miércoles, 8 de julio de 2020

Aromas de Ayer: Julio Huele a Violetas



Siguiendo con los soliflore, en el mes de julio me perfumo con violetas, una florecita sencilla, pero muy sensual. Decir “violeta” evoca un olor y un color, pero también es una planta suave al tacto, que decora postres y sirve para aromatizar licores. Sobre la violeta se han hecho miles de canciones y perfumes, y en el mercado latino de fragancias ocupa un destacado sitial.

Humilde y Sensual
En el mundo antiguo, la violeta era símbolo de amor (y del amor lésbico a juzgar por los poemas de Safo) y estaba dedicada a Afrodita. De esta flor la principal del grupo de las violáceas se derivó el nombre de nur iolante (flor de violeta). Para la Edad Media, este nombre había evolucionado en Violante, Yolande y Yolanda. Solo a partir del siglo XIX, “Violeta” comenzó a usarse como nombre propio.
Violante de Hungria, Reina de Aragón

Aunque hay variedades de violeta en todo el mundo (en Chile hay una que se conoce con el nombre indígena de Yahi) la más popular es la viola odorosa que sirve para satisfacer todos los sentidos. La flor se ha convertido en símbolo de humildad. En inglés a una mujer muy sumisa y tímida se la llama “shrinking violet”.  Hay algo en esa plantita tan pequeña con sus pétalos azulinos, rosados o blancos que hace pensar en modestia y gentileza.

Cuando yo era pequeña, una nana plantó semillas de violeta africana en un macetero en mi ventana. Me gustaba despertar e ir a tocar (más que oler) las flores. Sus hojas que eran suaves como las orejas de un gatito. Mi primer contacto con la violeta fue así, por el tacto.

Como flor o como nombre femenino, la violeta ha servido por más de cien años como inspiración a escritores de canciones. Desde canciones infantiles hasta temas folclóricos como la canción country “Sweet Violets” aquí interpretada por Dinah Shore.

Clásicos de rock incluyen “Ultraviolet” de U2 y “Violet and Red” de Stevie Nicks. En música clásica tenemos “Le Violette” de Scarlatti y en jazz” Violet” de Miles Davis. De mi infancia recuerdo a Niccola Di Bari cantando “Come le viole” que en castellano se llamó “Como violetas”.

No es que no haya clásicos sobre las violetas en lengua española. Haciendo memoria ahí están Carmen Sevilla y sus “Violetas imperiales”. ¿Y qué sería de La Violetera de Sarita Montiel sin los ramitos de esa flor? Ese tema que antecedió a Sarita Montiel fue usado por Chaplin de música de fondo para su “City Lights”.

Hablando de ramitos de violetas aquí les pongo mi canción favorita sobre esa flor. En “Violets for Your Fur”, Francis Albert recuerda esa época en que, aun en invierno, las violeteras neoyorquinas vendían ramos de violetas a los caballeros. Ellos se los obsequiaban a sus damas que los prendían de sus estolas de piel como un recordatorio de que el invierno da paso a la primavera.

Las violetas cuando no son blancas o rosadas tienen un tono que varía desde morado hasta un azul lavanda precioso. Era el color de los ojos de Dame Elizabeth Taylor y también de los ojos de mi hermano.  Cuando vivía en Recreo y tenía vista al Pacifico noté que al atardecer de días soleados tanto el mar como el cielo adquirían esa tonalidad violeta que asociamos con la flor.

Pero más allá de su color, la violeta tiene buen sabor. Es una de las pocas flores comestibles y se usa mucho en la cocina, sobre todo en los postres. ¿Quién no ha probado alguna vez algún pastel decorado con violetas confitadas? Por ahí tengo una receta de helado de violetas. De la flor se extrae un jarabe que sirve para aromatizar y endulzar muchos platos.
Violetas confitadas


En sus días anoréxicos, la Emperatriz Sissi solo consumía hielo picado con ese sirope de violetas, una especie de granitta.  El jarabe también se usa en la confitería en un tipo de caramelos de color violeta.
En Chile estos caramelos se llaman “Te Quiero” y en USA “Violet” y son producto de la firma C. Howard’s que los confecciona desde los Años 30. En España se conocen como violetas” y desde 1915 que están asociados con la confitería madrileña “La Violeta”.  Por último, existe un licor hecho de violetas, la creme de Violette.  Es una flor que apela a nuestras papilas gustativas.



Las Violetas y los Fake Perfume
Pues ya hemos pasado por todos los sentidos y su asociación con la violeta. Nos queda únicamente el olfato. Ahí hay para regalar. Nombres como Daisy de Marc Jacobs y Lolita Lempicka tienen como base a la flor, al igual que uno de los perfumes más clásicos L ‘Heure Bleu de Guerlain.

 Pero muchos de esos perfumes ya no usan violetas “de verdad” en sus refórmulas. No me refiero a un fake perfume total como lo es April Violets de Yardley que en su versión moderna ha prescindido de la flor por completo, sino de un uso de fragancias artificiales o que utilizan otras flores (reseda, wisteria) como base. Y cuidado con perfumes como el Violet Eyes de Elizabeth Taylor y Ultraviolet de Paco Rabanne que de violeta solo tienen el nombre.

Por eso hay que inclinarse hacia el soliflore y el más antiguo y recomendable, aunque difícil de conseguir es Violetta di Parma. Creado por la Casa de Borsari en 1870el año en que Garibaldi entró en Roma unificando por fin el reino de Italia, es un perfume muy italiano. A pesar de estar compuesto por varias flores azules (iris, lila y heliotropo) la nota principal la ponen la violeta y la vainilla lo que le otorga un aroma caramelo, azucarado, dulce, casi infantil, como olería un algodón confitado.

Mas antiguo es el Violette de Molinard (1860) que en 170 años ha evolucionado más que un Pokémon. Hoy todavía puede conseguirse en Amazon. com

Realmente el perfume de violeta debe poseer un acento español. Ya en 1911 la casa Calber sacaba al mercado ibero Violetas de España, pero sería en el Nuevo Mundo, donde el perfume de violetas alcanzaría la, mayor popularidad, pero entre un público que usualmente no asociamos con la perfumería.

En “La Zulianita”, cuando Doña Delia Fiallo pone en boca de su villana Idalia (Chelo Rodríguez) la frase “Las criadas y los niños huelen a violetas” dice algo muy significativo. En Occidente, la fragancia de violeta es considerada como humilde, barata, propia de criados y de niños. Incluso en su novela Seventeen (1911) Booth Tarkington describe a la vampiresa Lola Pratt como perfumada de heliotropo, pero su perrito Flopit huele a …violetas (probablemente el jabón con que lo bañan).

Hablando de jabones, no había reparado en que mi hermana me regaló, hace un par de años, una caja de jabones de Caswell Massey. Están fabricados con lavanda y violeta y huelen a gloria. Yo para la higiene solo uso jabón líquido, pero utilizo los jabones en barra como saches para aromatizar los cajones de mi cómoda donde guardo ropa interior o delicada. Estos jabones perfuman toda la gaveta con su olor azul.

Agustín Reyes y la Colonia Infantil
En 1927, en La Habana, Agustín Reyes decidió crear un perfume con un solo ingrediente:  la esencia de la viola odorosa. Aunque originalmente Agua de Violetas iba dirigida a todo público, fue una sorpresa para Reyes ver que sus mejores clientas eran madres de recién nacidos que usaban la colonia para perfumar a sus bebés. Lo mismo ocurrió con el próximo producto Reyes, Violetas Rusas, que también acabó aromatizando cunitas.

Corre la leyenda que, por las próximas tres décadas, todos los bebés cubanos olían a violetas. Agustín Reyes y su familia hicieron fortuna con una colonia sencilla que podía seguir a una niña desde su cuna hasta sus años escolares, e incluso en la primera etapa de su adolescencia. El ser rico y famoso puso a Agustín Reyes en la mira de los dirigentes de La Revolución. Con la excusa de un tratamiento médico, en 1960 el perfumista dejó la isla. La fórmula de su agua de violetas iba escondida en su equipaje.

Tras establecerse en Miami, y luego que su familia se le uniera, Reyes decidió reabrir su negocio en Hialeah. La reformula de su colonia salió al mercado con el nombre de Royal Violets. Pronto se corrió la voz en la comunidad cubana que la icónica colonia la haba seguido desde Cuba. Hasta el día de hoy, la Royal Violets sigue siendo un producto usado por los latinos de Miami, y no solo los cubanos.

¿Cuál es el secreto de este perfume tan sencillo como la flor que le da el nombre?  ¿Por qué entre las que lo usan están los nombres de sofisticadas estrellas cubanas como Gloria Stefan y Eva Mendes? Yo diría que la mejor razón es su pureza y como se aplica al olfato y al tacto. Muchos buenos y caros perfumes modernos provocan alergias, irritaciones epidérmicas, o incomodan con sus olores violentos. 

Royal Violets es una colonia fresca, perfecta para la piel de una criatura. Hoy la firma de Agustín Reyes tiene versiones con manzanilla o aloe adecuadas para pieles delicadas. Este junio yo me he convertido en devota de Royal Violets con Aloe, el perfume perfecto para una vieja achacosa asaltada por todo tipo de alergias como yo. 

Es un perfume para toda hora y rociado en sábanas y almohadas refresca las noches de verano. La primera ráfaga olfativa es un poco sulfúrica, recuerda al Eclat d’Arpege de Lanvin. De a poco se transforma y adquiere un olor terso, limpio, parecido al Organza de Givenchy. Finalmente llegamos a la violeta, no el aroma dulzón de la Violetta di Parma, sino el fresco y natural de la plantita de mi infancia.

Otro mérito de Royal Violets es que ha sobrevivido a pesar de tener competencia. Si pones “Violetas” en la sección Beauty &Personal Care en Amazon te van a salir un caudal de colonias infantiles, todas creadas en Miami como la Corlys, Sol de Oro y Violetas Cubanas. Corlys lleva como apellido “A Cuban Delight”.

Una de las más conocidas es el Agua de Violetas de Crusellas.Se dice que esta colonia antecede al producto de la Familia Reyes, puesto que nació en la Cuba española en 1863. A fines de los 60 se exilió en la Florida donde ha adquirido nueva fama.

A pesar de su encantador aroma, yo le tengo un poco de reparo a Cruzella porque se especializa en “productos espirituales” (léase artículos usados en ceremonias de santería). De hecho, venden su colonia como provocadora de sueños proféticos.
Productos Cruzella

Por último, en 1974, AFFA sacó otra colonia para niños al mercado. Se llama Violetas Francesas y es perfecta para niños y adultos. Me atrevo a decir que su perfume es incluso más delicioso que la Royal Violet. Está hecho con esencia natural de violetas importada de Francia y los conocedores dicen que no tiene nada que envidiarle al Violette de Molinard, y cuesta cuatro veces menos.

¿Cuál es tu relación con la violeta? ¿A cuál de tus sentidos apela más? ¿Qué perfume hecho con esta flor es tu favorito?