Hablar de una
casa real en perfumes es hablar de Guerlain. Como Houbigant, tiene raíces
vetustas y merecida reputación de atender los pedidos de nobleza, realeza y lo que
hoy llamamos Jet Set. A diferencia de Houbigant, La Casa Guerlain ha sido más
prolífica en su producción, aunque sus perfumes son igualmente caros. Como me
ocurriera con Houbigant, solo he venido a usar Guerlains en este siglo, en esta
etapa en que, como la Khaleesi, soy reina mendiga, pero privilegiada en recibir
regalos.
Aunque espero hacer una revisión parcial de los mejores aromas de Guerlain, el blog está dedicado a L'Heure Bleu. Un perfume con tanta influencia que hasta ruvo tema cuando en la Era de Oro del cabaret berlinés, Mischa Spoliansky lo compone. El poeta Marcellus Schiffer le pondra letra y en 1928, Margo Lion graba la primera versión en alemán. Yo soy muy sinéstetica y para mi los sonidos tienen perfume y viceversa y este es es el sonido Guerlain. A lo latrgo del blog iré poniendo versiones del schlager, que en inglés se conoce como "The Hour of Parting"(la hora de separarnos) y que se ha convertido en un estandard del jazz.
Aunque espero hacer una revisión parcial de los mejores aromas de Guerlain, el blog está dedicado a L'Heure Bleu. Un perfume con tanta influencia que hasta ruvo tema cuando en la Era de Oro del cabaret berlinés, Mischa Spoliansky lo compone. El poeta Marcellus Schiffer le pondra letra y en 1928, Margo Lion graba la primera versión en alemán. Yo soy muy sinéstetica y para mi los sonidos tienen perfume y viceversa y este es es el sonido Guerlain. A lo latrgo del blog iré poniendo versiones del schlager, que en inglés se conoce como "The Hour of Parting"(la hora de separarnos) y que se ha convertido en un estandard del jazz.
En 1828, la
Maison Guerlain es fundada en Paris por el químico Perre Pascale Guerlain. En
sus primeras décadas, la tienda en la Rue de Rivoli se especializa en
extractos. Esto cambia en 1853 cuando crean para Napoleón III y la Emperatriz Eugenia,
L’Eau Imperiale, una colonia cítrica que todavía se vende. Guerlain se
convierte en perfumero de la corte lo que no lo impide atender las necesidades
de la realeza extranjera. Así puede crear perfumes para Isabel II de España,
Victoria de Inglaterra y varios miembros de la Familia Imperial Rusa.
A su muerte en
1863, sus hijos Aimé y Jacques heredan el negocio. Siempre
atendiendo las necesidades de las familias reales, la Casa Guerlain en 1875
saca al mercado Príncipe de Gales y en 1880, Eau de Cologne Russe. Pero la firma
se está modernizando y se enfoca en una Francia republicana, en las necesidades
una burguesía millonaria y los gustos de la mujer moderna de sociedad.
Así nace
el famoso Jicky, el perfume favorito de Sarah Bernhardt. Este perfume floral y
de especias ha tenido varios revivals.
Una de sus reformulas de los 50 atrajo clientas tan dispares como Briggitte
Bardot, Jackie Kennedy y Dame Joan Collins.
En 1906 se
estrena Apres L’Ondee que en el 2014 volvió a salir al mercado con la formula
original. Tan original es la fórmula que nadie sabe realmente en que consiste
En Perfumo hablan de que incluye ingredientes como esencia de espino (la planta
amada por las hadas celtas), bouvardia mexicana y almizcle de ciervo. En
Fragrantica borran esos exóticos ingredientes y declaran que es una combinación
de flores azules, tan amadas por la Casa Guerlain: violetas, iris, heliotropo, y
con notas altas de acacia. Yo no lo he olido ni lo oleré, así que no puedo
juzgar. Digo no lo oleré porque se rumora que Guerlain lo planea retirar del
mercado.
La Gran Era de la
Perfumería Guerlain tendrá lugar en la segunda década del siglo XX con perfumes
como L’Heure Bleue (1912) y Mitsouko (1919). Voy a dejar más para adelante la
Hora Azul, el perfume que estaré usando este invierno y me concentro en Mitsouko.
Como su nombre lo indica (Jacques Guerlain escogió el nombre de una
protagonista de novela de Claude Farrere
La Bataille) es un aroma oriental. En japonés significa” hija de la luz” y es
un efluvio luminoso con su combinación de jazmín, cítricos, canela y un toque
de durazno.
El año pasado
cuando descubrí que Fragrance.com tenia una sucursal en el Mall de Roosevelt
Field, pude oler este clásico, y es exquisito. Por algo es un perfume favorito
entre las actrices desde Jean Harlow hasta Rosamund Pike, y de divas de la
opera como Dame KIri Te Ke Nawa Este es el perfume cuya botella rompe Catherine
Debeuve en “Belle de Jour”. En la vida real, Deneuve usaba otro perfume de Guerlain
“Chamade”, hoy descontinuado.
Y si hablamos de Mitsouko
en la ficción, es un perfume que Lady Cora Crawley nos cuenta (en el capítulo
decimo de la segunda temporada de “Downton Abbey”) ha recibido de regalo.
En los años 20, Guerlain
comienza a producir perfumes casi anualmente. En 1925 saca su aroma más famoso:
el exótico Shalimar en ese frasco de media luna con tapa azul. Se trata de un oriental con muchas especias,
bastante fuerte. Nunca he entendido por qué gusta tanto.
Lo han usado
mujeres de temperamento fuerte como Gina Llolobrigida, Shirley McClaine y Meryl
Streep. Joan de “Mad Men” nos cuenta que es su perfume favorito y en “Working
Girl,” el personaje de Sigourney Weaver le dice a su asistente (Melanie
Griffiths) que es el perfume que toda mujer poderosa debe usar.
Shalimar fue también
uno de los Guerlains usados por Jackie Kennedy en su estadía en la casa blanca.
En el filme “Jackie” se ve la botella en su baño.
(Fox Searchlight Pictures) |
Antes de la
guerra, en 1933, la casa Guerlain lanza al mercado otra de sus joyas, hoy no
tan conocida, Vol de Nuit. En su envase original cuadrado, con el cristal
cortado para simular rayos de luna, Vuelo de Noche está inspirado en el titulo
de la obra de Antoine de Sainte-Exupery. Pronto se convierte en el perfume
favorito de Hollywood, lo usarán Katherine Hepburn, Claudette Colbert y Marlene
Dietrich. Es otra combinación de cítricos, con especias y maderas aromáticas.
En la formula moderna ha sido apreciado por Barbra Streisand y es el perfume de
Dame Diana Rigg.
Durante la Segunda
Guerra Mundial, la Casa Guerlain estuvo de capa caída. Tras la muerte de su
hijo Pierre en la Batalla de Francia, Jean Jacques se retiró por dos años. Al
volver tuvo que enfrentar que su fábrica fuese bombardeada. La Liberación trajo
feos e infundados rumores de colaboración. Aunque siguió creando perfumes,
nunca más sacó nada parecido a sus famosos clásicos.
Después de la
muerte de Jean Jacques en 1963, el negocio quedó en manos de su nieto jean Paul
quien modificó la perfumería con ideas vibrantes y modernas. Así nace en 1969,
Chamade, un aroma oriental y frutal a la vez, con una combinación de
ingredientes que abarca jacinto, vainilla y grosella. Ya mencionamos que este
aroma, nombrado por el titulo de una novela de François Sagan, se convirtió en
el favorito de Catherine Deneuve quien había protagonizado la adaptación
fílmica del libro.
Jean Paul también creará colonias masculinas
como Vetiver y Habit Rouge. Cansados de ver el comercial de Habit Rouge en Readers
Digest—con un cazador de casaca roja—se lo compramos a mi padre para un
cumpleaños. Él lo denominó “afeminado” y la botella quedó abandonada en el baño.
La usábamos nada más para disfrazar el orín perruno cuando alguna mascota se hacía
pis en la alfombra.
El perfume
femenino mas creativo de jean Paul será el Samsara, que sale al mercado a
finales de los 80, un perfume exótico, de especias, que todavía está en
producción. A fin de siglo, la Familia Guerlain fue perdiendo preponderancia en
su propia perfumería. En 1994, la firma se fusionó con Louis Vuitton.
El primer perfume
después de esa fusión es el despreciado Champs Elysees (1996). Yo tengo que
agradecerle a mi hermana Victoria por regalarme una botella (casi $70) en mi cumpleaños
número 58. Es un perfume maravilloso, pero no parece Guerlain. Es frutal total,
un perfume a melón relleno con lirios del valle, lilas blancas y peonias. Una cosa
muy extravagante.
Dicen que está
inspirado en el homónimo de Jacques Guerlain de 1914. A lo mejor el pobre
Olivier Cresp creyó homenajear al Maestro, pero se fue por los Cerros de Úbeda.
Si ni el envase se parece a los que solíamos asociar con la Casa Guerlain. Este
es cuadrado con aristas y esa tapa incomoda que se sale cada vez que uno
enfunda la botella en la caja.
Los nuevos
perfumistas de la firma han seguido este estilo de alejarse de la ‘guerlinade”
como se llamaba a la formula característica que acariciaba el olfato. Lo vemos
en Insolence que publicitaba Hilary Swank en esa botella que parece un platillo
volador o el último producto Guerlain, Mon Guerlain que como su promotora
Angelina Jolie es atractivo, pero artificial.
Mon Guerlain es
un perfume de marcas. Los ingredientes deben tener lavanda provenzal (no se
vale la de tu patio), vainilla tahitiana y Jasmín africano. ¿Qué hay de malo en
el jazmín de España (que ahora algunos delincuentes llaman ‘jazmín catalán”)?
Inclusive el
exquisito Le Petite Robe Noir, que es el que más se les acerca a los productos
originales (hasta copió el envase típico) cae en esas ensaladas de fruta:
bayas, cerezas, almendras y regaliz. No me malinterpreten, son buenos perfumes,
pero no se parecen al producto Guerlain.
La Casa Guerlain
ha estado perfumando a las latinas desde siempre a juzgar por esta publicidad
retro. Mi consejo es que en vez de probar los nuevos perfumes de Guerlain,
busquen los aromas del ayer. Aunque reformulados conservan el toque mágico
peculiar.
Por eso les voy a
reseñar L’Heure Bleue, La Hora Azul, uno de los ejemplos de Guerlinade por
antonomasia. Tuve la suerte de que mi hermano me regalase un frasco en mi
último cumpleaños. Aunque han tratado de crearle otras botellas, este viene en
la original, igual a la de Mitsouko, un frasco grueso, cuadrado, masculino,
pero que en su parte alta se vuelve mujer, con curvas como busto femenino y esa
tapita en forma de corazón invertido.
L’Heure Bleue ha
sido el perfume tradicional de muchas famosas. Sobre todo, de actrices que lo
han usado desde Ursula Andress hasta Julia Roberts. Una peculiaridad es que las
madres lo heredan a las hijas. Bianca Jagger, nuestra Latina de Ayer por
excelencia, se lo pasó a su hija la diseñadora Jade Jagger que hoy lo usa. Tal
como lo usa la actriz Sarah Biasini en recuerdo de su difunta madre Romy
Schneider. ¿Y se acuerdan de esa mesita
colmada de frascos de perfumes que vimos en esa escena de “The Crown”? Seguro que L’Heure Bleue estaba ahí. Se sabe
que la Reina Isabel ha usado esa fragancia que fue la favorita de la Reina
Madre.
(Netflix) |
Abrir la botella
de L’Heure Bleue y oler el perfume es viajar a mi pasado más remoto. Un golpe de
elegancia, un olor tibio a organza, que me recuerda las enaguas de mi madre.
Esas enaguas con varillas, almidonadas que se usaban bajo las faldas para dar
impresión de miriñaque, esas que usaba la Betty Draper en “Mad Men”. Es un olor
que asocio con la Viña del Mar antigua, con señoras yendo a desfiles de moda en
el O’Higgins, o tomando té en Mirabel.
Tal vez sea más antiguo,
tal vez sea un olor a Santiago, a la tienda de la Tía Elvira. ¿Será que ella,
mi hada madrina, lo usaba? Es un olor azul, Jacques Guerlain intentó encapsular
el crepúsculo en ese frasco. Por eso es un olor de flores con color de un
atardecer: violetas, iris, heliotropo azul.
Estoy muy contenta de haber encontrado una serie de anuncios publicitarios de los 70 (yo los vi en la revista Gourmet) que mucho contribuyeron a mi fascinacion con la perfumeria de Guerlain. Mi favorito es este de un poilu que en medio de la Gran Guerra, en un atardecer en La Tierra de Nadie, recuerda el perfume de la amada la que le escribe, tal vez, una última carta.
No huelo la
famosa combinación de anís y sándalo. La bergamota y el clavel brillan por su
ausencia. Pero hay una oferta exótica muy escondida. ¿Quizás orquídea? Por ahí siento un poco el neroli (azahar de
naranjo amargo) y si, después de un rato, mi nariz es asaltada por el clavo de
olor, la promesa picante de una noche de aventuras que sigue a la hora azul.
Se me ocurrió
perfumar mi almohada y a mitad de la noche desperté envuelta a un aroma a un
tazón de espumoso chocolate mexicano, era la vainilla que se desperezaba. Solo
por haber creado L’Heure Bleue es que la familia Guerlain se ha ganado el Cielo.
Pero, en serio, si quieren invertir un poco más de dinero prueben las
fragancias clásicas de esta mágica firma.
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