miércoles, 2 de mayo de 2012

Cuando las Latinas de Ayer se vestían de gala


Foto sacada de Rosalinda, diciembre de 1943


Vestidos de coctel, vestidos de fiesta, vestidos de noche, vestidos de baile: tantos nombres que evocan atuendos de princesa, recamados de pedrería, y con faldas que barren el piso. Si algo nos hermana a todas las mujeres es esa pasión por esos trajes  excepcionales que nos permiten, por una noche o por una tarde, ser personajes de cuentos de hadas. Acompáñame  por un tour de los vestidos de gala de las Latinas del Ayer.

La revolución de la moda de los Locos 20 influye también sobre los vestidos de baile. Los escotes bateau, las mangas globo y las faldas hasta el suelo de la Belle Epoque desaparecen. El vestido de fiesta se lleva corto como el de calle, la cintura baja a la cadera y los brazos van desnudos.


(Foto sacada de Para Ti de abril de 1929)
(Foto sacada de Zig-Zag de junio de 1927)


Se confeccionan en telas vaporosas y audazmente  transparentes como seda, gasa, tul y crepe de chine, con mucha pedrería y lentejuelas.  También en telas metálicas como el lamé. Los diseñadores buscan influencias exóticas desde el Egipto de los faraones hasta el Ballet Ruso. Este vestido de la fotografía tiene una influencia de la moda dieciochesca con una falda semi acampanada.

                                                           (Foto sacada de Zig-Zag de junio de 1927)

La gran innovación será  el escote dorsal que deja a la espalda casi enteramente al descubierto. Se usan, a fines de la década, las faldas asimétricas, a veces más largas atrás o al costado, y compuestas por capas de telas.


(Foto sacada de Para Ti de abril de 1926)


Este estilo continuaría hasta los inicios de los 30’s, pero la moda entonces vuelca sus ojos hacia el pasado, a fines del siglo XIX, y los vestidos de noche retoman el corte princesa, las mangas abullonadas y faldas largas, siguiendo el modelo del vestido impuesto en la Belle Epoque.

(Foto sacada de Familia de enero de 1936)

Los trajes sastres de los Gay Nineties se pondrán de moda para horas vespertinas, la diferencia es que en vez de confeccionarse en lana  o lino, estos tailleurs de gala serán  en seda y terciopelo y, que en verano, el blazer tendrá las mangas cortas.

(Foto sacada de Familia de diciembre de 1937)



 Las chaquetitas bolero, o los jeseys hechos en lanilla de seda con lentejuelas también son un complemento de la moda nocturna.

(Foto sacada de Ecran de octubre del 1938)


Otro modelo es tipo túnica griega, con breteles. La cintura vuelve a su lugar anatómico establecido, pero aunque el corte del vestido de noche es evase las faldas suelen ser  semi ajustadas.

(Foto sacada de Ecran de mayo de 1938)

Esto cambia fines de la década. Los vestidos de noche comienzan a gastar más tela. La influencia de Lo que el viento se llevó y el auge de los filmes de época hace que los modistos vuelquen sus ojos al pasado, a las modas de María Antonieta, o al Viejo Sur. Las faldas se hacen amplias, casi “bouffant,  y vuelven las crinolinas.

(Foto sacada de Margarita de 1939)

Donde se gastará poca tela es en la parte alta, ya hay indicios de dos modelos que dominarán los atuendos de noche la próxima década: el halter dress con breteles delgados o con una estola que se ciñe al cuello y el strapless (sin mangas ni hombros). En su edición de diciembre de 1940, La Familia ofrece a las damas mexicanas estos modelos que son el último grito del chic europeo.

(Foto sacada de La Familia de noviembre de 1939)

El estallido de la Segunda Guerra Mundial traerá racionamiento incluso de telas y los vestidos de baile se harán menos extravagantes. En América Latina, donde se vive en relativa paz, las mujeres pueden seguir luciendo vestidos de princesas sin restricciones.




(Foto sacada de Para Ti de febrero de 1941)


La moda de las crinolinas sigue imperando en los trajes de gala. Se nota mucho la ascendiente del vestuario de mediados del Siglo XIX. Inclusive se copian trajes sastres o de calle de ese tiempo para grandes ocasiones, garden parties y bodas como este dos-piezas en material escocés que aparece en la portada de La Familia de 1942.


Eventualmente el racionamiento y la escases de telas por efectos de la guerra afectarán hasta las modas latinoamericanas. Por efectos del aislamiento causado por el conflicto se comienza a seguir la moda de New York antes que la de Paris. Los vestidos de noche se hacen más cortos, con faldas más ajustadas. Como este tarje de coctel que presenta Eva del '46 con una falda tipo sarong en donde el encanto reside más en la tela que en el corte del vestido.

(Foto sacada de Eva de diciembre de 1946)


Pero a fines de la década, Christian Dior implanta el “New Look”, y la moda vuele a tener un chic parisino. Las latinas pueden desahogar su imaginación en creaciones de ensueño como estas de Para Ti de 1949.

(Foto sacada de Para Ti de diciembre de 1946)


El New Look impone faldas amplísimas que aun en un vestido de coctel  parecen largas. Las faldas voluminosa seguirán de moda hasta mediados de los 50’s.

(Foto sacada de Eva de enero de 1956)

Los 50’s ponen de moda las túnicas ceñidas con drapeados y breteles muy delgados (spaghetti straps) o confeccionadas en telas pesadas como este en terciopelo verde musgo cuyo detalle es un gigantesco echarpe que crea un falso efecto de escote bateau y que presenta  Para Ti de 1957.

(Foto sacada de Para Ti de marzo de 1957)


La postguerra es un periodo de bonanza económica que se refleja en un vestuario que sigue la guía de Paris y Milán con creaciones imaginativas,  experimentos con nuevas telas y de extravagancias  en ornamentos como este hermoso strapless con incrustaciones de encaje y strass que presenta Maribel en 1958.

(Foto sacada de Maribel de  mayo de 1958)


Una obsesión de los modistos de los 50’s son los drapeados que alcanzan una apoteosis de imaginación en esta creación italiana de 1958.

(Foto sacada de Maribel de mayo de 1958)


La combinación del drapeado, breteles y faldas, largas o cortas, bouffant o ajustadas seguiría imponiéndose a comienzos de la próxima década.

(Foto sacada de Eva de julio de 1960)



Para ocasiones más formales era de rigor la falda larga con un top tipo blusita con mangas capas o globo acompañado de echarpes hechos con la misma tela del vestido. Llega la innovación de la cintura alta que da al vestido de baile un corte semi imperio. La parte alta de estos vestidos suelen  ir recamada en pedrería o cubierta de encaje en otro tono como en esta portada de Eva de marzo de 1962.



1964 traerá una revolución en la moda femenina. Se demorará unos años en llegar a América Latina. Aunque será la juventud quien adopte las mayores singularidades del estilo impuesto por Mary Quant y por el movimiento Hippie. Hasta los vestidos de gala sufrirán transformaciones impensables. Por empezar, la minifalda también se adapta para la noche. Hay una fascinación con lo metálico, lo plateado. Los vestidos de coctel imponen una onda  futuristas que recuerdan a trajes de ciencia ficción. Estos minivestidos de coctel están confeccionados en lamé en tonos pastel y se llevan con medias plateadas.

(Foto sacada de Eva de septiembre de 1967)


Otra innovación sean los pantalones para ocasiones de gala que se usan bajo túnicas cortitas que también se llevan  sin ellos. Se conocerán como “piyamas”.

(Foto sacada de Rosita de septiembre de 1968)


Los minivestidos de fiesta, acompañados de otras manías como las transparencias, son sexi y perfectos para los bailes modernos, pero pierden el glamur que el traje de baile había tenido en el pasado



8 comentarios:

  1. Magnífica restrospección de un concepto -el vestido- que refleja el gusto y la cultura unidos. La belleza, el tiempo, los sucesos: guerras, décadas, estilos. Todo ello en la moda.

    Un saludo.
    Marc V.

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  2. Bienvenido Marc,
    Si tuviera que escoger una prenda femenina favorita, sería el vestido de baile porque permite a la mujer expresar su imaginación, su personalidad y hasta disfrazarse.

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  3. Bellisimas fotos. Gracias por compartirlas.

    Mi mama me conto que cuando era jovencita en los anos 60 hasta para ir al cine usaban tacos y guantes. Jamas usaban faldas sin medias nylon o salian de la casa en pantalones. (Siempre recuerdo un capitulo de "I Love Lucy" donde Ethel le dice a Lucy: "Nunca he ido en el subway en mis blue jeans y no voy a comenzar ahora.")

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  4. Amiguis, me gustaría saber en que momento las mujeres comenzaron a salir a la calle con pantalones. Mi Ma no se atrevió a hacerlo hasta los 70’s y yo use pantalones para la calle por primea vez en 1970 (pero porque no me gustaban).

    Creo que en los 50’s todavía no era común. Y creo que hasta fines de los 60’s no se permitían en la oficina ni en USA (las chicas de Mad Men nunca van al trabajo con pantalones).

    De chica yo recuerdo que MI Ma temía cajas y cajas de guantes, y de pronto dejó de usarlos. Así que me imagino que ya en los 60’s murió esa moda tal como el sombrero.

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  5. Mi mama recien empezo como en los 90's! Ja ja (y no es chiste) Solo tenia un par que usaba para ir al mercado, pero en los 90's finalmente se canso de las faldas y vestidos y se compro varios pantalones (ninguno jean) aunque todavia usa faldas para reuniones.

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  6. La entiendo. Yo siempre he odiado los pantalones y dejé de usarlos para la calle en 1976, por eso de que en mi escuela no los permitían.

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  7. Lamentablemente hoy día, la que no se muestra sexi, no existe y como dice el último párrafo de este artículo, se perdió el glamur. Muy buenas las imágenes y los comentarios. Yo

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