Llega diciembre, mes de regalos y muchas veces el regalo más
sencillo para ofrecerle a una mujer parece ser un perfume. Con tanta variedad
en el mercado, la elección puede ser difícil, pero nunca se falla, ni en precio
ni en calidad, cuando se trata de un Givenchy. Pero hablar de la perfumería de
Givenchy obliga a hablar de él, uno de los couturiers más influyentes y dignos
de admiración en la historia de la moda.
Ignorancias de
la MetGala
En la última—y más
bochornosa —MetGala, se esperaba que el tema de la noche,
y que se manifestaría en el vestuario de
las invitadas, fuesen los iconos de
elegancia estadounidense. Al final todo acabó en un mercado de carne femenina
en la que había una competencia de cuál iba más encuerada.
Ese fue el caso
de la despistada Kendall Jenner quien declaró estar homenajeando a Audrey
Hepburn. Aparte de que Audrey era inglesa, nunca hubiese aparecido semi desnuda en un
sitio público. Para continuar con el despiste, la modelo dijo que su no-vestido
era una imitación de un diseño de Givenchy para la Hepburn en Mi Bella Dama.
¡Ay muchacha! Anda a la escuela antes de hablar. El vestuario de My Fair
Lady lo diseñó el fotógrafo Sir Cecil Beaton. Sin embargo la actual Casa Givenchy fue la mas despistada al crear este modelito que ensucia a la musa de su fundador y al mismo modisto que jamás hubiese desnudado a Audrey de esa
manera.
En resumen, se
sabe que existió un Hubert de Givenchy, pero tan poco de él , que es posible
que su nombre sea difamado por cualquier influencer ignorante, valga la redundancia
porque las dos son sinónimos. Por eso hora es de hablar de quien fue este mago
de la moda.
El Diseñador
más Joven de Paris
Con la biografía
de los modistos siempre se parte de ideas preconcebidas como que son todos gays
(Givenchy lo era) y que vienen de la pobreza abriéndose paso, como Cenicienta, en las pasarelas. Ese no fue el caso de Hubert
James Marcel Taffin de Givenchy quien nació en 1927.
Su padre, el Marques de Givenchy venia de una antigua familia de Artois y sus hijos se criaron en la opulencia. Aunque Hubert era el menor y no el que heredaría el marquesado, la costumbre francesa exigía que se le asignase el título de “conde”. El Marques falleció en 1930, y Hubert, de tres años, y su hermano se criaron con su madre y con su abuela materna.
La madre del
joven conde venia de una familia de artistas y decoradores. Su padre había sido
director de la famosa fábrica de tapices Los Gobelinos. Ese temperamento
artístico formó a Hubert y, a pesar de
que se le encaminaba hacia la abogacía, acabada la guerra partió a París a
estudiar en la Escuela de Beaux Arts.
Fue en el Paris de
posguerra, donde se comenzaba a
revolucionar la moda, que Hubert
encontró su vocación. Comenzó trabajando para el taller del legendario Lucien
Lelong, donde haría amistad con Christian Dior, luego pasó al atelier de
Jacques Fath y 1950 lo encontró convertido en el director artístico de la Casa Schiaparelli.
En 1952 abrió su
propia casa de modas. Era , a los 25 años, el diseñador más joven de Paris, pero,
aunque trataba de seguir el estilo de vestir del momento, presentía que todavía
no había encontrado una identidad de modisto.
Imperaba el New Look de Dior, pero si algo conocemos de las hechuras de
Givenchy ahí no entraban las faldas voluminosas, los cien enaguas, ni las cinturas de avispas propias de ese
estilo.
Audrey y
Balenciaga
Dos encuentros lo
ayudaron a definirse. uno fue con su ídolo Cristóbal Balenciaga y se dio en Nueva
York en 1952. Apadrinado por el doyenne de la moda, Givenchy se atrevió
a experimentar y lo vemos en su primer vestuario cinematográfico Sabrina
de 1954 que lo llevaría a conocer a su musa.
Ese primero
encuentro es épico. Antes de comenzar a
filmar Sabrina, se creía que el vestuario estaría a cargo de Edith Head,
la diseñadora hollywoodense por
antonomasia, pero a William Wyler se le ocurrió que Sabrina debía traer algunas
prendas como evidencia de su estadía en Paris.
Givenchy recibió
noticia de que la actriz “Hepburn ”planeaba visitarlo en su taller. Se volvió
loco de alegría. Cuál sería su sorpresa al ver entrar no a su admirada Katherine,
sino a una muchachita delgada, alta, en
pantalones Capri escoceses rosa y blanco, camiseta de franela y zapatos bajos.
Molesto, le dijo
que no tenía tiempo para diseñar para el cine. Resulta que Audrey lo llevaba
monitoreando por mucho tiempo y soñaba con convertirlo en su modisto. Conmovido
por esa admiración, el Conde Givenchy le permitió examinar su guardarropa y sus
bosquejos. Audrey eligió tres modelos, el traje con el que regresa a Long
Island, un vestido negro de cocktail para su primera salida con Linus (Bogie); y el hoy icónico traje de noche con el que
irrumpe en la fiesta de los Laramie.
Sin embargo,
aunque las tres tenidas aparecen en pantalla, el modisto francés no recibe
crédito alguno. Cuando Sabrina gana un Oscar por Mejor Vestuario quien
lo recibe será Edith Head que hasta el día de su muerte jurará que los diseños
le pertenecen. Algo que los conocedores ya notan es que el vestidito negro de Sabrina,
con su hechura bateau y ese escote en forma de V de la espalda, acusa una influencia francesa.
Dolida por lo
ocurrido, Audrey Hepburn exigirá que Givenchy, ahora su amigo de por vida, diseñe toda su ropa en la pantalla. Para
cuando Funny Face es nominada para un Oscar por Mejor Vestuario, el
nombre del joven diseñador ya aparece como responsable de un guardarropa muy
original.
Para la heroína
del filme, Givenchy elige estilos
bohemios de Greenwich VIllage, pero también un aire del París Existencialista
donde viaja el personaje. Pantalones pegados a la piel, mocasines y esos
sweaters negros ceñidos que Juliette Greco, una de las musas del
Existencialismo, había puesto de moda. También Funny Face será recordada
como la promotora de los vestidos cortos para novia.
Más corto fue el
minivestido rosa con el que Audrey se casaría, en segundas nupcias, con el
siquiatra italiano Andrea Dotti. Ese también fue diseño de Givenchy que
convirtió a la actriz en su musa. Para ella diseñó el vestido-túnica negro con
el que inicia Breakfast at Tiffany’s. Hoy considerado el traje más
icónico del cine, ese vestido es un ejemplo del estilo que Givenchy impondría
fines de los 50/comienzos de los 60.
Como estoy
escribiendo paralelamente algo sobre Balenciaga me es difícil distinguir entre
las contribuciones de ambos a la historia de la moda. Todo deviene en un “¿Quien
vino primero?” Lo cierto es que en los Cincuenta, pupilo y maestro trabajaron un tipo de estilo
que culmina en su colección en conjunto de 1957.
Nos queda claro
que a diferencia de modistos que han buscado deformar el cuerpo de la mujer aplicándole
cánones de belleza imposibles, Balenciaga y Givenchy poco caso hacían del
cuerpo de sus clientas que solo servía de percha para sus obras de arte. Por eso
no les importaban las cinturas estrechas, los bustos pronunciados o el esconder
o destacar caderas.
Así vemos en su
costura una resurrección del camisero de Los Veinte, bastante suelto y que no
necesita de una modelo curvilínea. Ya para comienzos de los 60 resucitan el Corte
Imperio que traslada la cintura a debajo del busto y que sirve para su estilo
favorito la hechura tubular tipo vestido negro de Diamantes al desayuno.
Llegarán aún más lejos con diseños estrambóticos como el Baby Doll, un corte repolludo y amorfo que hace parecer a
la modelo o un bebé o una muñeca de trapo. Otra extravagancia sería los
vestidos globos en el que quien la viste desaparece en una prenda esférica.
vestidos saco
La hechura Baby Doll
El desfile del 57 fue el paso definitivo para
establecer a Hubert de Givenchy como un maestro de la Alta Costura. Las
clientas se aglomeraban para ver sus modelos en las pasarelas. A la lista de celebridades
se agregó la Primera Dama de los Estados Unidos. Givenchy diseñó la túnica
negra y mantilla que Jackie lució en su entrevista con el Santo Padre. El mismo
velo acompañó a la Viuda Kennedy al funeral de su marido cuando Jackie vistió
un dos piezas negro de Givenchy.
La muerte de Balenciaga
en 1972 le dejó al Conde Givenchy un trono desde donde reinaría sobre el mundo
de la moda hasta 1995 en que se retiró. Aunque vendió su firma mucho antes, fue
quien escogió a sus sucesores. Modistos de la talla de John Galliano y
Alexander McQueen estuvieron a cargo de la Casa Givenchy. En el 2019, el también
modisto Philippe Venet anunciaba el fallecimiento de quien había sido su pareja
por años, Hubert de Givenchy.
Givenchy y sus
Perfumes
A grandes rasgos
esta es la impresionante trayectoria de uno de los maestros de la alta costura,
¿pero ¿dónde dejamos su perfumería? Fue en 1957, en su ascendencia a la fama, que Givenchy decidió meterse en el negocio de
los perfumes y puso a cargo a su hermano, el Marqués de Givenchy. Aunque su
primer perfume fue Le Dé, ese mismo año (57) lanzó al mercado L’Interdit, que hasta
hoy es el perfume más conocido y reconocido de la firma.
Creado por Francis
Fabron, a pesar de que su nombre se traduce como “Lo Prohibido”, L’ Ínterdit es
un inofensivo floral cuya mayor virtud fue que la lo promocionó la propia Audrey
Hepburn. No solo lo usaba, sino que le hacía propaganda comercial siendo la
primera vez que una actriz de su categoría publicitaba un perfume. Hoy el
perfume es publicitado por Rooney Mara.
Por décadas L’Interdit
fue la gran y semi única contribución de Givenchy al universo de la perfumería.
En 1959 creó su primera colonia para varones, Monsieur Givenchy. El legendario Freddy
Mercury, dependiendo de su estado de ánimo, alternaba entre rociarse con Monsieur
Givenchy o con L’ Interdit.
En 1981 las
presiones de trabajo y vaivenes económicos llevaron a Givenchy a vender su fábrica
de aromas a la Veuve Cliquot, los productores de la famosa champaña. Bajo su
patrocinio nació el exótico Ysatis, todavía en producción.
Ysatis es un
aroma único. Eso se debe a sus exóticos ingredientes o a la cancelación de
otros como las notas altas de gálbano amortiguadas por coco y palo de rosa. La
nota media de miel varía el colchón indispensable de rosa y jazmín. En cuanto a
las notas bajas donde predominan maderas preciosas, especias y fragancias
animales, se ha introducido un olor
asociado con las colonias masculinas, el ron. Dominique Ropion fue el creador
de esta maravilla odorífera.
En 1986 Parfum
Givenchy fue absorbido por el consorcio de Louis Vuitton. Con ellos iniciaría una
nueva etapa de aromas hoy celebres y fáciles de conseguir en todo el mundo. Les
paso una mini lista —todos probados y aprobados por Servidora— que
pueden conseguirse en Amazon en USA , Amazon.es, y los Amazon de Latino America.
También los trae la sección de Alta Perfumería del Corte Ingles en España y la
cadena Ripley en Sudamérica
Amarige 1991. A pesar de sus veinte años en el mercado,
sigue siendo uno de los más reconocidos de la perfumería de Givenchy con su
combinación exacta de flores y frutas como durazno (melocotón) , mandarina,
ciruela y bayas. Lamentablemente, como contiene gardenia, ya no lo puedo usar.
Fleur d’Interdit
994: Aquí hice un poco de
trampa porque es un perfume descontinuado, pero todavía se le puede encontrar
en sitios como E-Bay y Esty. En 1997, cuando recibí mi primer sueldo en Chile,
lo empleé en comprar una botella de este producto Givenchy. Creo que lo que me
atrajo fue su envase en cristal labrado con tapita como sombrero. También su
color, un rosa anaranjado.
El perfume en si
es una maravilla, vibrante, efervescente. Yo lo llamo “el champaña de los
perfumes” porque tiene un efecto fizzy como se llamaría en inglés, casi
espumoso. Eso lo consiguió Daniel Moliere con una combinación de flores de fino
aroma, con notas altas de jacinto,
medias de lila y bajas de heliotropo. Encima hay un efecto frutal que es lo que
vuelve el perfume en una noche de carnaval con notas altas de frambuesa, fresa,
melón y sandia
Organza 1996: en el 2002, yo estaba, en términos económicos, pasando por la mejor etapa de mi vida. Fue
entonces que decidí comprarme algún perfume fino, caro, y moderno que me
definiese más que las fragancias de droguería o de los catálogos de Avon y
L’Bel que me habían acompañado en mi regreso a Chile. Así fui al mesón de perfumería
de Ripley y adquirí dos fragancias BLV de Bvlgari y Organza de Givenchy (además
me regalaron muestras de Jaipur de Boucheron y un Montblanch , no recuerdo el
nombre).
Organza era
exquisito, pero no iba conmigo. Era cuestión de piel y a Mauro no le gustaba. Acabé
regalándoselo a mi Nana Angelita a la que le sentó divinamente. Mas allá de mi
complejo PH, no es un perfume para todos los gustos y el aroma que se siente en
la botella no es igual al aplicado a las muñecas o sienes, pero a quien le sienta
bien, Organza aporta distinción y frescura.
El nombre se
refiere a un tipo de muselina bordada con la que se confeccionan vestidos de
novia y de primera comunión y otros trajes de fiesta, también mantelería y
visillos para las ventanas. Es una tela muy delicada y primorosa y parece milagro
que Sophie Labbé haya podido envasar esa aura tan etérea en un frasco de
perfume.
El frasco es otro
complemento del perfume tan hechicero. Es un envase tubular en cuyo interior se
ve una figura femenina o un maniquí portando un vestido de noche. La tapa tiene
“rulos ”evocando un peinado ondulado. Es un perfume totalmente femenino.
La pregunta es cómo
se consigue que un perfume huela y se sienta como una tela “crujiente”. Yo
recuerdo de pequeña que al ponerme un vestido de organdí creía que me vestían
de merengue. Ese es el olor a organza, un olor amerengado, crocante que se consigue
lanzando sobre una combinación de flores blancas (gardenia, azahar,
madreselvas, nardos y jazmín) esencia de nuez y un espolvoreo de nuez moscada.
¡Es tremendamente original!
Pi 1998 A fines del Siglo XX, Alberto Morilla diseña
este perfume para caballeros, picante,
ardiente cuyo nombre griego oculta un muestrario de hierbas de cocina como el estragón,
el romero, la albahaca y la esencia de almendra.
Hot Couture
2000 Alberto Morillas volvería
a crear perfumes para Givenchy, abriendo el Tercer Milenio con el
desilusionante Hot Couture. Dicen que es floral, pero francamente. se trata de
frambuesa con pimienta. Hagan la prueba, sazonen un plato de frambuesas con pimienta
y verán que el olor es el mismo. Aun así, es muy cotizado y muchas famosas, Ariana
Grande y Taylor Swift, entre ellas lo usa.
My Couture:
2003. Diferente es el
cuento con MY Couture que estoy usando al final del otoño. Un deliciosa
combinación de fresia y grosella y que se vuelve “picaresca” gracias a una
buena dosis de almizcle. Mi única queja
es que los frascos de las Couture son feísimos.
Very Irresistible
2003: Hot Couture pasó
sin pena ni gloria porque en ese mismo año, la intrépida casa perfumera lanzó
al mercado el más famoso, en lo que va
del siglo, de sus perfumes: Very
Irresistible. Este perfume tuvo dos factores a su favor . El primero fue una
extensa y llamativa campaña publicitaria a cargo de Liv Tyler. El segundo son
sus ingredientes.
Se puede decir
que Very Irresistible es un perfume de rosas.
Sus ingredientes incluyen el dulce aroma de la rosa centifolia; la rosa emoción, una rosa te hibrida; las
rosas pasión de tonos blanco y durazno que suelen usarse en ramos de novia; y
la rosa fantasía que parece haber sido creada para esta fragancia. Lo que me
impide considerar a Very Irresistible como un soliflore rosáceo es la presencia
de la hierbaluisa que le da un toque mentolado, el anís que lo hace más dulce
que otros perfumes de rosa y la peonia. La combinación rosa/peonia me recuerda
otro de mis perfumes favoritos: Stella de Stella McCartney.
Yo vine a conocer
el perfume solo cuando volví a Nueva York y fue una de las primeras
adquisiciones que hice en la tienda de Fragrance.net. Me encantó. Me encantó su
envase que fue el último bonito de Givenchy que en este siglo le ha dado por
embotellar sus perfumes en frascos cuadrados sin personalidad.
Very Irresistible
viene en una botella asimétrica que recuerda a la de Kenzo Flower, pero que difiere
de la del japones en color. Haciendo hincapié en su contenido “rosáceo”, el
perfume liquido ha sido teñido en un tono rosa tornasolado que le da belleza y personalidad
al producto.
Very Irresistible
es un perfume maravilloso cuyo único defecto es que dura poco. Su fragancia se
desvanece a la hora de aplicada. Uno debe rociarse a cada rato y así no hay
perfume que dure ni presupuesto que aguante.
La inconstancia
del olor es algo que parece afectar a todos los perfumes contemporáneos de
Givenchy. Lo encuentro en Dahlia Noir, Ange ou Demon y Eaudemoiselle. Aparte de
que ninguno es muy aromático, particularmente esa combinación de tomillo, azafrán
y mandarina que convierte a Angeo u Demon en un tufo insoportable.
Afoguémosles que los
envases son feísimos, cuadrados, hinchados o el del Ange ou Demon que parece la
caperuza de Darth Vader. Por eso aconsejo que para regalar o usar, elijan entre los perfumes de Givenchy
pre-2003.
Sigan mi consejo
prueben estos perfumes, regálenselos a alguien o alégrense cuando al desenvolver
el papel de un presente navideño encuentren un Givenchy. Cuéntenme de sus
experiencias pasadas y si van a probarlos después leer el artículo cuéntenme
como les fue
It is interesting that Hollywood is no longer using haute couture designers to do costumes for their films, probably because we no longer have any wow designers, but I would love to see what Elie Saab or Zuhair Murad would do with a nice sf epic movie set on other planets.
ResponderEliminarPS I remember that I used to love adds for Givenchy's Organza.
Givenchy's ads are the best. True, no longer great designers around. Look what their current houses are doing. Givenchy and Balenciaga would die to see their names attached to horrors such as what kYle Jenner and Kim K. wore for the MetGala. Moreover, there is an unspoken idea in Me Too that Haute Couture is sexist, therefore its not to be promoted by Politically Correct Hollywood. But if you want to see the work of Elie Saab, St. Laurent and Stella McCartney used on a fiction tale, take a look at the original Gossip Girl.
EliminarThe only Givenchy ad I didn't like was the Rooney Mara one. It wasn't because of her--she looks beautiful. It was because it was set inside a subway and I can't associate a perfume or a nice scent with subway stations when they're known to have rats and all kinds of foul smells!
EliminarHeHeHe, I didn't think of it. Rat Fragrance! Sorty for the delay.
EliminarDesde FB de Norah Frias Muñoz
ResponderEliminarMe encanta su estilo.
En cuanto a su perfume lo usé por años.
Ahora está secuestrado por mi hija que es delirio en él.
Fascinada con este relato.
Un abrazo fuerte.
ParaNorah Frías-Muñoz Primero, las gracias a Givenchy y a su fascinante trayectoria, y si ese estilo etrambotico tiene su encanto. En los 80, los abrigos globo ajustados en la cadera y que se abren hacia arriba como la corola de una flor, volvieron a estar de moda. Yo tuve uno azul que me encantaba. ¿Cual de todas esas fragancias de givenchy fue la que usaste y hoy tiene secuestrada Be? Un inmenso abrazo a ambas.
EliminarParaNorah Frías-Muñoz Y con razón, estamos hablando del clasico de clasicos. Línterdit ES el perfume Givenchy (se creó bajo el patrocinio de los dos hermanos) por excelencia. MI madre tenía un frasco, pero no he querido oler reformulas. Probaste alguna vez el Fleur d'Interdit?
EliminarDesde FB de Ana Estelwen
ResponderEliminarMe alegra que hayas dedicado este artículo a Givenchy, porque Very Irresistible es mi perfume insignia desde que salió; hará unos 15 años que lo uso, porque siempre me ha parecido que es el que mejor va conmigo y con mi personalidad. Curiosamente, yo no encuentro que se desvanezca pronto; me lo puedo rociar por la mañana y por la noche aún huelo a él, aunque es cierto que a esas horas las rosas casi ha desaparecido y quedan sobre todo la peonía y el anís.
ParaAna Estelwen Entonces es mi PHsnif snif. A diferencia de otros perfumes de marca, no encuentro ni que Very Irresistible ni los Couture me provocan alergia. Voy a hacer una prueba rocir un poco de VI en mi vestido, a lo mejor ahi si permanece.
EliminarHorrible el vestido de Kendall Jenner. Un insulto a Audrey Hepburn quien era la elegancia personificada!! (En realidad todos los trajes del MetGala estuvieron fatales!) Oye, no era la Hepburn belga?
ResponderEliminarNo conocia nada sobre la vida de Givenchy. Muy lindo su estilo. Esos trajes que le diseño a Audrey Hepburn son fabulosos. No me gusta el abrigo globo ni los vestidos baby dolls (se ven muy infantiles) y el abrigo solo les queda a las muy flaquitas (y ni asi me convence).
Me pregunto si Audrey tenia la personalidad que proyectaba en sus peliculas...
Al final que el mejor vestido fue el de tu prima AOC antes de colgarse el letrerito en el trasero. Audrey nació en Bruselas. Su madre era holandesa, su padre era inglés. Para cuando comenzó su carrera en el cine estaba instalada en Londres y tenía la ciudadanía británica, a pesar de que vivió su vida en no sé cuántos países.
EliminarNo, esa imagen de las películas no correspondía a su naturaleza real. Su infancia y adolescencia fueron muy traumáticas y eso la marcó de por vida. Era una mujer muy altruista, una amiga generosa, pero hipersensible. En los 80s cuando se comenzaron a conocer detalles sobre los desordenes alimenticios, se dijo que era anoréxica. Pero creo que su delgadez extrema fue un resultado de los años de desnutrición durante la guerra. eso le impidió ser bailarina de ballet que fue su ambición desde la infancia.
Yo también pensaba que el abrigo globo te había verte más gorda, de hecho, adelgaza las piernas. ES un tres-cuartos y aunque la parte alta es un poco estrafalaria, si es de tu talla, la parte de las caderas te estiliza. Yo lo use cuando pesaba entre 140 y 150 libras y nunca me hizo verme más gorda. Eso si hay que usarlo con pantalones y faldas ajustadas, nunca con faldas anchas.
L'Interdit es mi favorito pero..... reformulado no es lo mismo. Muy interesante artículo y me encanta tu estilo al escribir: ameno y bien documentado.
ResponderEliminarEncantados de tenerte, Gricel, espero no te vayas. Asi es, las refórmulas no son los originales.
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