lunes, 20 de mayo de 2024

Como El New Look Impactó la Moda de Occidente: El Legado de Los Hermanos Dior.

 


Y llegamos a 1947, un año mágico para los hermanos Dior, un año de perfumes y nueva moda. Pero antes tenemos que ver en que marco sociohistórico nacen The New Look y Miss Dior y como el recuerdo de Madeleine Dior se manifiesta en ellos.

La Moda más Bella del Mundo

La serie The New Look no miente. Después del triunfo del Teatro de la Moda,  y en medio de un clima incierto en Francia lleno de castigos vengativos en contra de colaboracionistas— entre los que injustamente se incluía a Lucien Lelong— los modistos comenzaron a abandonar el barco. El primero en abrir su propia casa de modas fue Pierre Balmain.  Christian Dior lo seguiría en 1946,  apuntalado por la fortuna de Marcel Boussac.

Apodado “El Rey del Algodón”, este empresario de textiles  era uno de los pocos hombres de negocio franceses que no ameritaba acusaciones de colaboracionismo. Boussac instaló a Dior a todo lujo y le proporcionó fondos y carta blanca para manejar el negocio como le pareciese, siempre y cuando cumpliese con su promesa de crear la moda más bella del mundo.

                                           Dior en su taller

Raymonde Zahnaker,  jefa de costureras de Lelong,  siguió a Dior en su nueva aventura. Madame Zahnaker y Catherine formarían parte de un trio femenino que siempre apoyaría a Christian Dior. La tercera de ese trio es Mitzah Bricard que no sale en la serie. Comenzaba una etapa de arduo trabajo para Dior , Zahnaker y Pierre Cardin, el joven modisto italiano que Christian convertiría en su jefe de modistos.

Hasta ahí la serie va bien, aunque se sientan obligados a introducir toques dramáticos con cosas que nunca ocurrieron. Dior no solucionó la ausencia de modelos contratando prostitutas, ni se “robó” las modistas de otras casas de modas. En cambio,  usó todo su potencial imaginativo para desarrollar una moda que diese un toque de optimismo a una Francia maltratada y dividida. Sería un homenaje a la mujer francesa que le recordase que era la más chic de Europea.

Se dice que el haber visto a sus hermana y a sus compañeras de cautiverio retornar en harapos, flacas y sin cabello,  lo motivó a crear un look ultrafemenino en el que prevaleciese la feminidad, la elegancia, las curvas. En suma,  todo lo que la guerra les había quitado.

                                 Maisie Williams como la calva y desnutrida Catherine en The New Look

Dior volvió los ojos a épocas de prosperidad en la historia de Francia como la del reinado de Luis XV,  el Segundo Imperio y la Belle Epoque de su infancia. Las faldas se alargaron y se hicieron amplias y acampanadas. Se las llamó “corolles” porque simulaban las corolas de las flores del jardín de Madeleine Dior.

Christian también diseñó ropa interior que ayudase a crear un efecto que reflejaba la “arquitectura” del cuerpo femenino, como bustiers y enaguas almidonadas que recordaban los miriñaques de la Emperatriz Eugenia. Con estos vestidos retornaba el buen calzado. Después de años de usar suelas y tacos de madera o corcho, la parisina podía empinarse en tacones altos y cubrirse de grandes pamelas.

                                     Ava Gardner luce ropa interior de Dior en The Love Hut

Como comprenderán, la imagen del New Look contrarrestaba con el ideal femenino delgado, atlético,  semi andrógino de Chanel. Esa es la razón por la cual Coco dice en The New Look que Dior ha destruido la moda francesa y que ella viene a rescatarla. Sin embargo, ella lo dirá en 1954 cuando el New Look ha triunfado en todo el mundo.

El New Look Conquista al Mundo

El primer desfile de Dior fue un éxito fenomenal. Dice Alan Jenkins,  en su libro The Forties, que muchas mujeres del público sollozaron conmovidas al ver esas modas inimaginables durante la guerra. Fue la editora de Harper’s Bazaar,  Carmel Snow quien bautizaría esa moda tan exquisita,  con sus derroches de telas, volantes y encajes, como “The  New Look”.  Si bien es cierto que Carmel estuvo presente en el primer desfile de Dior, es falso que antes quisiese nombrar a Balmain el modisto más importante de Francia

No todo el mundo abrazó la novel moda. En una Francia hambrienta y aplastada por una inflación que aumentaba los precios, muchas mujeres atacaron a las modelos de la Casa Dior que estilaban los diseños en la vía pública.  En Estados Unidos e Inglaterra, donde todavía existía un racionamiento de material textil, aparecieron clubes de mujeres que se negaban a alargar las faldas.

No todas pensaban igual y donde primero se rindieron fue en Hollywood, tanto actrices como filmes. Aquí tenemos a Rita Hayworth en 1947 luciendo un Christian Dior.



Lauren Bacall fue otra de las nuevas clientas y aquí la vemos con Bogey, en 1951 en un desfile de Dior.



Dior viste a Ava Gardner, dentro y fuera de la pantalla.



En 1950, Alfred Hitchcock contrata al modisto para diseñar el vestuario de Marlene Dietrich en Stage Fright.




En 1952, Christian Dior es nominado a un Oscar por Mejor Vestuario por Estación Termini


                                            Jennifer Jones en Estación Termini

En Inglaterra se apaciguaron los ánimos cuando la Princesa Elizabeth encargó,  para su luna de miel,  un guardarropa que seguía las pautas del New Look. Su hermana Margaret Rose se convertiría en clienta de Dior de por vida.

                               Fotografía de Sir Cecil Beaton de la Princesa Margarita en Dior

En America Latina el New Look ya estaba instalado en 1949 . Lo llevaban desde colegialas a amas de casa y se veía en los anuncios comerciales. Aquí fotografías de la revista Eva de Chile y de la argentina Mucho Gusto.







Ese mismo año, en un tour por Colombia, Libertad Lamarque estilaba un vestido típico del New Look.



La siempre cosmopolita Dolores del Rio fue clienta de Dior quien la consideraba una mujer de medidas perfectas.




Pero el gran logro de Dior fue vestir a la primera Dama de Argentina, icono mundial de elegancia. Aquí vemos a Evita luciendo un strapless de Dior, en el Teatro Colón,  en 1949. De ella diría el modisto “es la única reina a la que he vestido”



Las latinas de Ayer son súbditas de Dior como lo atestigua una colección de los vestidos de Maria Félix  de la exhibicion "María Bonita"en Miami.


Aunque los vestidos de esa exhibición son en su mayoría de Los 60 y 70, Christian había disenado en vida para La Doña, como este vestido que Maria lució en el filme italiano Incantessimo Tragico  (1951)



En 1951, la revista mexicana La Familia pone en portada una variación del vestido “Junon” de Christian Dior. Creado en 1949, en el 2023, Natalie Portman lo lució en la Alfombra Roja de Cannes. La moda de Dior no pasa de moda.



Para 1950, ante Christian Dior se han rendido estrellas de cine y la realeza europea,  vestirá a primeras damas como Evita Perón, pero también a la nobleza. En 1947, para su primera boda, Cayetana de Alba elige a Dior para que confeccione su vestido de novia. Las hispanoparlantes de ambos lados del Atlántico aman el New Look.

                                            La Duquesa de Alba en Dior

La “Falda Dior”

A mis seis añitos yo ya sabía, por la revista Elegancia,  que el perfume de mi madre lo hacía un Señor Dior que venía de Francia,  como mi abuela,  y que era modisto. Me lo imaginaba en Paris como uno de los sastres de mi padre, pero pegado a una Singer como las modistas del taller de mi mamá.

Me tomó un tiempo descubrir que había fallecido dos años antes de yo nacer y que existía una gran diferencia entre costureras de barrio y diseñadores de la Haute Couture del cual Dior había sido el mejor. Aunque eventualmente concordé con Chanel que “El Maestro de Todos” era Cristóbal Balenciaga, Dior siguió teniendo una conexión conmigo y eso gracias a la “falda de Dior”.

                                              (foto de Etsy)

El temblor (o terremoto) de este abril en Nueva York, me hizo recapacitar en los cinco sismos de más de 6 grados que he experimentado en mi vida. Como siempre,  el recuerdo más agudo es el de 1965, que sin ser el más fuerte fue el más destructivo para mí en términos de vivienda.

Visionando en mi memoria el espectáculo de paredes derrumbadas,  vidrios rotos y muebles despedazados,  por primera vez reparo en la perdida material que sufrimos donde se perdió todo desde ropa hasta enseres domésticos. Tuvimos que comenzar de cero. De nuestros juguetes,  mi hermano y yo solo rescatamos un oso de peluche y a Practico, un cerdito plástico que mi hermano todavía conserva.


                                       Práctico sobrevivió el derrumbe de 1965 y sigue con nosotros

Lo extraordinario es que hubo dos cuartos que no sufrieron grandes daños, tal vez por ser aledaños a la puerta principal y haber sido construidos con mejor material o más cuidado. Uno albergaba la biblioteca de mi padre que se salvó casi entera, el otro era el vestidor de mi madre.

Aunque el amplio vestuario de mi madre se guardaba en armarios de tres cuerpos y estos quedaron convertidos en astillas, hubo dos baúles que sobrevivieron al terremoto y que curiosamente nos acompañarían al otro lado del continente. Uno era de esos corpulentos baúles de viaje que se usaba entre los ricos para sus cruceros trasatlánticos.

Este tenia los sellos de la Braun y Blanchard, la compañía naviera de mi bisabuelo. Sus iniciales “J.B.”(Jean Blanchard) estaban incrustadas en sus lomos. Mi madre lo usaba para guardar zapatos y bolsos de mano. Eso la salvó de andar descalza en el otoño de 1965.

El otro baúl era igual de imponente. Era un arcón español forrado en cuero de caballo bayo. Había sido el  “Baúl de la Esperanza” de mi madre y el único objeto que pudo recuperar luego que mi abuelo la desheredó por casarse con un cristiano.

El baúl soportó los embates del terremoto y su contenido fue el único lazo al pasado sartorial de mi madre. Adentro había piezas “valiosas” como su estola de armiño, sus vestidos de novia (el del civil y el de la boda religiosa) y la famosa falda de Dior.

En la familia se la conocía como “la falda de Dior”, “la falda que vino de Europa” o “la falda de la Zia Elvira”.  Se la sacaba con cuidado, como las otras prendas de ese baúl no se la colgaba, sino que se la guardaba envuelta en papel de seda (papel “crepé”) . Nunca vi a nadie usarla. Mi madre juraba que se la había puesto “antes”, eufemismo para referirse a que varios embarazos y diabetes gestacionales la habían privado de una cintura de avispa.

                                   Diseño de Dior. Esa hechura era la de la falda que describó, pro más larga.

La falda era abullonada como la mitad de las prendas del New Look. Estaba confeccionada en tafetán negro cruzado por bandas de terciopelo del mismo color. Tenía un forro de seda cruda negra que bien almidonado producía esa imagen acampanada que caracteriza el New Look. Aun así, mi madre decía que había que usarla con “falsos”, los famosos enaguas de cintura de lienzo tieso, y varillas de plástico o madera delgada,  que por casi tres décadas fueron prenda obligatoria de las fans del New Look.

El origen de la falda era legendario como todo lo asociado con las tías-hadas y aunque ellas viajaban periódicamente a Europa y volvían con sombreros, pieles y vestidos, no todos eran de Dior. Con los años las interrogantes sobre la falda han aumentado. ¿Era realmente de Dior, o una imitación? La Casa Dior no tenía pret-a-porter todavía, por lo que debe haber costado carísima.

Como y cuando la adquirió la Zia Elvira son los mayores signos de interrogación. Mi investigación me lleva a descubrir que es un diseño  de la segunda etapa del New Look (1950-55). Suena más plausible que se haya comprado en esa decada que mi primera deducción. ¿Cómo mi tía abuela, recién salida de Auschwitz (donde lo había perdido todo, incluyendo a sus hijas) iba a estar gastando un dinero que no tenía en una falda de diseñador?

                                             Así era exactamente

Gracias a Pinterest y Etsy (que todavía vende algunas) descubrí que el diseño lo impuso Dior a comienzos de los 50, cuando el éxodo de la Zia Elvira la tenía en la Costa Oeste de los Estados Unidos. No sé en qué momento salió de Europa, solo que llegaron ella y su esposo el Tío Milan,  a Chile por allá por 1954. Permanecería en Santiago , hasta que la viudez y el gobierno de la Unidad Popular la hiciesen regresar a la Unión Americana. La falda, que había sido parte de su equipaje,  viajó entonces desde Europa a USA y de ahí a Chile donde se quedaría como la mitad de nuestras pertenencias en Viña del Mar, cuando nos tocó a nosotros iniciar nuestro propio éxodo.

Hace unos días descubrí otro eslabón perdido. Es posible que mi tía la haya comprado en el mismo Chile. Desde 1950 que la Casa Dior tenía un arreglo comercial con Los Gobelinos, la tienda de departamentos más exclusiva de Santiago. Con eso doy término a mis vínculos con Dior y vuelvo al modisto y a su hermana.

Catherine y sus Flores

 ¿Y que ha sido de Catherine en todo este tiempo? Tras la muerte de su padre, Catherine se dio cuenta que los productos de la granja no bastaban para vivir. Ella y Hervé se fueron a Paris a vivir con Christian. Así que estaban ahí cuando nacieron tanto The New Look y Miss Dior.

La leyenda cuenta que estaban Dior y Mitzah Bricard discutiendo qué nombre iba a llevar el perfume cuando entró Catherine: “ ¡Voila, Mademoiselle Dior!” exclamó Mitzah y al modisto le gustó el nombre. No pudo ser “Mademoiselle Dior”,  eso sería conectarlo con Chanel. Mejor quedaba en inglés como homenaje a los Aliados de Francia.



Miss Dior, tal como el New Look, era un homenaje a las mujeres de las familia del diseñador. El jardín de su madre, la ropa vaporosa , estampada y etérea usada por Madeleine,  y era un modo de retratar las flores que Catherine seguiría cultivando de por vida.

Catherine y Hervé pusieron un puesto en el mercado donde venderían las flores de su granja. Entretanto, Catherine estaba siendo objeto de reconocimientos por su valor durante la guerra. Tal como muestra la serie,  recibió la Croix de Guerre y La Cruz de Combatientes Voluntarios de la Resistencia. Los polacos la honraron con La Cruz de Valor y los británicos con la King’s Medal for Courage in the Cause of Freedom. En 1994 sería inducida a la Legión de Honor.


                                                     Hervé y Catherine en París

Solo que las medallas no dan de comer y Catherine necesitaba ampliar su campo laboral. Decidió importar flores exóticas de las colonias francesas. Ese trabajo ya existía, pero nunca lo había hecho una mujer. A fines de Los 40,  Catherine recibía el permiso gubernamental para ser una Mandateire en Fleurs Coupées, labor que desempeñaría por casi una década.

                                     Los Hermanos Dior en el puesto de flores de Catherine

El Juicio de La Rue de La Pompe

En medio de reconocimientos y desafíos laborales, llegó la hora de la retribución de quienes hablan torturado a Catherine y a otros. En 1952 se les abrió juicio a los hombres y mujeres que operaron el centro de torturas de la Rue de la Pompe. Desgraciadamente, Los 50,  debido a la Guerra Fría,  fue una época en que Occidente vio a los alemanes como aliados y le bajaron el tono a la idea de rechazo y castigo de sus antiguos enemigos. A nadie pareció interesarle este juicio donde la mayoría de los acusados fueron juzgados y condenados in absentia.

                                Los acusados en el juicio. Denisse Dulfau es la de pie

Catherine hizo varias deposiciones de las cuales se han extraído detalle de su cautiverio. Su aparición en la sala casi pasó desapercibida. Solo se sabe que el abogado de uno de los acusados demostró que se había equivocado al identificarlo. Esta fue una estrategia de leguleyo muy común en esos juicios. Qué triste que se deba desacreditar a la víctima para defender al criminal.

Aunque muchos periódicos importantes cubrieron este juicio, solo Le Monde mencionó a Catherine sin decir que era hermana del más famoso modisto del mundo. Tal vez porque en esa época, Christian Dior comenzó a viajar a Alemania con sus desfiles de moda y mensajes de reconciliación y olvido, que chocaban con estos juicios que molestaban a la burguesía francesa en su afán de guardar secretos incomodos en arcones.

El juicio acabó en una nota agridulce. Siete de los cabecillas de a Rue de la Pompe fueron condenados a muerte (la secretaria-torturadora Denisse Dulfau fue condenada a 20 años de trabajos forzados). Solo tres serían fusilados, los otros lograron huir. El líder de La Rue de la Pompe, Friedrich Berger se había refugiado en diferentes países, ofreció trabajo a diferentes agencias de inteligencia, fue rechazado por todas ya que notaban que no era más que un torturador. Moriría tranquilo y libre en su cama de Múnich en 1960.



Auge y Final de Christian Dior

Los 50 tienen a Dior en la cúspide de la moda. Nadie lo aventaja. Balenciaga modestamente acepta un decoroso segundo lugar. Cuando Chanel reaparece en París, habla pestes del New Look y amenaza con derrocar a Dior. Nada de eso sucederá. Dior viste a la realeza,  a las estrellas de cine, a esposas de jefes de estado, hasta esa ex nazi la Duquesa de Windsor se rinde ante el altar de Dior y se vuelve su clienta.

En 1951, Christian Dior publica su autobiografía Je suis coutourier (soy modisto).  Se vende como pan caliente, ni el retorno de Chanel ha hecho tambalear su corona.  Jean Cocteau dirá indignado en su diario que su sociedad ha desproporcionado sus prioridades cuando más se habla en los periódicos de como Dior ha acortado las faldas en Los 50,   que del desarrollo de la bomba de hidrogeno.

Dior se ha hecho millonario. Su ropa se vende desde Sídney hasta Santiago de Chile. Incluso compra un castillo en los Alpes Marítimos cercano a Les Naysses. En 1955,  Dior encuentra nuevamente el amor. Se llama Jacques Benita, es un sefardita argelino, que canta profesionalmente bajo el nombre de Tony Sandro. Tiene casi 30 años menos que el modisto, pero serán muy felices.

                                            Jacques Benita y Christian Dior

El amor hace que Dior se aleje de su ritmo trabajólico. Ya ha sufrido dos infartos de tanto trabajar. Su amistad con la buena mesa lo ha hecho subir de peso, pero su nuevo romance le recuerda que debe descansar y adelgazar. Visita las Termas de Montecatini en Toscana. Lo acompaña la fiel Madame Zehnacker, pero durante un juego de cartas se desploma víctima de un fatal paro cardiaco. Solo tiene 52 años.

Francia le da un funeral de honor. Catherine cubrirá de flores las calles de Paris por donde pasa el cortejo fúnebre. Las clientas llegan en masa lideradas por la Duquesa de Windsor. Los grandes de la moda presentan sus últimos respetos al gran Dior. Chanel no va, pero envía una enorme corona de rosas rojas.

                                  Homenaje floral de Catherine a su hermano
                                                      La Duquesa de Windsor en el sepelio de Dior

En su testamento, Dior nombra herederas a Raymonde Zehnaker y a Catherine, pero lo que heredarán son deudas. En vida, Christian Dior vivió como un gran señor, a su muerte le debía a cada santo una vela. Hay que vender su catillo provenzal (hoy pertenece a la perfumería Dior).La Casa Dior queda en las aptas manos de Yves St. Laurent, el joven protegido que Christian veía como su sucesor, pero Catherine será nombrada custodia de la memoria y nombre de su hermano. Una labor que cumplirá hasta su muerte, aun cuando la lleve a repudiar a miembros de su familia.

Una Sobrina Inconveniente

Uno de esos miembros sería Françoise, Condesa de Caumont La Force, sobrina de los Dior. Hija del hermano mayor, Raymond, Françoise era lo opuesto al padre. Si Raymond era un periodista de tendencias comunistas, su hija era conservadora, monarquista y finalmente desvergonzadamente nazi, llegando a casarse con Colin Jordan,  el líder de los nazis ingleses.

Quienes vieron Ridley Road (ahora disponible gratis en Tubi) recordarán que el gran villano de la serie es Colin Jordan (Rory Kinnear) en cuyas filas debe infiltrarse una joven espía judía. En un episodio aparece la esposa francesa de Jordan que nota el interés romántico de su marido por la nueva acolita.



En la vida real, Françoise se había divorciado del Conde de Caumont La Force para unirse a Jordan y al resurgimiento del nazismo en la política británica de Los 60. Françoise incluso había expandido la ideología neonazi,  trayéndola a Francia. Como lo hacía abiertamente, su nombre estaba ligado a estas políticas fascistas que horrorizaron a su tía reviviendo todo el horror vivido durante La Ocupación.

A pesar de llevar una vida retirada, Caro estaba indignada,  tanto por las posturas de su sobrina como del modo en que la prensa quería vincular el nombre de Dior con este auge del neonazismo. Mademoiselle Dior fue a los medios e hizo declaraciones desligándose de Françoise y de sus ideas. Además, remachó que el apellido Dior,  siempre reconocido por representar “honor y patriotismo”, no podía enlodarse por las opiniones de un miembro de esa familia.



Hervé fallecería en 1997, su mujer seguiría en Provenza dedicada al cultivo de flores. En 1999, la propiedad normanda donde Los Dior habían nacido se convirtió en el Museo Christian Dior y Caro pasó a ser su presidenta honoraria hasta su muerte en el 2008.

Ha sido en los últimos años que los historiadores se han interesado en vincular la vida de esta gran mujer con su famoso hermano. En ese proceso se ha descubierto la influencia que tuvieron Catherine y su madre en el nacimiento del New Look. Sin haber sido una mujer preocupada por la moda, Catherine siempre usó Miss Dior como su perfume personal y sus flores jugaron partido en los diseños de su hermano como lo demuestra el vestido “Miss Dior”.



Consciente de eso,  María Grazia Chiuri, directora creativa de la actual Casa Dior dedicó la colección del 2019 a la primera Miss Dior, pero incluso antes ha habido renacimientos del New Look en muchas eras porque es un estilo tan bello que pocas se le pueden resistir.


                                                       A fines de Los 70 resurge el New Look
                         En 1981, Lady Diana ecandaliza con un strapless negro digno de Dior
                                      Fines de los 80, la Princesa de Gales  en una copia del New Look
                 El New Look en el Siglo XXI. Elle Fanning desfila por la Alfombra Roja en un diseño de la Casa Dior.

¿Y tu?  ¿Usarías el New Look o te parece un estilo muy complicado?

BIBLIOGRAFÏA  CONSULTADA 

Jenkins Alan: The Forties, 1977

Picardie, Justine: Mademoiselle Dior, 2021

Pochna, Marie-France: Christian Dior, 2021

 

 

 

2 comentarios:

  1. ¡Me encanta Practico!!!! Y que nombre mas original. ¿Por que le pusieron así? Me encanta cuando cuentas las historias de tu familia en relación a los perfumes, la ropa y los peinados.

    El New Look es precioso, pero no creo que sea un estilo que le vaya bien a mi tipo de cuerpo, pero de que Dior era un gran diseñador no hay duda. Y que interesante que haya estado ligado a tantos otros famosos como Pierre Cardin e Yves Saint Laurent. No puedo creer que haya muerto a los 52! En las fotos parece de más edad. Quien creyera que su hermana tuviera una vida tan largo después de todo lo que le tocó pasar en la guerra.

    Que hermosa era Dolores del Río. Me gusta mucho en el anuncio de Dior. Siempre se me ha hecho más guapa que La Doña. Mi vestido favorito de los que aquí muestras es el vestido de novia de la Duquesa de Alba. Ahora quiero algo de él, ja ja. Excelente artículo!

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    1. Puedes comenzar con los perfumes y luego ir a un pret-a-porter de Dior. Es una de las pocas casas de moda que conserva el sello de su fundador y tiene buenas prendas. Mis favoritos son los vestidos de noche, el Junon, el de Evita, el “miss Dior”
      Yo creo que te verías bien en un Dior, aparte del color un estilo como el traje Bar (y sus variaciones como el que tiene Diana en la foto) te quedarían bien. Yo tengo uno en mi closet, un vestido de lino estampado, creo que me lo voy a poner para ir a la lavandería esta tarde y tal vez le saque una foto.
      Cuando abrí este blog hace doce años mi sueño era compartir historias con mis lectores. Escuchar de ellos como canciones, modas y perfumes habían afectado su vida, es por eso que incluyo mis experiencias, después de todo soy una Latina de Ayer.
      Dior se mató trabajando. A diferencia de Chanel, el prohijó a muchos otros modistos, era un hombre muy generoso, sin vanidad y que no sentía que debía competir con nadie. Como viste, Catherine fue Wonder Woman, totalmente empoderada que vivió para cumplir con sus ideas, hacer felices a los suyos y atreverse a luchar por injusticias sin hacer escándalos ni buscar cámaras para hacerse famosa. De nuevo, The New Look fracasó totalmente al retratarla.
      En 1933, Walt Disney hizo un corto animado sobre el cuento de Los Tres Chanchitos y les puso nombres. Los frívolos eran Fiddler Pig, Fifer Pig, y el cerdito trabajador era Practical Pig. Práctico en castellano. El corto generó un librito ilustrado que mi Ma nos leía y ella decidió que el cerdito debía ser “Practico”.

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