jueves, 22 de julio de 2021

Música del Ayer: It Had to Be You

 


 A fines de Los Ochenta, toda una generación conocería  este tena, fuera en la voz de Frank Sinatra o la de Harry Connick Jr., gracias a “When Harry Met Sally”. Pocos saben que la canción fue escrita por Gus Khan en 1924.Y ahora me entero de que mi gran amiga y condiscípula, Ellen W.R, la asocia con su boda y su historia de amor. Por eso la recordaremos en este mes en que cumple años,  no diré cuántos, pero que nosotras también cumplimos 30 años de amistad.

Gus Khan ha sido considerado un compositor menor de Tin Pan Alley, quizás porque murió joven, quizás porque fue contemporáneo de gigantes como Los Gershwin, Cole Porter e Irving Berlin, pero su contribución al Gran Álbum de la Canción Americana es indudable y no es menor. Nacido en Alemania, de padres judíos, Khan inmigró a Chicago en 1890. 7años más tarde ya estaba componiendo. Su primer mega éxito fue “Petty Baby” en 1916.



Durante los años 20, Khan alternó su trabajo en bRoadway con la composición de letras románticas, pero ligeras como “Toot, Toot, Tootsie”, “Äin’t We Got Fun” y otro mega éxito que escribió para el musical Whoopee y que Eddie Cantor haría famosa en el mundo entero.




Sin embargo, Gus Khan escribiría canciones realmente románticas inspirado por su esposa, la también compositora, Grace le Boy. Para ella escribiría " Dream a Little Dream” del que ya les hablé anteriormente, y  “Love Me or Leave Me”, que Doris Day inmortalizaría en el biopia del mismo nombre sobre la cantante Ruth Etting.



En los Años 30, Gus Khan se dedicó a escribir temas para el cine hasta1941 cuando  su carrera se truncó por un fatal infarto. Hollywood lo inmortalizaría un par de años después de su muerte con una biopia “I’ll See You in my Dreams” donde Doris Day hizo de Grace y Danny Thomas interpretó a Gus Khan.

“It Had to Be You” corresponde a las canciones de amor “serias” de los 20. El músico Isham Jones había recibido de su esposa,  como regalo de cumpleaños,  un gran piano y para estrenarlo escribió esta melodía. Al escucharla Gus Khan le puso letra.



Acabo de enterarme que la versión original fue solo instrumental y la grabaron The Ambasadors, luego la grabaría la misma orquesta de Isham Jones con Marion Harris como vocalista. Curioso es que Khan la escribió (como toda su obra importante) inspirado en una mujer, su esposa, pero han sido más mujeres las que la hicieron famosa en sus primeros sesenta años de vida. Yo creo que es porque la canción es aplicable al sentir de todos los géneros.  Vamos,  no la primera estrofa que es un poco repetitiva “tenías que ser tú, Tenías que ser tu”. Pasemos a la ilustrativa segunda

Some others I’ve seen, might never be mean

Might never be cross, or try to be boss,

But they wouldn’t do

For nobody else gave me a thrill,

With all your faults, I love still

It had to be you, Wonderful You,

It had to be you.

Otros que conozco puede que nunca sean malos conmigo

Nunca se enfadan, ni tratan de darme ordenes,

Pero no me sirven

Porque nadie más me dio esa pasión

Con todos tus defectos, te amo todavía,

Tenías que ser tú, maravilloso tú,

Tenías que ser tu

Aunque los grandes voces del jazz y canción popular masculinas la han hecho suya,  “It Had to Be You” ha sido un estándar femenino. En los años 30 la grabaron orquestas de mujeres como Valaida Snow y Dorothy Lamour. La han cantado mujeres de todos los colores Doris Day, Billie Holliday, Patti Page, Liza Minelli, Seiko Matsuda y por supuesto Barbra Streisand que en el 2014 graba un dueto con Michael Buble.



" It Had to Be You” ha formado parte del mundo del cine desde el inicio de cine sonoro y en ese medio la han entonado actrices desde Ruth Etting en “Melody of May”  hasta Diane Keaton en “ Annie Hall”.



Aunque por supuesto quienes evocamos el fin de siecle, la recordamos o en versión Harry Connick Jr.  o la de Frank Sinatra, ambas fueron parte de la soberbia banda sonora de “When Harry Met Sally”.



Sinatra había grabado el tema de Gus Khan a comienzos de los 40 en su etapa de vocalista de la orquesta de Tommy Dorsey. Una versión que cayó en el olvido opacada por tantas otras que la siguieron, pero a fines de los 80s, OL’Blue Eyes la remozó en un arreglo de Bill May que sería parte icónica de la ya icónica comedia romántica de Nora Ephron.



“When Harry Met Sally” hizo conocida “It Had to Be You” para toda una generación de personas de fines del siglo XX, pero eso es un suceso recurrente, ya que en cada década se levantan voces dispuestas a recrear una canción que no pasa de moda. Por ejemplo, la primera generación adolescente de  este siglo la recordará por haberla oído en una de sus series más conocidas, “Melrose Place” y era la versión interpretada por Ray Charles.



Mi generación la oyó en la poco probable voz de …John Travolta. Efectivamente, convertido en un Teen Idol gracias a su participación en el sitcom “Welcome Back Kotter” y a pasos de hacer historia en el cine con su “Fiebre de un sábado por la noche” Travolta se le ocurrió grabar un disco de canciones románticas para sus ardorosas fans. por supuesto, incluyó ese estándar.



Pero para mí la versión más sorpresiva fue la que Robert Zimmerman grabase en el 2016. Recién galardonado con el Premio Nobel de Literatura, Bob Dylan grabó esta canción. Hay algo de homenaje simbólico en haberlo hecho, al menos todos los fans de la letra de Gus Khan lo notamos.



He hablado de la letra de la canción, pero no nos olvidemos de la música de Isham Jones. Hay docenas de versiones del instrumental. una de mis favoritas es la de Artie Shaw de 1944.



Pero la mejor es la de la guitarra de Django. “ El gitano de los tres dedos” como lo apodó Sean Penn en “Sweet and Mellow” grabó esta versión junto al infaltable violín de Stephan Grappelli.



Normalmente, este tipo de exploración busca covers en diferentes idiomas. Se sabe que “It Had  to Be You”  tuvo una versión en alemán y otra en francés, pero aparentemente la inquisición del copyright ha impedido (o borrado) su ingreso a YouTube. Por suerte si encontré las covers en español. La primera es de Alberto Vásquez de 1964. La otra es de Bertín Osborne en el 2015.



Por último, quería hablar del impacto de “It Had to Be You”  en la Era Millenials adonde ha llegado vía series de televisión. Los Whovians la han conocido gracias al episodio del Dr. Who, “The Empty Child”.



Tony Bennett hizo un dueto con Carrie Underwood que puede oírse en el trasfondo de la serie favorita de mi hermano “Blue Bloods”.



Pero mi favorita es el cierre de “Drop Dead Diva” cuando Jane se encuentra con la reencarnación de Bill, su novio muerto.



Como ven está presente en todos lados. ¿La habías oído tu alguna vez? ¿En qué versión?

 

jueves, 1 de julio de 2021

Aromas del Ayer: Bambou de Weil

 


Este julio estoy usando Bambou de Weil. Creado en 1934, esta es la reformula del ’84. Me dicen que es mejor que la original. Lo interesante es que ninguna usa el bambú como ingrediente. ¿Entonces, por que ponerle se nombre? ¿Y existe algún perfume que use de base la esencia del bambú?

Bambou nace en 1934 en el seno de una prodigiosa fuente de perfumes. Alfred, Jaques y Marcel Weil eran hermanos judíos alsacianos que en 1892 habían iniciado un negocio de peletería fina en París. Para los Años 20, ya se habían hecho de un nombre, pero también de una visión de negocios y esta los llevó a crear algo totalmente novedoso, un tipo de perfume que debería acompañar cada prenda de piel y que ayudase a evitar el mal aroma que el sudor, el clima y  las condiciones ambientales pueden provocar en un artículo como ese.

Así en 1927 abría la Perfumería Weil. Con la ayuda del perfumista Claude Fraysse se creaban perfumes envasados en lujosas botellas de bacará con contenidos dirigidos a pieles exclusivas llamados Hermine (armiño), Zibelline (visón), y Chinchilla. Tan populares se hicieron estos perfumes, que los Weil con ayuda de Fraysee, quien trabajaba con su hija Jacqueline, se pusieron a hacer perfumes desvinculados de su peletería.  Así nacieron Secret de Venus, Cassandra y Bambou.



En 1940, la invasión alemana provocó el exilio de los Weil a Nueva York. En Paris, los nazis se apoderaron de la fábrica. Pusieron a cargo de fabricar perfumes a un barón cuyo nombre la historia ha olvidado pero que produjo muchos aromas, aunque solo uno, Rose Flamant, llegó al mercado. Al otro lado del Atlántico, los wEil habían reabierto su negocio. Sus ya reconocidos perfumes se vendían bien, a pesar de que la última fragancia de la casa Weil, Antílope de 1941, había tenido poca aceptación siendo considerada por las neoyorquinas como muy masculina.

En 1946, los Weil retornaron a París y recobraron su negocio. Con la ayuda de Hubert, otro miembro de la familia, reformularon Antílope, suavizando su fragancia. Hasta hoy es el perfume más vendido de Weil (en Amazon se le encuentra por un poco menos de $300). La firma volvió a hacerse de un nombre en la nación gala y el negocio pasó a los hijos y luego al nieto de los fundadores.



En los 60, la casa Weil sacó al mercado una Eau Fraiche unisex y Gentilhomme, su primera colonia para varones. En esa década la firma llegaría a la cima de su fama con cantantes y actrices como Françoise Hardy y Mireille Darc usando los perfumes Weil, pero el negocio estaba dando problemas. En 1964 vendieron la casa perfumera una familia de judíos argelinos, Los Aboulker. En 1971, Jean Paul Weil dejo a perfumería cerrando un capítulo de historia familiar.



Fue la nueva firma la que en 1934 decidió reformular el cásico Bambou que había sido descontinuado en 1957. En 1934, cuando nacía el primer bambou, la nariz de Claude Fraysse escogía los aromas más pungentes posibles desde a lavanda, hasta el estragón. Se buscaba crear un perfume exótico con bases madereras, pero también lo suficientemente cargado de especias para asaltar las fosas nasales. En suma, querían un Tabú francés.



Por eso el original tiene una combinación casi estrambótica de flores como el clavel, plantas como la férula y condimentos y maderas nobles. Me alegro de no haberlo conocido porque el tufo debe haber tirado de espaldas. Sin embargo, hay un ingrediente ausente de todo ese listado, el bambú. En 1934, el bambú no era usado en la perfumería. El nombre se lo pusieron para darle un toque del Lejano Oriente al producto. Incluso la primera tapa seguía el diseño del sombrero de un coolie.



Yo ahora estoy usando la reformula del ’84. Sigue siendo maderero con bases sólidas de sándalo y roble. La combinación básica de jazmín, rosa e ylang-ylang ha sido dulcificada con nardo. No hay condimentos ni plantas raras y el toque cítrico se lo da el dulzor de la mandarina siciliana. Es un perfume fantástico que más que ecos de Tabú, brinda otro aroma de mi juventud, el Emeraude de Coty.



A pesar de lo contenta que me ha puesto el perfume, me queda el interrogante. ¿Se puede hacer un perfume de bambú?. Todos conocemos el bambú, sea en muebles de playa o en brotes deliciosos que acompañan algún platillo chino. Se sabe que las delgadas canas que habremos visto en invernaderos (y en Peñaflor aquí en Chile) alcanzan un desmesurado grosor y que sirven para alimentar a los pocos pandas que todavía transitan por los bosques del Celeste Imperio.



Aparentemente sí. Mi primer encuentro con el aroma del bambú fue con una loción corporal Mary Kay que estaba compuesta con esencia del árbol y de la flor de loto. Tal como el perfume de Weil era un aroma muy agradable, muy verde. Después descubrí que Mary Kay también tiene un perfume hecho de bambú. 

Si están interesados en conocer el aroma del bambú no gasten en el Agua de Bambú de Gucci. La planta solo existe en el título.  Diferente es el caso del Bambou de Yves Rocher que solo tiene un ingrediente, el de su nombre. Pero si se trata de un buen perfume de bambú, hay que ir a lo español y al Agua de Bambú y sus muchas variaciones creadas por el difunto Adolfo Dominguez donde el bambú flota sobre otras olores del Oriente como el loto y el yuzu. Bambú mujer equilibra el bambú con el lichee y la flor del cerezo, pero cuidado no se acerquen al Bambú Radiante sacado el año pasado porque no contiene el ingrediente ya mencionado.