la milagrosa curación de Clara Sesemann. Sin carecer de interés, ni se compara a
la primera parte, y a falta de background,
ni el Dr. Classen ni Clara resultaban muy interesantes.
Clara es auxiliada por Heidi y Pedro |
Los celos de
Pedro (emoción incomprensible para mi entonces) y su destrucción de la silla de
ruedas me lo hizo un personaje monstruoso. Aparte de un primito, yo no tenia
contacto con varones. A sus tres años, mi hermano era un bebé. Aun así, los empeños
de Heidi de alfabetizar a Pedro me impresionaron lo suficiente para yo tratar
de enseñar a leer a mi hermano (con resultados exitosos).
Heidi le enseña a leer a Pedro |
Me tomó dos años
descubrir a la verdadera Heidi. Fue en 1967, en ese largo intervalo en que mi
mamá estuvo en la clínica y yo descubrí el garaje-desván lleno de libros. Entre
ellos encontré un libraco grueso con una estampa en la tapa de una niña con
flores en los brazos y montañas nevadas de trasfondo. Por más que he investigado
no he podido descubrir qué edición seria, por lo que deduzco que era una muy
antigua. Se parece a esta de 1957 (un año antes que mis padres se casaran), pero la mia era de mejor calidad.
Su cubierta era
de tela por lo que creo que era una edición cara y debe haber sido uno de los
libros en el mítico baúl que mi madre recibiera de mi abuelo, luego de él haberla
expulsado de la familia por haberse casado con un cristiano. Nunca supe ni
pregunté. Para el regreso de mi madre, el libro ya era parte de mi biblioteca y
de mi imaginación.
Hoy en día
Johanna Spyri es sinónimo de Heidi. Gracias al anime japonés, hasta los varoncitos la conocen. Se han hecho como una docena de filmes y miniseries sobre la Niña
de Los Alpes. ¿Cuál es el secreto de Heidi que brinca por sobre siglos y
generaciones? Una vez pregunté en un foro y me salieron cosas que iban desde
“la descripción del paisaje alpino” hasta “yo quería correr con ella y las
cabritas”.
Sin desmerecer el
lirismo de Spiry al describir un paisaje tan querido y añorado por ella, la
grandeza de su descripción reside en la amplitud del retrato. El panorama
parece ilimitado, no hay cercas, no hay muros, se extiende a los pies de Heidi
para recorrerlo como si fuera una cabra más. Y yo creo que eso es lo que amamos
en la novela, la libertad que goza Heidi en su montaña, la libertad para
elegir, para crecer, para definir su personalidad. Ese es el aprendizaje de
Heidi.
Hoy se usa tanto
el rótulo “obra feminista” que me atrevo a aplicárselo a Heidi. Spyri en su obra retrata
el sufrimiento de niñas marcadas por su género para ser víctimas, y de los
mecanismos de sobrevivencia a los que deben apelar.
Heidi, como
Wiseli y Elsita, es huérfana, no deseada, por lo que pasa por manos de parientes
y no tiene espacio propio hasta que llega a la montaña. Sabemos que su madre
murió de la impresión provocada por ver a su marido hecho pedazos tras un
accidente laboral. Heidi queda en manos de la abuela materna quien fallece y
pasa a ser un estorbo en la vida de su tía Ditta que para mi es la gran villana
de; cuento.
Ditta ha
conseguido un empleo estupendo de camarera de hotel y no quiere cargar con la cría. Se le ocurre entonces encajársela al único pariente
de la pequeña Adelheid “Heidi”, un abuelo paterno que no solo es una especie de
ogro montañés. Además, se rumora que este “Tío Alpe” de joven desertó del ejército,
fue jugador, borracho y hasta asesino.
Comenzamos el cuento
con Heidi trabajosamente subiendo una ladera apremiada por la tía. Ditta ha vestido
a Heidi (para no cargar equipaje) como si fuera al Polo y es verano. Tras
encontrarse con Pedro, el pastor, que apenas viste un pantaloncillo, Heidi toma
una sabia decisión y se quita la ropa. Queda descalza y en enaguas y puede
correr tras el rebaño.
Ahí tenemos
nuestra primera imagen de libertad. La segunda es cuando Heidi se encuentra
sola con el abuelo y demuestra que no le teme y se pone a arreglar la mesa para
la cena. Ante ese despliegue de confianza,
el ogro se revela como un viejillo muy simpático que le hace una cama con
colchón de heno y le prepara una opípara cena.
Y ahí tenemos una
Heidi libre, expuesta a un clima perfecto, una comida sana, una vida diseñada
para que sea una niña robusta y con una mente despierta. Pronto vemos a Heidi
ir ejerciendo su libre albedrio: su amistad con Pedro que no es un dechado de simpatía;
su defensa de la cabrita díscola a la que el pastor quiere golpear; su devoción
por la abuela de Pedro, etc. Todos son pasos para definirla como persona.
Heidi y la abuela |
Por supuesto la crítica
moderna se burla del esfuerzo “civilizador” de Heidi o la llaman despectivamente
“ángel doméstico” sin reparar en que, aunque sincera, la bondad de Heidi con
los viejos y despreciados por su sociedad (ayer y hoy, igual) es su gran
mecanismo de defensa. Yo me patearía por no haberlo usado a su edad y después.
Mi vida hubiese sido más rica y útil.
Toda trama tiene
un momento de quiebre, donde los protagonistas ven sus vidas transformadas por
alguna catástrofe que los empuja por nuevos derroteros. Eso ocurre cuando Heidi
está más contenta y aclimatada a su mundo alpino. En el hotel donde trabaja la
siniestra tía Ditta, esta conoce al millonario Herr Sesemann y a su hija, la
minusválida Clara. Sesemann anda buscando una compañerita para Clara. Ditta miente
como merolico, dice que tiene una sobrinita de la edad de Clara (esta tiene
doce años. Heidi ocho) y se va a buscar (previa comisión) a Heidi.
Ditta viene a buscar a Heidi |
Ditta llega a la montaña
y con engaños secuestra literalmente a Heidi y se la lleva a Alemania donde se
las entrega a los Sesemann que serán muy buenos, pero ven a Heidi como una criada-esclava.
Herr Sesemann vive de viaje, su madre viene de visita una vez al año y la casa
es manejada por la severa institutriz-ama de llaves Fraulein Rottenmeier.
Dame Jean Simmons como Fraulein Rottenmeier . |
Ni Rottenmeir ni
los Sesemann, ni la abuela intentan devolver a Heidi a su país, ni siquiera le
mandan un mensaje al Tío Alpe. Heidi es presa de un shock cultural (en que a
cada rato se le señalan sus falencias) y emocional.
En los casi dos años que pasa en Frankfurt pasa de experiencias divertidas (los gatitos) a trágicas como cuando Rottenmeier descubre que Heidi ha estado guardando los panecillos de la cena con la esperanza de llevárselos a su” abuela postiza”. Es ahí que Rottenmeier se las canta claro a Heidi, nunca más volverá a ver los Alpes.
En los casi dos años que pasa en Frankfurt pasa de experiencias divertidas (los gatitos) a trágicas como cuando Rottenmeier descubre que Heidi ha estado guardando los panecillos de la cena con la esperanza de llevárselos a su” abuela postiza”. Es ahí que Rottenmeier se las canta claro a Heidi, nunca más volverá a ver los Alpes.
Después de una
crisis de llanto, Heidi se retrae en si misma. Cae en una depresión, deja de
comer y se vuelve un ser silencioso. Aquí llega mi parte favorita. Coincidiendo
con el decaimiento de la pequeña, comienzan a ocurrir extraños sucesos.
Todas las mañanas
se encuentran las puertas de la mansión abiertas de par en par, esto, aunque en
la noche se las ha dejado cerradas con llave y con la tranca puesta. Primero se
habla de ladrones, pero luego que el criado Sebastián (otro de mis personajes
favoritos y uno de los pocos aliados de Heidi en Frankfurt) se queda en vela y
ve una figura blanca deslizarse por el pasillo, comienzan a temer la presencia
de un espectro.
La agobiada
Rottenmeier le escribe a su patrón que regresa alarmado. Sesemann llama a su
amigo el Dr. Classen. Los hombres se pasan la noche en vigilia, y armados. Al
amanecer descubren que el fantasmita es una Heidi sonámbula (un año mas tarde,
yo tuve una crisis de sonambulismo y se me explicó que este estado aflige a
gente que está bajo una gran presión emocional).
Tras una larga
platica con Heidi, el doctor que es buen psicólogo descubre que la niña está al
borde del colapso nervioso. Su única salvación es el regreso a su terruño.
Sesseman insiste en que no puede devolverla a su familia en ese estado, per
finalmente manda llamar a Ditta para conseguir los datos del abuelo. Heidi y Sebastián
toman el tren (trenes) de regreso. Heidi vuelve cargada de un baúl de libros y vestidos,
regalo de Clara, y hasta un cesto de panecillos para la abuela.
En agradecimiento
por el retorno de la nieta, el Tío Alpe baja al pueblo de Dorfli y acaba con su conducta antisocial,
reintegrándose a los servicios dominicales, permitiendo que Heidi asista la
escuela y abriendo su casona para pasar ahí la temporada invernal. El escenario
entonces queda abierto para la segunda parte. Ahora si se entienden los
esfuerzos de Heidi para enseñar a leer a Pedro, la visita del Dr. Classen y
finalmente la llegada de Clara. Se entienden los celos de Pedro por quien lo separó
de Heidi a pesar de que su hazaña de romper la silla de ruedas no sea de elogiarse.
Heidi, por separado o en versión completa, ha sido instrumental en el reconocimiento
de Johanna Spyri como autora infantil. He hablado ya de lo rápido que fue
traducida otros idiomas, pero también una veintena de años tras el
fallecimiento de Spyri, Heidi era
adaptada a la pantalla grande. Tras la primera versión hecha en Estados Unidos
en 1920, la han seguido nueve adaptaciones más, hechas en USA, Francia, Suiza,
Alemania y hasta en la India. Se prepara una nueva versión en Italia este año
con Bill Nighy como el abuelo.
Versión del 2005
Se han hecho dos
películas para televisión basadas en la saga de la Niña de los Alpes y ocho
miniseries o series como la versión argentina y el famoso anime japonés.
Escoger la mejor me es difícil. francamente encuentro que ninguna de las
versiones le hace justicia. me gustaron mucho la película para televisión
del ’68 y la miniserie de 1993, a pesar de que en ambas Clara es una nena
odiosa.
Versión de 1993
En la versión de 1993 también hay un amago de contar la historia de los padres de Heidi antes de ella conocer al abuelo.
Pero la mejor es la versión suiza del 2015 con un siempre estupendo Bruno Ganz como El Abuelo y una Anuk Steffen que realmente es Heidi.
En cuanto a la peor versión, no tengo dudas, la de 1937. En 1968, el Teatro Rex de Viña del Mar dedicó una semana a pasar clásicos de Shirley Temple. Obvio que yo anhelaba ver a Heidi en pantalla, pero me pegué un chasco. Yo admiro a Shirley, pero este es uno de sus filmes más prescindibles. ¿Heidi una llorona? ¿Él Tío Alpe en Frankfurt? Hasta convirtieron a La Tía Ditta y a Rottenmeier en un par de facinerosas, y mejor no sigo.
En mi próxima
entrega hablaré de las secuelas de Heidi que no fueron escritas por Johanna
Spyri y de Los niños de Gritli su
novela más polémica.
¿Cómo conociste a
Heidi? ¿Por una película, por el libro o por el anime? ¿Qué te gustó de la
historia de la Niña de los Alpes? ¿Crees que es un libro que puede todavía
gustar a las generaciones del nuevo milenio? ¿Por qué razón?
Hola aquí Accolon.
ResponderEliminarA Heidi la conocí también por el anime y hasta tenía un cassette con la música y el famoso Abuelito dime tú. Luego ya obtuve mi versión libro, muy resumido y con ilustraciones a la acuarela que me compraron en ese barco que recalaba lleno de libros, creo que se llamaba Logos. En ese mismo barcos descubrí que existía un libro de Anne of Green Gables tiempo después, pero estaba en inglés y aún no me manejaba.
En cuanto a Heidi debo decir que siempre me gustó su historia y la de su abuelo. Yo recuerdo que mi mamá relacionaba mi gusto por la historia con la pérdida de mi propio abuelito cuando tenía 6 años. No recuerdo bien, pero todos concuerdan en que yo era su favorito. Yo imaginaba que el abuelito de Heidi era el mío, aunque no podían ser más distintos. Cosas de niños.
Cuando era pequeña mi hermana recibió de regalo de una anciana amiga de la familia un ejemplar magnífico y antiguo de Heidi y yo terminé dejándolo entre mis libros. A mi hermana no le gusta leer así es que no lo extrañó. Lástima que están todos mis libros allá en Punta Arenas o subiría fotos al face. Cuando regrese lo haré.
En cuanto a las películas, también considero la mejor de todas la de 2015. Esa niña es Heidi como yo la imaginaba y Pedro también. Lo que no me gustó es que Clara era una malcriada y daban a entender que ella no quería caminar. Era caprichosa y violenta. No como mi Clara del anime, siempre tierna y bondadosa, y agradable.
La versión de Shriley Temple es horrible, pero me reí mucho al principio cuando la cabra la ataca y Heidi cae. El resto es mucho WTF.
Mi parte favorita de Heidi libro es la que ocurre en las montañas. Todo. y lo de la ciudad me estresa un poco, pero mi parte favorita igual es la del sonambulismo y creo que eso influyó mucho en que hoy en día ame las historias de fantasmas y misterio sobrenatural.
Traté de ver esa película de Heidi con Charlie Sheen pero me pareció muy alejado de lo que pasaba en los libros y la verdad no me dio ninguna curiosidad saber más de Heidi crecida. Para mí la historia termina donde debe terminar.
CAmbio y fuera. Saludos :)
Mi Querido Pandi, creo que una vez me contaste que te gustaba Heidi y despues otros chiquillos del foro me dijeron lo mismo. Ahi cai que es una novela que trasciende generos. Lo que la hace moderna. Clara es insoportable y esa pataleta que le da cuando se va Heidi, era para darle una chuleta. No sé porque deforman al personaje, en cambio cuando a Rottenmeier la interpreta una actriz conocida, enseguida le inventan un romance con el papá de Clara. No sabía lo de tu abuelito lo siento mucho. No la de Charlie Sheen era una lesera con patas. Acabo de postear sobre las secuelas de Heidi Leiste alguna? Un abrazo hasta el calor de La Serena. A ver como es el invierno allá.
EliminarDesde FB Ana Estelwen Yo fui mega fan de Heidi, como todas las niñas de mi generación (y las de mi madre). Hace tiempo me descargué la serie anime original que vimos todas y espero la oportunidad para verla con mi hija. Espero que llore, ría y se emocione con esta historia igual que hice yo.
ResponderEliminarEsa era una de mis preguntas si una guerrera como Ratoncita iba a apreciar a Heidi y creo que lo va a hacer porque, a su modo, Heidi tambien es guerrera. Total badass.
EliminarDesde FBAna Estelwen Ratoncita es una princesa guerrera, y eso implica las dos facetas: princesa y guerrera. Le encanta el heavy metal que le gusta a sus papás, los coches, el fúbtol, las escenas de guerra de El Señor de los Anillos, y va por la casa con espada y escudo, pero también le encantan los vestidos de volantes, el color rosa, las princesas Disney, las hadas, las sirenas, la purpurina y el maquillaje (este último obviamente no le dejo ponerse, pero le fascina).
EliminarPor cierto, ¿ya mencioné que es géminis? :-D
María Elena Venant Ana Estelwen No me sorprende con esas dos facetas, pero demuestra que puede ser ambas, lo importante es que siempre luche por la justicia.
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